El aterrizaje de Toni Cantó a la política madrileña fue de todo menos tranquilo. Hacía semanas que el ex dirigente de Ciudadanos estaba siendo sondeado por la dirección nacional del PP para dar un golpe definitivo al partido de Inés Arrimadas, que jugará el próximo 4 de mayo la que puede ser su última bala política. El plan de Pablo Casado y Teodoro García Egea parecía ejecutado a la perfección: un sorpresivo fichaje de uno de los últimos pesos pesados de Ciudadanos para unificar definitivamente el centroderecha en torno a las siglas del Partido Popular en las elecciones madrileñas. Pero la filtración de la noticia por parte de la dirección del PP generó enorme malestar en el equipo de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Díaz Ayuso también había sondeado al político valenciano, pero Génova se adelantó y le marcó los tiempos.

La tensión entre Génova y Sol a cuenta de la llegada de Toni Cantó al PP se solventó en una reunión entre las altas esferas populares en la sede nacional del partido, en que se acordó que el actor iría finalmente de 'número 5' en las listas de Isabel Díaz Ayuso para las elecciones del 4 de mayo, a pesar de las reticencias de la líder madrileña a que el ex dirigente de Ciudadanos ocupase algún puesto de salida por delante de sus consejeros y colaboradores más estrechos. La dirección de los populares estudia ofrecer al político valenciano una "plataforma nacional", con las vistas puestas en el Senado. "No hemos fichado un gestor para encerrarle en un cuarto. Hemos fichado un político y un discurso", comentan fuentes de la cúpula del PP.

El ex dirigente de Ciudadanos se ha volcado en la campaña madrileña, pero en Génova se trabaja con la idea de que el punto fuerte del actor es el de los "grandes discursos" como los que hacía en las Cortes Valencianas. Muchos de ellos se hacían virales, al igual que una parte importante de sus tuits y mensajes en redes sociales que, hasta hace unas semanas, servía de revulsivo a un Ciudadanos en sus horas más bajas. Ahora el PP quiere capitalizar ese éxito del político valenciano, pero no con una consejería donde "estaría desaprovechado".

La idea de que a Toni Cantó se le asigne una consejería en el Gobierno de Díaz Ayuso en caso de que ésta gane las elecciones no resulta tan atractiva como una portavocía adjunta en el grupo del PP en el Senado, que lidera Javier Maroto. "El tándem Maroto-Cantó puede ser imbatible", comentan las fuentes consultadas. "Él viene a eso. Su sitio está en la política nacional", se reafirman.

Las intervenciones del dirigente en el Parlamento valenciano inspiran al PP para no "desaprovechar" el tirón de un político con una legión de seguidores en redes sociales: sólo en Twitter maneja unas cifras de más de 380.000 seguidores y una de sus intervenciones en Les Corts cuenta nada menos que con más de 23.000 retuits y casi 60.000 'Me gusta' en la misma red social. Y sus mensajes, tanto antes en Ciudadanos como ahora en el PP, se enmarcan casi siempre en el contexto de la política nacional.

El pasado miércoles, en la puesta de largo de la candidatura de Isabel Díaz Ayuso para el 4-M, Toni Cantó se convirtió en uno de los grandes protagonistas de la jornada. El presidente de los populares, Pablo Casado, se deshizo en elogios hacia el político valenciano por querer sumarse al "proyecto en que defienden sus mismos ideales". Aprovechaba además para lanzar capote al actor y defenderle de los ataques vertidos sobre el ex dirigente de Ciudadanos por cambiar de siglas políticas por cuarta vez. "Aquí no preguntamos a nadie de dónde viene, sino hacia dónde quiere ir para defender a España y a la libertad", proclamaba.

La consejería de Cultura, "reservada" a Marta Rivera

Una vez se confirmó el fichaje de Toni Cantó como independiente en las listas del PP de Madrid, las quinielas pasaban por un encaje del actor y político valenciano en la consejería de Cultura del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. Otra salida con visibilidad para el valenciano en la política madrileña sería el puesto de portavoz en la Asamblea, pero esa posibilidad no está encima de la mesa de la presidenta madrileña, con plena confianza en Alfonso Serrano, jefe de campaña y portavoz del PP en la cámara madrileña.

El departamento de Cultura y Turismo también tiene ya nombre, y no es el de Cantó: el PP quiere para el puesto a la ex consejera del ramo, Marta Rivera de la Cruz, de Ciudadanos. Fuentes autorizadas confirman que el partido también la sondeó para incorporarla a las listas del PP para el 4-M, pero ésta decidió "no romper abruptamente" con Arrimadas antes de los comicios. Aunque ella aún no se ha pronunciado al respecto, los populares dan por descontado que se incorporará al ejecutivo de Díaz Ayuso, dentro del PP o como independiente, al frente de la Consejería de Cultura cuando pasen las elecciones.

Rivera mantiene una excelente relación con la presidenta madrileña, y ésta tampoco ha ocultado sus deseos de incorporarla a su equipo. Hay que recordar que el artículo 22.2 del Estatuto de Autonomía regional establece que para ser "vicepresidente" o "consejero" del ejecutivo madrileño "no será necesaria la condición de diputado", por lo que la dirigente de Ciudadanos podría sumarse al barco de Ayuso sin haber sido elegida en los comicios.