CAF, Alstom y Stadler recibirán en los próximos días la propuesta de Renfe para compensar los sobrecostes en la fabricación de trenes para su flota tras el efecto de la pandemia de Covid-19 y la guerra de Ucrania en los contratos de la operadora pública.

El Consejo de Administración de la compañía que preside Raül Blanco ha aprobado este lunes una Propuesta Preliminar de revisión excepcional de precios de los contratos para fabricación y mantenimiento de trenes de Cercanías, Rodalies y Media Distancia adjudicados desde 2019.

Una reciente modificación de la ley del Sector Ferroviario permite revisar los precios de estos contratos destinados a trenes de Servicios Públicos. La compañía dependiente del Ministerio de Transportes encargó un estudio a la empresa pública Ineco a fin de establecer el impacto de las dos crisis en los precios de los componentes y de las materias primas utilizadas por los fabricantes (acero, aluminio, cobre, plásticos, químicos, vidrio o material electrónico, por ejemplo).

La propuesta aplica un efecto corrector, en función del gasto realizado en cada serie de trenes y por cada uno de los fabricantes. La operadora no ha dado detalles de cuál es la fórmula diseñada por Ineco. Se trata de un cálculo preliminar, sujeto a alegaciones y aprobaciones. Los fabricantes tendrán un plazo de 15 días hábiles para presentarlas. Después, la propuesta tendrá que pasar el filtro de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos y, en último término, del Consejo de Ministros.

Los trenes afectados en el caso de CAF (más de 1.000 millones de euros) son 31 trenes de ancho métrico, seis trenes llamados ‘alpinos’, 28 trenes eléctricos de media distancia, 29 trenes eléctricos de Cercanías. Precisamente, este lunes ha comenzado en la fábrica de CAF de Beasain (Gipuzkoa) la construcción de los 38 trenes de ancho métrico para Cantabria y Asturias, tras el problema surgido con las medidas de los túneles.

Por su parte, para Alstom se revisará el importe (1.800 millones) de 152 trenes de gran capacidad de Cercanías. En el caso de Stadler (casi 1.000 millones), se ven afectados 24 trenes de gran capacidad de Cercanías (en su versión de 100 metros de longitud) y 35 trenes de gran capacidad (en su versión de 200 metros de longitud), con sus posteriores opciones.

La propuesta que remitirá la empresa a los fabricantes también plantea la revisión de los contratos para la adquisición de piezas del parque que se reserva para el mantenimiento futuro de los trenes.