Cuenta atrás para el debate y votación de la prórroga del estado de alarma en el Congreso. Los socios de investidura del Gobierno de coalición negocian a contrarreloj con el Ejecutivo de Pedro Sánchez después de rechazar todos ellos, con mayor o menor contundencia, la aprobación de una alarma de seis meses del tirón sin control parlamentario. Hasta ayer, Moncloa descartaba reducir los plazos y descartaba la rendición de cuentas del presidente del Gobierno -en todo caso se reduciría a la puntual participación parlamentaria del ministro de Sanidad, Salvador Illa-, lo que a ojos de grupos como ERC, Bildu, JxCat, Compromís o Más País es "peligroso" y "a todas luces inconstitucional".

A diferencia del PP -que ofreció a Sánchez un plazo máximo de dos meses de alarma a cambio de su 'sí' este jueves- los aliados de la coalición gubernamental no cuestionan tanto la duración de la prórroga hasta el próximo mes de mayo como que sólo se apruebe una sola vez y no se someta el decreto al control parlamentario a través de sucesivas prórrogas en el Congreso, ya sean de 15 días como estaba establecido o en plazos superiores, para discutir que se introduzcan "nuevas características" o "nuevas medidas", como han defendido los portavoces de los diferentes grupos parlamentarios. En definitiva, los grupos recelan de la intención del Gobierno de esquivar el control parlamentario durante un tiempo excesivamente largo.

Así, cuando restan menos de 48 horas para la votación de la prórroga en el Congreso -está previsto que el debate arranque el próximo jueves 29 a las 09:00 horas de la mañana- el cheque en blanco que pedía Sánchez para aprobar el estado de alarma de seis meses por "recomendación de los expertos" comienza a tambalearse.

Tanto Joan Baldoví (Compromís) como Mertxe Aizpurua (Bildu) han mostrado en la mañana de este martes su preocupación ante la "excesiva" propuesta de seis meses, una tesis a la que se ha unido el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, cuyos votos son indispensables para sacar adelante la prórroga del estado de alarma en caso de que Ciudadanos decida quedarse en el 'no' o en la 'abstención'. Al líder nacionalista no le ha temblado el pulso al manifestar sus dudas respecto a la propuesta, al considerar que "sustraer el control parlamentario al Gobierno" hasta mayo de 2021 es "peligroso", pero que en todo caso continúa la negociación con Moncloa.

"Democráticamente chirría que el Congreso no pueda votar en seis meses algo tan restrictivo como es un estado de alarma", lamentaba Rufián. "Nos gustaría que el Parlamento tenga más papel de control (...) Pedimos una salida intermedia con rendición de cuentas" porque un plazo de seis meses "es abusivo y es peligrosísimo", corroboraba la portavoz de JxCat, Laura Borràs.

A las reivindicaciones de los socios de investidura del Gobierno se une Ciudadanos, que ya en el día de ayer deslizó que su apoyo a una prórroga de seis meses vendría condicionado a una rendición de cuentas periódica por parte del jefe del Ejecutivo. Pese a considerar este plazo como "excesivo", los naranjas no criticaron tanto la forma como el fondo, y pusieron el foco en evitar que Sánchez escape al "necesario" control parlamentario.

El PP insiste en una alarma de dos meses

Por su parte, el PP sigue insistiendo en su "generosa oferta" al Gobierno, que implica garantizar el 'sí' de los de Pablo Casado siempre que la declaración del estado de alarma dure un máximo de dos meses -hasta antes de Navidad- y que vaya aparejada de control parlamentario al jefe del Ejecutivo y de la construcción "mano a mano" de una legislación alternativa a este instrumento excepcional, que debería estar listo antes de final de año.

La portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, ha instado a Sánchez a reconsiderar la oferta del principal partido de la oposición porque, a su juicio, un estado de alarma "debe cumplir la condición de proporcionalidad". Preguntada por la posibilidad de que los populares pudieran ampliar algo más su propuesta de duración de la alarma, Gamarra ha negado la mayor. "No es objeto de negociación. Si el Gobierno no asume nuestra propuesta, este grupo lo registrará como enmienda", y advertía: "el rechazo a esta oferta no debería estar en la hoja de ruta del Gobierno".