Los indultos y la reforma del delito de sedición han vuelto a centrar otra comparecencia pública del Gobierno, esta, la de María Jesús Montero tras al reunión del Consejo de Ministros. Quizá la principal revelación es que el Gobierno no descarta que el líder de ERC, Oriol Junqueras, se siente a la mesa bilateral una vez sea indultado.

Bien es cierto que Montero ha insistido en que dicha mesa "es para encuentros de los dos gobiernos" y que Junqueras podría incorporarse a la mesa de partidos que se constituya en el seno del Parlamento catalán. Pero tras asegurar que "en ningún momento se ha planteado la presencia en esa mesa que no sea los que representan al Gobierno, otra cosa es que tras la cita entre Sánchez y Aragonés, se plantee. Las delegaciones trasladarán cuáles son las personas que la compondrán".

Ha apelado a la "paciencia cuando todavía no se ha producido el encuentro bilateral". Ir más allá es "prematuro y especulativo", aunque cree que debe haber un "espacio entre los gobiernos y debe haber espacio entre los partidos", al tiempo que reclama también liderazgo por parte del govern de Cataluña.

Puigdemont será juzgado por la justicia española

Además, ni los indultos ni la reforma del delito de sedición van a impedir que el ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont evite ser detenido y juzgado a su llegada a España si se acepta esta vez la petición de extradición del fugado en Waterloo. Así lo ha aclarado Montero, en su comparecencia pública de todos los martes.

Tras insistir en que los indultos "van a estar inspirados por los valores constitucionales de reencuentro y convivencia que queremos que presida el gobierno de España" y que caminará de forma paralela la reforma del delito de sedición, ha aclarado que Puigdemont "tiene que ser juzgado por la justicia española. No es de recibo que una persona se haya escapado para no hacer frente a ese juicio. Ojala tengamos su extradición para juzgarlo con todas las garantías procesales".

Además, tras mostrar su convencimiento de que no habrá una sola bandera socialista en las manifestación del día 13, ha admitido no creer que la foto de Colón entre PP, Vox y Ciudadanos se fuera a repetir, alianza que ha calificado de "antinatura, que fue contestada en las urnas por los ciudadanos".

Asimismo se ha vuelto a suscitar la crisis diplomática con Marruecos, marcada por la declaración, hoy, del líder de Polisario ante la Justicia Española. Montero ha insistido en las mismas palabras pronunciadas por el lunes, respecto a que resulta "inaceptable" el asalto a la frontera y desafiar la integridad territorial de España. Y ha recordado la posición tradicional de España respecto a su respaldo a las resoluciones de las Naciones Unidas sobre el referéndum del Sáhara.

"España desea una buena relación que permite que seamos una suerte de embajadores de la Unión. Deseamos que cuanto antes se vuelva a la normalidad", ha dicho la ministra subrayando la bajada de la tensión en la frontera.

Además, ha asegurado no tener constancia de que se haya intervenido ningún vuelo procedente de Argelia para recoger al líder de Polisario, Brahim  Ghali, tras su declaración en la Audiencia Nacional. "La justicia que adoptará las medidas que estime convenientes", pero cree que se marchará "al país de donde vino". Ghali tiene pasaporte argelino.

Precisamente, este jueves Sánchez irá a Libia "a mostrar el apoyo de España tras el alto el fuego de finales de agosto del año pasado. España apuesta por la paz y prosperidad en Libia que considera clave para la vecindad sur".

Aragonès se desmarca de Marruecos

En este contexto, Pere Aragonés se ha referido también a la crisis con Marruecos, que este lunes asociaba el futuro del Sáhara con la crisis catalana, para desmarcarse de esa asociación. El presidente catalán ha zanjado que “el conflicto político con el Estado lo queremos resolver con el Estado”.

“Por eso vamos a la mesa de negociación” ha añadido Aragonès, con la propuesta de un referéndum de independencia y una ley de amnistía, “para eso trabajamos”. El president ha negado que esto implique “cerrar filas” con el Gobierno en materia internacional, pero no ha evitado criticar el uso hecho por Marruecos de menores y población vulnerable.

“Ante cualquier situación priorizaremos siempre la vertiente humanitaria” ha dejado claro refiriéndose a la crisis generada por Marruecos en Ceuta. Una prioridad, ha recordado, que su ejecutivo demostró mostrando su predisposición a “dar acogida a niños para darles protección”.