Ni intervenir, ni subirse a un escenario, ni estar detrás de una pancarta. Esas son las directrices que han trasladado los organizadores de la manifestación del 13-J en Colón a los políticos que se han adherido a la protesta contra el Gobierno por su intención de conceder el indulto, en cualquiera de las fórmulas que contempla Moncloa, a los doce dirigentes independentistas condenados por el 'procés'. PP, Vox y Ciudadanos se han sumado. Pablo Casado, Santiago Abascal e Inés Arrimadas, estarán presentes. Pero su papel, coinciden varios de los impulsores de 'Unión 78', ha de ser secundario: la sociedad civil, "desde el anonimato", debe ser la protagonista de la jornada y los políticos alejarse de "sitios destacados" ubicándose en "segunda o incluso tercera fila" el día de la protesta. Es decir, ser "uno más". "De lo contrario, estaríamos errando el tiro", suscriben.

Que dirigentes de uno u otro color político se conviertan en protagonistas de la jornada y atraigan el foco mediático no es una circunstancia que favorezca a la causa que se pretende defender en la plaza madrileña. Es más, alimenta la "campaña interesada" que, según las fuentes consultadas de la citada organización, está desplegando Moncloa para que lo "noticiable" ese día sea la batalla entre dos fuerzas políticas. A su juicio, "hay gente empeñada en buscar votos y dar protagonismo a los partidos quitándoselo a los ciudadanos", por lo que el llamamiento es claro: no caer en las "trampas" de Sánchez en este sentido, desde cuyo gabinete vuelven a agitar el mantra del 'trifachito' para embarrar una cita "transversal", que tiene como objetivo mostrar el "hartazgo de la gente".

"Si quieren buscar una foto, les recomendamos que lleven una gran angular", sostienen, suscribiendo en este caso la tesis que predomina especialmente en PP y en Ciudadanos sobre evitar una reedición de la 'foto de Colón' el próximo 13 de junio. Ambos partidos han suscrito que no entra en sus planes fotografiarse con otros dirigentes políticos, y que acudirán a la cita a título personal, como "ciudadanos de a pie", para no "robar protagonismo y titulares a los convocantes, y tampoco entrar en el juego de quienes necesitan como sea agarrarse al mantra de la 'foto de Colón' para desviar la atención del tema que nos ocupa", sentencian desde la dirección nacional de Ciudadanos. Fuentes populares aseguran también que la bandera que quiere agitar el Gobierno de las "tres derechas" y que tanto afectó al PP en las generales de 2019 "ya no cala" en la sociedad y que es un argumento fallido. En todo caso, insisten en que "la foto no se va a producir", esgrimiendo los mismos motivos que sus homólogos naranjas.

Varios de los impulsores de 'Unión 78' reconocen que, por norma general, los partidos que tienen previsto asistir han demostrado que "no aspiran a nada" yendo al evento, tan sólo unirse a la causa sin hacer mucho ruido. El que ha llevado la línea más dura en este sentido ha sido Vox, desde cuya formación sí se ha criticado la tibieza tanto de PP como de Ciudadanos. Ambas formaciones habían rechazado en un primer momento salir a la calle como vía de presión contra Sánchez, pero se unieron a la manifestación del 13-J después de que Santiago Abascal lo hiciese y que dirigentes como Cayetana Álvarez de Toledo instasen a volver a empuñar la rojigualda en Colón "sin reparos ni remilgos".

Esta semana, Vox hizo un llamamiento a "acudir en masa" y "en primera línea" a la cita del 13-J, censurando los "bandazos" de Arrimadas y Casado en esta cuestión. "¿O sea, que al final PP y Ciudadanos vienen a la manifestación? No estamos muy seguros, pero bueno, nos parece bien aunque ahora pongan la excusa de la sociedad civil. Damos la bienvenida a todos los que cambian de opinión con el tema", ironizaba el portavoz parlamentario de la formación, Iván Espinosa de los Monteros.

Afluencia masiva

En 'Unión 78' creen que la afluencia en Colón el próximo 13 de junio no sólo será masiva, sino que podría incluso superar la asistencia que se registró en la última gran convocatoria -en aquel caso con sello 100% político- de febrero de 2019, cuando PP, Cs, Vox y otras cinco fuerzas minoritarias secundaron una protesta que rebosó la plaza madrileña. Entonces, la gota que colmó el vaso en la incorporación de la polémica figura de un 'relator' que diese fe de las conversaciones entre el Gobierno español y el Govern catalán, como si se tratase de una negociación entre dos naciones. Pero "ese hartazgo se ha ido incrementando de manera exponencial entre los españoles a lo largo de estos dos años", sostienen en la plataforma, que defienden que la transversalidad del rechazo a las cesiones del Gobierno de Sánchez a sus socios de investidura será la que marque el camino el próximo 13-J.

Es ese otro motivo por el que se pide no patrimonializar el evento, que dará acogida no sólo a votantes de derecha o del centroderecha, sino también a electores socialistas que "no aguantan ni un minuto más" a Pedro Sánchez y cuya línea han defendido esta semana varios barones críticos, como Guillermo Fernández Vara o Emiliano García-Page; y ex dirigentes históricos del PSOE como Felipe González o Juan Carlos Rodríguez Ibarra. En Ciudadanos, por ejemplo, piden abrir la puerta a "socialistas relevantes" para que asistan a la manifestación, lo que por otra parte cortaría las alas a Moncloa para vender el 13-J como un acto limitado a la derecha. En 'Unión 78' confirman que, al margen de la militancia, al menos una "personalidad relevante" del socialismo estará presente el próximo domingo, sin confirmar aún el nombre del mismo.