El negocio de Santander en España hace tiempo que no es el que más pesa en los beneficios del grupo, pero en el pasado ejercicio la pandemia y sus consecuencias económicas han hundido su aportación. La filial española, que en 2019 era la segunda que más pesaba sobre las ganancias del grupo, es ahora la sexta que más aporta, por detrás de Brasil, Santander Consumer Finance, México, Estados Unidos y Reino Unido.

Durante los últimos años los mercados más importantes para el Grupo Santander han sido Brasil, España y Reino Unido, si bien hace años que el país sudamericano es el que más aporta al beneficio global. Al menos, desde 2016, cuando Reino Unido dejó de ser el primero.

El peso de la filial española ha ido variando a lo largo de los últimos años, con una aportación de entre el 10% y el 20%, pero la pandemia ha dado al traste con este ranking. En 2019 este mercado aportó un 15%, pero en 2020 se quedó en la mitad, en un 7% del beneficio ordinario total del grupo, que se situó en 5.081 millones (el neto, el que tiene en cuenta los extraordinarios, fueron unas pérdidas de 8.771 millones de euros).

Los costes de la pandemia están detrás de esta situación. La filial española registró un beneficio ordinario de unos 517 millones de euros, lo que implica una caída del 67% respecto al cierre de 2019, tras dotar provisiones por unos 2.001 millones para protegerse frente a los posibles impagos que pueda traer la pandemia, especialmente una vez se retiren las medidas de apoyo puestas en marcha por el Gobierno.

Ana Botín, presidenta del banco, confiaba el miércoles, durante la presentación de resultados de Santander, en que en los próximos años gane peso España sobre el conjunto del grupo, si bien mostraba su satisfacción por el "éxito" de su diversificación geográfica.

En esa estrategia, Brasil ha sido durante los últimos años la estrella. En 2020, este mercado volvió a ser el que más aportó a los beneficios del grupo, con unas ganancias de unos 2.113 millones de euros (-28%). Lo ha sido durante los últimos años, pero en 2020 llegó a pesar el 30% sobre el total. Por el contrario, Reino Unido ha caído desde el primer puesto que tenía en 2015, justo después de que Botín tomara las riendas del banco.

Caída de actividad y provisiones

España ha sido uno de los mercados más afectados por la pandemia. Los ingresos de la filial cayeron un 10% en 2020, especialmente debido a la caída de las comisiones relacionadas con la transaccionalidad y los menores ingresos de actividades inmobiliarias. Además, en la comparativa del beneficio del cuarto trimestre respecto al anterior hay que tener en cuenta que es a final de año cuando los bancos realizan su aportación al Fondo de Garantía de Depósitos.

Con todo, su tasa de morosidad en España se situó en el 6,23%, prácticamente en línea con el ejercicio anterior. Fue así dado que los impagos no han hecho su aparición aún debido a las medidas de apoyo a la economía puestas en marcha por el Gobierno, como las garantías públicas por hasta 140.000 millones para los créditos concedidos a empresas con problemas de liquidez.

Aunque desde el banco no han querido detallar con qué escenario de morosidad trabajan para 2021, reconocen la importancia de que el Gobierno continúe con su programa de ayudas a autónomos y pymes. De hecho, Botín pedía el miércoles ayudas directas, más que préstamos, para que las empresas viables puedan salvarse.