El vehículo eléctrico no será una realidad plena sin una adecuada infraestructura de recarga. Y pese a las subvenciones, las ayudas y los planes específicos en todos los niveles de la Administración, todavía faltan muchos enchufes por instalar para el crecimiento que se espera de este tipo de movilidad y el incremento de la producción que se pide a los fabricantes. Y no solo faltan unidades, sino puntos de recarga de mayor potencia que hagan posible recargar la batería en tiempos cortos para poder realizar viajes de larga distancia.

El Gobierno acaba de abrir la 'ventanilla' del Proyecto Estratégico para la Recuperación y la Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte VEC II), dotado con 559 millones en ayudas para el coche eléctrico (344 millones en subvenciones y 215 en préstamos). Los grandes fabricantes de automóviles y firmas que constituyen la cadena de valor del vehículo eléctrico pueden presentar sus proyectos al Ejecutivo hasta el 15 de septiembre y postularse para recibir ayudas y créditos.

Pero mientras la industria espera nuevos fondos con los que hacer realidad la transición de parque automovilístico, existe un problema que supone un freno para que la demanda crezca al ritmo que se espera; esa falta de puntos de recarga adecuados.

La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) dice que para que nuestro país pueda cumplir los nuevos objetivos de reducción de emisiones del plan europeo Fit For 55 -mediante el que la UE quiere reducir las emisiones de los coches un 55% en 2030 frente a 1990- es necesario multiplicar por cinco la red de carga de alta potencia. Al término de 2022, sólo el 3,8% de los 18.128 puntos de recarga de acceso público que tenía España eran de recarga de alta potencia (≥ 150 kW). 

Ahora mismo, calculan que hay 698 puntos de recarga de acceso público de alta potencia, pero consideran necesario que este mismo año estén en funcionamiento un total 3.513 para lograr cumplir con el objetivo anual de reducción de emisiones que fija el Fit for 55.

Datos más actualizados dicen además que solo el 21% de la infraestructura de recarga de acceso público en España corresponde a carga con potencia superior a 22 kW. Y desde la patronal recuerdan que de los 20.243 postes operativos que había en el primer trimestre de este año, 6.475 puntos de recarga instalados no estaban en funcionamiento.

Según los fabricantes, que haya puntos de alta potencia, aunque vaya en detrimento de la cantidad de enchufes, es un aspecto es "fundamental para que el vehículo eléctrico pueda ser empleado en trayectos de larga distancia por carretera, permitiendo tiempos de carga de entre 15 y 27 minutos".

En este sentido, consideran que el criterio de calidad de la red de recarga "es absolutamente relevante" frente a la regulación comunitaria inicial, que primaba el número de puntos. Recuerdan además que la tecnología de los vehículos eléctricos e híbridos enchufables está evolucionando hacia potencias de carga muchos mayores.

La regulación europea

A finales de julio, la Comisión Europea anunció la aprobación final del Reglamento de Infraestructura de Combustibles Alternativos (AFIR, por sus siglas en inglés), la norma que regula el número de cargadores para vehículos eléctricos que tendrá que haber en las principales carreteras europeas.

A partir del año 2026 habrá que instalar estaciones de recarga rápida para coches, furgonetas y vehículos eléctricos pesados ​​cada 60 kilómetros a lo largo de los principales corredores de transporte de la Unión Europea, las vías que conforman la Red Transeuropea de Transporte

Pero "los objetivos establecidos por la Unión Europea no se cumplen solo con el esfuerzo del sector, sino que precisan de un gran esfuerzo por parte del resto de los actores", decía el director general de la patronal de fabricantes, José López-Tafall. "En materia de despliegue es imprescindible el compromiso del Gobierno y de las Comunidades Autónomas y las comunidades locales para implantar en el territorio la infraestructura necesaria", añadía hace unas semanas.

En el mapa de Infraestructura de Recarga de acceso público que elabora la organización de fabricantes se pueden ver diferencias por territorios. Según la última actualización publicada la semana pasada, la Comunidad de Madrid deberá multiplicar por nueve sus puntos de recarga de acceso público hasta 2025 para poder alcanzar los nuevos objetivos de reducción de emisiones del Fit For 55. Ahora tiene 2.537 puntos de recarga y debería llegar a los 11.694 antes de final de año y elevarlo hasta los 22.624 hasta 2025.

Según la patronal, otras Comunidades como Cantabria o Castilla y León deberían triplicarlos; Asturias, Aragón o Extremadura multiplicarlos por cuatro; y La Rioja instalar cinco veces más postes de los existentes actualmente.

Ford se presenta al Perte VEC

En paralelo al desarrollo de la infraestructura de recarga, el Gobierno sigue tratando de incentivar la producción en territorio nacional. A principios de julio se presentó la primera línea del Perte, relativa a la producción de baterías. Y junto a la que ha abierto esta semana, suman un total de 1.409 millones de euros. Compañías como la norteamericana Ford se ha presentado a ambas convocatorias, después de que el año pasado renunciarse concurrir por una cuestión de plazos.

La firma quiere electrificar la fábrica de Almussafes (Valencia) y también quiere desarrollar un proyecto de ensamblaje de baterías allí. No en vano, su compromiso es que toda su flota sea eléctrica a comienzos de la próxima década y eligió Almussafes para producir su nueva plataforma de vehículos eléctricos en Europa a partir de 2025. Otras compañías con plantas en nuestro país están a la espera de pronunciarse.

El vigente Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021‑2030 pretende que España tenga un parque de vehículo electrificado de turismos y furgonetas de 3,4 millones en 2030 y una cuota de mercado del 40%. Para cumplir con esas ambiciones, dicen los fabricantes, es necesario un nuevo objetivo de 4,3 millones de unidades para 2030 y de 9,8 millones para 2035, con un 60% y 100% de cuota de mercado electrificado respectivamente.

De momento, las ventas de vehículos electrificados (eléctricos e híbridos enchufables, que incluyen turismos, cuadriciclos, vehículos comerciales e industriales y autobuses) se incrementó un 49,6% en el mes de julio, con 9.414 unidades vendidas. En cuanto a las ventas de vehículos eléctricos puros, aumentaron un 59,2% en julio, con 4.193 unidades matriculadas, lo que supone un 4,32% de la cuota de mercado en el mes. Y los híbridos enchufables crecieron un 42,6% (5.221 unidades matriculadas), con un 5,38% de la cuota de mercado. "El mercado de electrificados sigue creciendo, pero a un ritmo que es la mitad que el europeo", sentencia López-Tafall.