Ya es oficial: Alberto Núñez Feijóo optará a la presidencia del PP el primer fin de semana de abril en Sevilla. Fijada para esa fecha el XX Congreso Nacional Extraordinario del partido, el viernes 1 y el sábado 2, ya sólo quedaba por despejar la incógnita de la candidatura del gallego, aunque era un secreto a voces. Por dos motivos: tiene un respaldo mayoritario entre los barones territoriales y es el único liderazgo fuerte entre las filas populares que cuenta con el aval de las urnas y cuatro mayorías absolutas.

De momento, el líder de la Xunta cuenta con la etiqueta de 'precandidato' para sustituir a Pablo Casado, dado que hasta el próximo martes no comienza el plazo para registrar su aspiración y hacerla efectiva. Para ello, necesitará el apoyo de, al menos, cien militantes, una cifra poco complicada de conseguir a nivel estatal, y menos en Galicia, dada su popularidad.

Solventado el tramite del cónclave del PP, ya en manos del Comité de Organización del Congreso (COC); y anunciadas las intenciones de Feijóo para trasladarse a Madrid, quedan por despejar cuestiones como la de quién integrará el núcleo duro del nuevo presidente nacional y que aspectos tendrá en cuenta para conformarla. Porque, aunque queda abierta la posibilidad de que cualquier otro afiliado decida dar el paso para intentar rivalizar con él, hay prácticamente un consenso en las quinielas sobre que el de Orense ocupará el cargo. Como mínimo cuatro años, hasta el desarrollo del siguiente congreso.

Fuentes del PP de Galicia explican a El Independiente que Feijóo es un hombre muy hermético, y que, por eso, no pueden valorar, con certeza, ningún nombre en particular. "Es evidente que confía en Esteban González Pons", dicen, aunque desconocen si ese vínculo es tan fuerte como para situarlo, como se especula, al frente de la Secretaría General y en suplencia de Teodoro García Egea. En cambio, sí aseguran que "hay personas de la etapa anterior que ahora tendrán una segunda oportunidad", caso de exministros.

Lo cierto es que el eurodiputado González Pons y la portavoz en el Congreso Cuca Gamarra tendrán un protagonismo clave en la nueva Dirección. De ahí la confianza transmitida esta semana para que el portavoz de la delegación española del PPE desempeñe la presidencia del COC, y para que Gamarra ejerza de coordinadora general del PP hasta que el partido tenga nuevo presidente. Pero, por lo demás, aún es pronto para hablar de nadie más, aunque figuras como la del senador Fernando Martínez-Maillo o la eurodiputa y exministra de Sanidad Dolors Montserrat suenan con fuerza. Al contrario, las líneas que Feijóo seguirá en la construcción de la nueva jefatura sí están bien definidas.

Moderación, experiencia y territorios

La senda ideológica que quiere emprender el todavía líder de la Xunta, una vez esté instalado en Génova, es el de la moderación y la centralidad. Quiere marcar distancias con Vox y actuar a imagen y semejanza de que lo ha hecho en Galicia. Para lograrlo, Feijóo considera fundamental dar cobijo a miembros de la anterior etapa, la de Mariano Rajoy. Perfiles que tengan experiencia de gestión; todo ello, intentando buscar un equilibrio con la actual Dirección, bastante joven, y sin llegar a depurar completamente.

A la moderación y la experiencia le seguiría el respeto de la autonomía territorial. Frente al centralismo que ha caracterizado la etapa Casado-García Egea, Feijóo quiere primar la capacidad de decisión de los barones en sus regiones, por ejemplo dando "manos libres" para pactar gobiernos con quienes deseen. De este modo, sí Madrid marca una línea de alianzas, no deberá ser seguida al unísono en las regiones.

Este propósito es un claro guiño de Feijóo a los líderes regionales, para agradecerles la cobertura mostrada desde que se pronunciara por la crisis Génova-Real Casa de Correos. Sobre todo, y a corto plazo, con la mirada puesta en Alfonso Fernández Mañueco y Juanma Moreno. El primero deberá negociar con Vox si quiere seguir presidiendo la Junta de Castilla y León; el segundo, deberá plantearse esa posibilidad cuando convoque elecciones a final de año en Andalucía, al agotar la legislatura. Porque, en vista de las encuestas, no podría gobernar en solitario ni repitiendo alianza con Cs.

Primará tres órganos

Hay tres espacios dentro de la Dirección que Feijóo cuidará con especial mimo cuando desembarque en Génova. El primero es la Secretaría General del partido, un puesto clave, como se ha visto en los últimos años con García Egea al frente; de contacto directo con los cargos provinciales y autonómicos. De ahí, que la persona que lo ocupe, será alguien íntimo y con una amplia confianza por parte del gallego.

El segundo ámbito de importancia será la vicesecretaría de Organización. En estos momentos, la ocupa Ana Beltrán, la última fiel de Casado. La navarra, confirmada la candidatura de Feijóo, ha trasladado su total respaldo de cara a las primarias. Eso abre la puerta a su continuidad, aunque Feijóo debe valorarlo. El papel de esta vicesecretaría es fundamental para el correcto funcionamiento del partido, dado que es el enlace directo con el secretario general y se encarga de panificar y ejecutar las actividades y objetivos. Martínez-Maillo, que suena en las quinielas, ya desempeñó esa responsabilidad en la última legislatura de Rajoy.

En tercer y último lugar, y no menos relevante por ser el puente de conexión con los medios, está la vicesecretaría de Comunicación. A diferencia de Beltrán, este órgano quedará libre en abril. Pablo Montesinos, que actualmente ocupa el cargo, ha anunciado que abandonará la política tras la marcha de Casado. "He sido honesto todo este tiempo. Entré en política por Casado y, en consecuencia, renunciaré a mis responsabilidades políticas una vez deje la presidencia del partido", ha indicado este miércoles. Podría sustituirlo la gallega Marta González, quien, en 2019, antecedió a Montesinos en dichas funciones.