El consumo de bebidas espirituosas en España sufrió un descenso del 5,9% en 2023, con 187 millones de litros. Lo hizo a pesar del récord del gasto de turistas registrado el año pasado, del incremento de la cifra de negocios de la hostelería y en un contexto marcado por la inflación.

"El 2023 ha sido un año de ajuste en el que las previsiones del 3% de caída se vieron finalmente duplicadas", ha asegurado el director ejecutivo de Espirituosos, Bosco Torremocha, durante la celebración del 25º aniversario de la Federación Española de Espirituosos-Espirituosos España. Aunque los primeros seis meses eran "esperanzadores", en la segunda mitad del ejercicio se constató una caída en el consumo.

Por categorías, registran pequeños descensos bebidas como la ginebra (-0,6%), el brandy (-0,3%), los ponches (-0,09%), el anís (-0,06%) y el whisky (-0,03%). Por contra, hay otras que registran ligeros crecimientos como los licores (0,6%), el ron (0,2%), el tequila (0,8%) y el vodka (0,1%).

También se han retraído ligeramente las exportaciones (un 1,8%) respecto al año pasado, cuando se alcanzó un récord histórico por encima de los 1.000 millones de euros. En concreto, la cifra en el ejercicio 2023 se queda en 1.011 millones de euros. Salieron fuera de nuestras fronteras 131 millones de litros de bebidas espirituosas, el 40% de la producción total.

España lidera la producción de brandy, ron y licores. Desde el Brexit, además, también es el primer productor de ginebra de la Unión Europea y el segundo en producción de whisky por detrás de Irlanda.

Para 2024, el sector espera que se estabilicen los mercados y que se frenen las tendencias inflacionistas que han lastrado un consumo que se realiza en un 62% en el canal hostelero. "Es necesario mantener la estabilidad y apostar claramente por medidas de refuerzo de la economía, el consumo y apoyar sectores claves como la hostelería y el turismo", ha rematado Torremocha.

"Es un sector muy influenciado por el consumo fuera del hogar", ha reconocido el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, durante el acto conmemorativo. Además, ha reconocido el sufrimiento que tuvo el sector durante la pandemia y la capacidad de recuperación del mismo. Asimismo, ha puesto en valor las 19 Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) con que cuenta el sector, con 224 empresas que elaboran productos bajo ese marchamo.

Con 3.800 centros de producción, el sector contribuyó en 2023 con 1.571 millones de euros a las arcas del Estado mediante el pago de impuestos. No en vano, el 73% de la recaudación por impuesto especial aplicable a bebidas alcohólicas corresponde al sector de bebidas espirituosas. Pese a ello, desde la patronal remarcan que aunque es el tipo de bebida alcohólica que más impuestos especiales soporta, solo representa el 5% del volumen total de consumo de bebidas alcohólicas en 2023.

La contribución del sector a la economía española fue de 1.964 millones de euros (366 millones de contribución directa; 1.184 millones, de indirecta; y 414 millones, de inducida). Por cada euro que genera el sector, se generan otros cuatro euros de valor añadido a la economía, según los cálculos de Espirituosos. Y por cada empleo del sector, se generan nueve indirectos. La patronal pone en valor además que muchos de ellos son en el medio rural y contribuyen a fijar población en la denominada España vaciada.

Las bebidas espirituosas son aquellas bebidas con al menos el 15% de volumen alcohólico, que se obtienen por la destilación de productos de origen agrícola. Origen agrícola entendemos el que ha sido obtenido por la destilación, previa fermentación, de uno o varios productos agrícolas como uva, cereales, remolacha, patata, caña de azúcar..