El temor es creer que está hecho, que es gratis. En el PNV no quieren que esa sea la percepción de su apoyo al proceso para desprender a Pedro Sánchez de su condición de presidente ‘en funciones’. Hoy una delegación encabezada por el portavoz de la formación nacionalista, Aitor Esteban, acudirá a la ronda que el PSOE tiene en marcha para captar abstenciones y síes a su candidato. Los noes los tiene claros, y algunos votos a favor también. Los de los seis escaños del PNV figuran entre estos últimos. Pero hoy el PNV acudirá con la ‘agenda vasca’ bajo el brazo. Ortuzar recordó ayer que si con quien sólo debe abstenerse se acumula una lista de encuentros y diálogos, en referencia a ERC, a con quien se le solicita un sí "también se debería hablar con ellos".

El diálogo entre Sánchez, el PSOE y el PNV es fluido y constante. No en vano, desde hace tres años el PSE es el socio de gobierno de los nacionalistas en las principales instituciones de Euskadi. La visita prevista hoy se celebra en un momento complicado para los nacionalistas, tras la sentencia del llamado ‘caso De Miguel’, que sitúa al PNV en el imaginario social de los partidos vinculados a la corrupción –varios ex altos cargos nacionalistas figuran entre los 15 condenados por una trama de comisiones ilegales-. También con el eco de su proyecto de nuevo estatus para Euskadi presentado a comienzos de este mes y en el que incluye el derecho a decidir.

El planteamiento que hoy hará el PNV al PSOE para recabar su sí no contempla exigencias ni líneas rojas, sino peticiones y compromisos a abordar a medio plazo. En Sabin Etxea no se contempla no facilitar la conformación de un Gobierno liderado por Sánchez. Ninguna de las otras alternativas se antoja como mejor opción; ni el apoyo de ‘las derechas’ a la 'vía Arrimadas' ni una repetición electoral.

En los últimos días tanto el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, como el propio lehendakari Iñigo Urkullu han avanzado los ejes por los que discurre la propuesta que el PNV hará al PSOE. El cauce central pasa por el cumplimiento del Estatuto de Gernika y una renovada disposición a afrontar un debate territorial en un foro creado ‘ad hoc’ en el que se puedan plantear propuestas de las naciones "singulares" del Estado, como la Euskadi ‘de igual a igual’ con España que reivindica el PNV.

Seguridad Social

En la lista de peticiones se incluirá la actualización del calendario de traspasos de competencias que el Gobierno ya firmó con el Ejecutivo vasco. Lo hizo en enero pasado pero desde entonces, de la treintena de materias que se debían haber cedido ya a Euskadi para dar por prácticamente cumplido el Estatuto de Gernika, la mayoría continúan incumplidas. En aquella lista no figuraba el régimen económico de la Seguridad Social y que ahora el PNV quiere incorporar. No será una exigencia para apoyar la investidura pero si una reclamación para que su sume a la batería de transferencias a completar en los próximos meses.

El PNV cuenta con una sentencia del Tribunal Constitucional del pasado mes de noviembre en la que reconoce que según establece el Estatuto más antiguo de cuantos hay en vigor, el de Gernika de 1979, esta materia corresponde gestionarla al País Vasco. Fijarlo ahora como una demanda ineludible sería abrir una 'caja de Pandora' en un contexto ya demasiado crispado y que el PNV quiere evitar.

Otra de las demandas que los nacionalistas trasladarán hoy al PSOE será la necesidad de afrontar un cambio de actitud ante la cuestión territorial. El PNV aspira a que se constituya un foro adecuado para tratar estas cuestiones teniendo siempre en cuenta las “singularidades” de “nacionalidades” como la vasca. La conferencia de presidentes que Sánchez quiere convocar próximamente se le queda pequeña e inútil al PNV para tratar un nuevo ‘encaje’ de Euskadi en el Estado. El lunes Urkullu recordaba tras hablar con Sánchez telefónicamente que ya le avanzó que en el País Vasco una ponencia de autogobierno trabaja en esta materia. También que existe una propuesta, la del PNV, con el apoyo del PSE y Podemos, que ha logrado un respaldo del 80% de su articulado.

El PNV propondrá explorar la que considera que es una vía de legalidad que no comprometería al Gobierno. La aspiración de los nacionalistas es profundizar en esta legislatura recién inaugurada en la potencialidad que permite en materia territorial las disposiciones adicionales del Estatuto de Gernika y la Constitución, que reconocen los derechos históricos a los territorios forales y a éstos como base del encaje en el Estado.

Nuevo 'estatus vasco'

El derecho a decidir, una nueva relación con el Estado o el modelo territorial son cuestiones que los nacionalistas trasladarán del mismo modo que el lunes ya plantearon los representantes de EH Bildu. Ellos incorporaron además la petición en materia de presos de ETA para acercarlos a Euskadi. Hoy el PNV no lo fijará como una petición en esos términos pero sí recordará que sigue pendiente la transferencia de la competencia de prisiones, una materia, junto al régimen económico de la seguridad Social que PSE y PNV calificaron como prioritarias en su acuerdo de Gobierno en el País Vasco. El calendario que la entonces ministra Meritxell Batet firmó incluía en el último lugar de la lista la cesión, como hay posee Cataluña, de la política penitenciaria a Euskadi.  

La cita entre el PNV y el PSOE se produce además en un momento dulce de la relación que el gobierno de coalición PNV-PSE en Euskadi vive con Podemos. El acuerdo que la formación de Iglesias alcanzó para facilitar las cuentas de Urkullu se sitúa dentro del triángulo de complicidades que también parecen haber establecido socialistas, nacionalistas y podemitas en Madrid para sacar adelante el apoyo de los partidos de que respaldaron la moción de censura a Rajoy y que facilitaron la llegada de Sánchez a poder.