Pedro Sánchez no contesta. Ni al cambio de criterio sobre el Sáhara Occidental ni sobre las medidas concretas que el Gobierno maneja para ese plan de respuesta que el Consejo de Ministros aprobará el próximo martes. Se lo han pedido los tres interpelantes de esta sesión de control, la popular Cuca Gamarra; el portavoz de ERC, Gabriel Rufián y el de Más País, Íñigo Errejón. A lo sumo, en respuesta a Rufián se ha limitado a apuntar que "tendremos ocasión el 30 de este mes y de hablar de ello largo y tendido sobre ello", en alusión a su comparecencia del miércoles de la semana próxima.

"La calima de Sáhara aún queda en Madrid. Cuando la vean acuérdense de la traición a los saharauis", le ha espetado Rufián. Gamarra le ha afeado no haber llevado la cuestión al Parlamento. "Debería estar aquí dando explicaciones, pero lo menosprecia con su soberbia".

Y sobre las medidas económicas del plan de rescate ha insistido una y otra vez en la necesidad de ir juntos de la mano, pero sin concretar ni una sola de las medidas que pueda estar barajando. "Llegaremos a un buen acuerdo para amortiguar las consecuencias económicas de esta guerra", le ha dicho a Rufián.

Llamamiento a la unidad

"Comparto que vivimos una situación extraordinariamente compleja, marcada por una pandemia, un volcán en la isla de la Palma, ahora una guerra con un flujo de refugiados nunca visto con consecuencias económicas", ha agregado el jefe del Ejecutivo.

El Gobierno "está trabajando a nivel europeo, negociando con los sectores, para dar una respuesta común al precio de la energía; con todos los grupos parlamentarios, agentes sociales, sector de los transportistas", ha continuado para asegurar que "vamos a llegar a un acuerdo esta semana para amortiguar las consecuencias del alza de las gasolinas y con las comunidades para hacer un gran plan de respuesta que será aprobado el 29. Estamos construyendo un acuerdo de país y esperamos que también se sumen a ese acuerdo", le ha dicho a los Grupos de la oposición.

Pero Gamarra le ha acusado de no haber "hecho nada hasta el momento". "Los españoles no confían en usted, Huye, se parapeta en la UE y se muestra insensible. Ha perdido la conexión con la calle". A juicio de la portavoz popular "a los muchos problemas del país se une uno más, usted mismo. Actúe, reaccione, tome medidas, porque España está en situación de colapso y parece que no se enteran".

En su respuesta, Sánchez ha aludido a la situación interna del PP tras la defenestración de Pablo Casado. Así, ha argumentado que los populares "llevan dos años con el mismo argumentario, en que hay un gran problema, Pedro Sánchez, y la gran solución es Pablo Casado. Pero dos años después de estar con la matraca se libran de él y la sustituyen por otra gran solución -en alusión a Alberto Núñez Feijóo- y esa gran solución es justamente igual que la anterior".

"A la izquierda no nos entiende nadie", dice Rufián

Rufián ha sido especialmente duro con una respuesta no menos dura por parte de Sánchez. El portavoz catalán se ha preguntado si las "señorías de izquierdas no están hartas de decir que viene la ultraderecha, de decir que viene alguien como Abascal, que no ha trabajado en su vida y que semana tras semana vota en contra de los intereses de la clase trabajadora y se pasea en sus manifestaciones".

Y eso pasa, ha agregado, "porque a la izquierda no nos entiende nadie. No nos sabemos explicar. Hablamos de temas que no le interesan a nadie" y lo que importa a los ciudadanos es la subida de la luz y de las gasolinas. En definitiva, "yo también estoy harto. Dejar de militar en la moral para hacerlo en la utilidad". Y le jefe del Ejecutivo le ha replicado que "creo que su discurso es lo que alimenta a la ultraderecha porque no nos reconoce lo que hacemos".

Pedro Sánchez ha acudido a la sesión de control al Gobierno en plena polémica por el cambio de estrategia en torno al Sáhara Occidental. Desde el pasado viernes , en que saltó la noticia por una filtración del gobierno marroquí, el presidente del Gobierno no había dicho ni una sola palabra al respecto.

De hecho, ni siquiera ha mantenido informada a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, a pesar de que el socio minoritario del Ejecutivo ha sido hipercrítico con una decisión que, se supone, explicará en detalle esta tarde en comisión el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.