Economía

El BCE se enfrenta a la primera subida de tipos en 11 años: ¿será más agresivo de lo previsto?

La presidenta del BCE, Christine Lagarde.

El Banco Central Europeo subirá los tipos por primera vez en 11 años este jueves. En la reunión del mes de junio, el organismo avisó de que aumentaría el precio del dinero en 25 puntos básicos, pero la evolución de la economía de la zona euro y, sobre todo, la alta inflación, ha hecho que la subida del 0,5% empiece a ser un rumor que ya descuenta el mercado.

De hecho, Reuters informó este martes, citando a dos fuentes “con conocimiento directo del debate”, que los miembros del Consejo de Gobierno del BCE discutirán durante los dos días de reunión sobre si la próxima subida será de 25 o 50 puntos básicos. La subida del 0,5% supondría la tercera igual o superior a 50 puntos básicos que realiza el organismo. La primera fue el 22 de enero de 1999, en su tercera reunión, cuando subió de golpe los tipos de 125 puntos básicos hasta el 4,5%, en el primer mes de estreno del euro en los mercados financieros, y la segunda data del 9 de junio de 2000, cuando el BCE subió los tipos en 50 puntos básicos al 5,25%.

En esta ocasión, si la subida el tipo de depósito pasará del -0,5% al 0%. El precio del dinero se encuentra en mínimos históricos. La teoría de que subirá el precio del dinero más de lo anunciado se debe a que la inflación de la Eurozona se ha situado en el 8,6% en junio, su nivel más alto en lo que va de año. Además, la inflación subyacente, que excluye la energía y los alimentos frescos, se situó en el 3,7%, por debajo de la registrada en mayo.

Con este rumor de una subida más agresiva de los tipos, los bancos del Ibex 35 han subido con fuerza, con avances entre el 4% y el 7%, lo que ha catapultado al índice por encima de los 8.000 puntos, que perdió la semana pasada con una subida del 2%. También lo ha celebrado el euro, que ha avanzado casi un 1% en su cambio contra el dólar y se aleja de la paridad, que alcanzó hace una semana, ahora se cambia a 1,0239 billetes verdes.

Gergely Majoros, miembro del comité de inversión de Carmignac, considera que el BCE “sigue atrapado entre la espada y la pared”. Para Majoros, el trabajo del supervisor europeo consistirá en navegar entre una situación de fuerte inflación y los crecientes nubarrones debidos al suministro de gas de Rusia. Por ello, señala que el BCE debe plantearse su trabajo de normalización “en un entorno potencialmente recesivo”.

Con todo, Majoros cree que la reunión del jueves “debería ser un momento único e histórico” y cree que una subida de tipos de 50 puntos básicos después de 11 años es “demasiado alta”, a pesar de que “la situación fundamental justificaría salir del entorno de tipos negativos lo antes posible”.

François Rimeu, estratega senior de La Française AM, considera que el tono general seguirá siendo “muy agresivo”, teniendo en cuenta las últimas cifras de inflación y la presión a la baja sobre el tipo de cambio del euro. También esperan que la presidenta del BCE Christine Lagarde, reitere que el ritmo de endurecimiento de la política se guiará por la opcionalidad, la dependencia de los datos, el carácter gradual y la flexibilidad. Confirmará que los tipos de interés del BCE volverán a subir en septiembre, y que el nivel de esta subida dependerá de las perspectivas de inflación a medio plazo.

La vista puesta en la herramienta antifragmentación

A pesar de estos rumores de una posible subida más agresiva, el mercado y los analistas tendrán la vista puesta en las novedades que anuncien sobre la herramienta antifragmentación. ahora denominada Mecanismo de Protección de la Transmisión (TPM). Peter Goves, analista de renta fija de MFS Investment Management, explica que es posible que una herramienta definitiva aún no esté operativa, “pero es muy probable que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ofrezca algunos detalles sobre su mecánica y aplicabilidad”.

François Rimeu explica que este plan “sea ilimitado, con ligeras condicionalidades y 100% esterilizado”. El principal riesgo sería que el BCE no cumpliera con las expectativas del mercado respecto al nuevo plan. “El banco central tiene un difícil ejercicio de comunicación, especialmente teniendo en cuenta la nueva incertidumbre política en Italia”, comenta Rimeu.

Vincent Chaigneau, jefe de análisis Generali Investments, asegura que la tarea del BCE de apoyarse en la fragmentación es ahora mucho más difícil, aunque apunta que el BCE tiene un buen historial en la lucha contra la fragmentación financiera, pero esto fue en un entorno muy diferente. “Tememos que la flexibilidad en torno a la reinversión del PEPP -digamos que unos 20.000 millones de euros al mes- no sea suficiente en caso de una prueba de mercado seria, incluso si el BCE acepta cierta carga frontal (reinvertir incluso antes de que las emisiones seleccionadas lleguen a su vencimiento), lo que no parece formar parte del ajuste inicial”, señala Chaigneau.

Germán García Mellado, gestor de renta fija de A&G, asegura que de la reunión lo más importante será lo referente al nuevo mecanismo para evitar la fragmentación (TPM). “Aunque no está confirmado que esté preparado para la reunión del jueves, son muchas las expectativas que hay en el mercado sobre la capacidad de este instrumento para contener las primas de riesgo de los países del sur de la eurozona”, apunta García Mellado. La mayoría de los inversores esperan que el volumen de compras sea ilimitado con una condicionalidad suave, “por lo que el margen para defraudar dichas expectativas es elevado, teniendo en cuenta el historial del BCE para implementar medidas de calado en un primer momento”, puntualiza.

El gestor añade que también serán relevantes los detalles respecto a la esterilización de las compras de bonos de países receptores, “aunque aquí parece que no se hará vía venta de bonos core, sino mediante el sistema de liquidez interbancario”.

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