La Audiencia Nacional obliga al BBVA a entregar las agendas y correos electrónicos corporativos de Antonio Béjar -ex responsable de Riesgos de la entidad financiera e imputado en la causa en la que se investigan los encargos del banco a la empresa del comisario Villarejo- al entender que este material resulta útil y necesario para el esclarecimiento de los hechos por los que el antiguo directivo está siendo investigado.

En un auto fechado este miércoles, la Sección Tercera de la Sala de lo Penal revoca el auto por el que el instructor de esta macrocausa denegó la petición de Béjar de acceder a la totalidad de su correspondencia electrónica tanto en su etapa en el BBVA como al frente de Distrito Castellana Norte (DCN). Se trata de una diligencia clave para la defensa de este ex directivo, que mantiene que fue Francisco González quien "personalmente ordenó en el mes de octubre de 2009 la contratación" del grupo empresarial controlado por Villarejo (Cenyt).

Antonio Béjar fue llamado al procedimiento a raíz de unos correos electrónicos aportados por el banco antes de que, en julio de 2019, el juez García-Castellón imputara a la entidad financiera como persona jurídica. El ex responsable de Riesgos considera que el material probatorio entregado por el BBVA estaba incompleto y descontextualizado y necesita acceder a la documentación completa para poder defenderse de los delitos por los que se le acusa.

El titular del Juzgado Central 6 de la Audiencia Nacional había rechazado que se aportara la citada documentación a la causa con los argumentos de que era una diligencia innecesaria y de que, de admitirse, podría lesionar el derecho de defensa del BBVA al exigírsele que entregara elementos potencialmente incriminatorios para el banco. La posición del instructor era compartida por la representación del banco pero no por la Fiscalía Anticorrupción, que respaldaba la petición del reclamante.

La Sala desestima esas razones y concluye que "no puede ser cuestionada la pertinencia, utilidad y necesidad" de la diligencia propuesta por Antonio Béjar, por cuanto acceder a las agentes y correos electrónicos "puede poner en contexto los indicios extraídos del material parcial" -una vez expurgado el contenido que no fuese relevante para la causa- y ayudaría a la "confirmación" o "desvanecimiento" de aquéllos.

Béjar mantiene que que Francisco González quien "personalmente" ordenó la contratación de la empresa del comisario hoy preso

"Aunque, en principio, cabe concebir que las diligencias solicitadas puedan resultar incriminatorias para BBVA, su representación procesal no ha formulado alegación alguna al respecto, pues su oposición se ha fundado en otros argumentos, relativos a la ausencia de justificación por el proponente de la relación con lo solicitado con el propósito de la causa, así como su utilidad y necesidad para los fines del proceso, a las dificultades de su práctica o al peligro de que con ella resultasen lesionados sus secretos de empresa o los derechos de sus clientes", razona la Sala.

El testimonio de Béjar compromete severamente la defensa de Francisco González, que sostiene que no supo quién era José Manuel Villarejo hasta que le vio en un programa de televisión en junio de 2017 y que nunca supo de la contratación de sus servicios ni las ordenó, en contra de lo que sostiene Anticorrupción y el ex responsable de Riesgos del BBVA.

"El presidente sólo me ordenó recibir los trabajos de Cenyt para los fines por él establecidos, ya que la contratación de Cenyt fue realizada directamente por el Sr. Corrochano [ex director de Seguridad del banco, también imputado]. Ninguna participación ni responsabilidad tuve en la contratación de dicha firma, como tampoco la tuve en la contratación de Kroll. Tampoco abrigué la menor duda sobre la licitud de la contratación de aquellas firmas, ni sobre sus métodos de actuación", detalló el ex presidente de Distrito Castellana Norte en la demanda por despido que interpuso contra el BBVA. Béjar terminó retirándola tras llegar a un acuerdo económico con el banco. 

Vio a Villarejo "una sola vez en su vida"

El antiguo directivo asegura que vio "una sola vez en su vida" a Villarejo. Fue concretamente en 2016, cuando el comisario hoy preso se presentó junto a su socio -Rafael Redondo, también investigado en la causa que tramita el Juzgado Central 6 de la Audiencia Nacional- en su oficina de Distrito Castellana Norte a ofrecerle sus servicios. "Tras una breve entrevista, les despedí y nunca les contraté", mantiene. Esa cita tuvo lugar casi 12 años después de que Cenyt empezara a prestar servicios para la entidad financiera.

Antonio Béjar entiende que "no sólo los correos, sino las agendas" son "decisivas para demostrar que no existió cita previa en la visita del sr. Villarejo con el sr. [Julio] Corrochano a DCN (se presentaron sorpresivamente), que nunca se le contrató y que no hubo siquiera contactos anteriores ni posteriores".