El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso estará compuesto únicamente por nueve consejerías, lo que implica un recorte del 30% de las áreas de Gobierno que existían durante la coalición entre PP y Ciudadanos que gobernó en la región hasta la convocatoria electoral del 4-M. Se trata de una consejería menos de las que había prometido Ayuso en campaña electoral, cuando se comprometió a reducir los departamentos de 13 a 10 y, además, ha anunciado que suprimirá el área de vicepresidencia que, hasta los comicios, ocupaba Ignacio Aguado.

"Sé que esta decisión implica pedir muchos esfuerzos a mis consejeros", justificaba Ayuso, en lo que se entiende como un nuevo guiño a Vox, que siempre ha apostado por la reducción del gasto público y administrativo en la Asamblea de Madrid. De hecho, la formación que dirige Rocío Monasterio, condicionó el acuerdo para la composición de la Mesa de la cámara madrileña a que Ayuso aceptase su condición de abordar una reforma del Estatuto de Autonomía mediante el cual se redujese el número de diputados electos en la Asamblea de Madrid, que el PP se comprometió a revisar. "Si todos nos tenemos que apretar el cinturón, empecemos por los gobernantes", ratificaba.

La aún presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid ha afrontado este jueves la primera sesión del debate de investidura en la Asamblea de Madrid, en que ha desarrollado las principales líneas programáticas que desplegará en la región en los dos años que restan de legislatura. Uno de los principales puntos de su hoja de ruta es la "inminente" rebaja de medio punto en todos los tramos del IRPF, que situarán a Madrid como la comunidad autónoma con el tipo mínimo del impuesto más bajo de toda España, en el marco del tijeretazo fiscal que Ayuso promete ejecutar en el tiempo que resta hasta las próximas elecciones. Este compromiso cuenta con una lectura política: la presidenta madrileña prevé convertir Madrid en un dique de contención frente a las políticas fiscales que Pedro Sánchez pretende impulsar desde Moncloa y que podría proceder a revisar al alza la política tributaria de la región e igualarla a la del resto de España.

Isabel Díaz Ayuso ha encarado este jueves y viernes su segunda sesión de investidura en menos de dos años, después de haber doblado en las urnas sus votos respecto a 2019. En las autonómicas del 4-M, el PP logró una amplia mayoría de 65 escaños, a cuatro de la mayoría absoluta. Con Ciudadanos fuera de juego, Ayuso se apoyará en Vox para sacar adelante diferentes leyes de calado en lo que resta de legislatura, para las que sólo necesita la abstención de los de Rocío Monasterio: sólo el PP suma más que todas las fuerzas de izquierda juntas.

Se prevé que la presidenta madrileña anuncie mañana durante su turno de intervención en la Asamblea de Madrid, en el marco del debate con los grupos, la estructura que seguirá el nuevo Ejecutivo autonómico. Por la tarde, Ayuso desvelará los nombres que compondrán ese Gobierno, con la premisa de que la apuesta es la de la "estabilidad" y "continuidad" de los consejeros que la han acompañado a lo largo de dos años, con la incógnita de Toni Cantó y de Marta Rivera de la Cruz, ex dirigentes de Ciudadanos que también cuentan con la confianza de la presidenta.