El año 2023 ha terminado siendo un ejercicio muy positivo para el empleo, con más de 533.000 nuevos puestos de trabajo creados, lo que lo sitúa en el mejor año desde 2018 si se descarta el año de salida de la pandemia. La cifra no lo convierte en un año extraordinario, sino ligeramente por debajo de la media entre 2014 y 2019, pero lo reseñable es haber registrado ese dato en un contexto de conflictos internacionales, fuerte inflación y endurecimiento de las condiciones financieras con el objetivo de enfriar la economía.

La creación de más de 23.200 nuevos empleos en diciembre, en términos desestacionalizados, ha impulsado el dinamismo de un mercado de trabajo que venía ralentizándose durante los últimos meses en medio de una coyuntura económica muy complicada. Con todo, este diciembre es el mejor desde 2018, si se descarta 2021 por los efectos extraordinarios que la recuperación de la salida tuvo en el mercado laboral. No es un dato tan positivo como la media de los años prepandemia, pero es la mejor cifra desde mayo y una muestra más de que el empleo está resistiendo.

En términos brutos, el número de afiliados ha crecido en casi 30.000, el mejor dato desde 2019, puesto que diciembre suele ser muy positivo por las incorporaciones para la campaña navideña. Los responsables fueron sobre todo el comercio, la educación, la sanidad y los servicios sociales y las actividades artísticas, mientras que la hostelería empujó en sentido contrario. Con este tirón, el Gobierno ha conseguido el titular del medio millón de empleos creados en el ejercicio, aunque no el de los 21 millones de afiliados: finalmente, el año cierra por encima de los 20,77 millones de trabajadores registrados, el mejor dato de la serie histórica.

"España está mostrando una capacidad de resiliencia encomiable", ha asegurado la nueva ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, en unas declaraciones enviadas a los medios. "2023 ha sido un año histórico en creación de empleo desde todas las perspectivas con el que se consolida el cambio estructural de nuestro mercado de trabajo", ha añadido.

En el conjunto del año, la educación lideró el aumento de la ocupación al sumar 148.744 nuevos cotizantes. También destacó la hostelería, con 75.646 ocupados más, y el comercio, que sumó 61.370 cotizantes en el año. Del lado contrario, la Administración Pública perdió 68.178 cotizantes, así como el Sistema Especial Agrario (16.341 bajas) y el Sistema Especial de Hogar (-3.783 afiliados). Solo en diciembre la hostelería registró 21.762 afiliados menos, junto con la construcción, con 14.277 menos; mientras que el mayor avance fue para actividades sanitarias y servicios sociales, con 20.432 más.

Según el Ministerio, lo más reseñable es que el crecimiento de la afiliación respecto al nivel previo a la pandemia es "especialmente intenso" en sectores de alto valor añadido, como informática y telecomunicaciones, que cuenta con un 25,2% más de afiliados que antes del Covid, o actividades profesionales, científicas y técnicas, donde la ocupación ha aumentado un 15,8%. De hecho, según Seguridad Social, uno de cada cinco nuevos afiliados, esto es, 314.000 personas, se han incorporado a estos dos sectores "altamente productivos" desde que finalizó la pandemia.

Por otro lado, este año todas las comunidades autónomas han ganado en 2023 afiliados medios respecto a 2022, entre las que destacan los incrementos de la ocupación en Canarias (+3,9%) y Madrid (+3,8%). En términos absolutos, Madrid lideró el repunte de la ocupación en 2023, con 135.033 nuevos afiliados, seguida de Cataluña (+94.028 cotizantes); Andalucía (+64.358 afiliados) y Comunidad Valenciana (+61.198).

El número de parados se ha reducido en más de 27.300 personas, más de 130.100 a lo largo de todo el año. Diciembre cerró con 2,7 millones de personas desempleadas, lo que supone la mejor cifra en este mes desde 2007, antes de que estallase la crisis financiera, en medio además de una fuerte creación de empleos fijos. El 37% de todos los contratos firmados este diciembre han sido indefinidos. En el conjunto del año, se ha firmado el menor número de contratos temporales de la historia, un 22% menos que el año anterior y en torno a la mitad de la media prepandemia. El porcentaje de afiliados con contrato temporal se situó a cierre del año en mínimos del 14%, frente a la media del 30% de antes de la reforma laboral.