Pedro Sánchez sigue sin dar explicaciones ni públicas ni privadas respecto a cómo y por qué ha decidido dar un viraje a la que ha sido la posición histórica de España respecto al Sáhara y esa incomunicación incluye a sus socios de Gobierno. El jefe del Ejecutivo no ha hablado todavía con la cabeza de delegación morada, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien se enteró por la filtración de Marruecos del pasado viernes de las cesiones de España al país alauí.

A pesar del enorme malestar expresado por Unidas Podemos y de las duras palabras de Díaz acusando a Sánchez estar "incumpliendo el mandato del país", o precisamente por ellas, el aludido ha decidido cortocircuitar cualquier comunicación con su vicepresidenta segunda. Los contactos entre los socios se mantienen en los distintos niveles ministeriales para avanzar en el decreto del día 29, señalan fuentes de vicepresidencia, pero ayer "no estaba prevista" ninguna conversación entre ambos por el tema saharaui ni por ningún otro asunto.

Este miércoles Sánchez tiene sesión de control en el Congreso y es muy probable que los tres portavoces interpelantes le saquen el tema a colación. Otra cosa es que se zafe de las respuestas. La popular Cuca Gamarra se presenta con una pregunta tan genérica que admite todo tipo de alusiones. "¿Cree que su falta de medidas está generando confianza en los españoles?". Por su parte, Gabriel Rufián, de ERC, e Íñigo Errejón, de Más País, se centran en las consecuencias energéticas y económicas de la invasión de Ucrania.

Sánchez se somete hoy a sesión de control y es inevitable que le pregunten por el cambio de posición

El diputado de EH-Bildu Jon Iñarritu tenía previsto interrogar al titular de Exteriores, José Manuel Albares, por la detención en Polonia del periodista Pablo González y la ha sustituido para interesarse por los motivos del cambio de posición "sobre el Sáhara Occidental en contra del criterio mayoritario de esta Cámara parlamentaria". No se sabe si Albares responderá o intentará eludir cualquier detalle como hizo ayer en el Senado, pero su comparecencia de este miércoles por la tarde en comisión de Exteriores debería servir despejar la multitud de preguntas sin respuesta existentes en torno a este asunto.

Por lo pronto Unidas Podemos echa mano del recurso del pataleo, pero no amenaza con ir más allá ni mucho menos con romper la coalición de Gobierno. Varios diputados morados mostraron ayer en el Congreso banderas saharauis entre aplausos de la ministra de Igualdad, Irene Montero.

Todo ello sucedía después de que la portavoz adjunta de UP Sofía Castañón aprovechara su intervención durante una proposición de ley sobre permisos de maternidad y de paternidad para trasladar "el firme compromiso de Unidas Podemos con el Sáhara Occidental porque es una cuestión de responsabilidad histórica, de coherencia y de memoria". Asimismo, defendió el "legítimo derecho del pueblo saharaui a un referéndum para su libre determinación" reconocido por Naciones Unidas.

Podemos vuelve a defender "el legítimo derecho de los saharauis a un referéndum de autodeterminación"

Sánchez viaja hoy a Ceuta y Melilla. Es la primera vez que un presidente del Gobierno visita al tiempo las dos ciudades autónomas en un desplazamiento que se lleva preparando desde mayo del año pasado, cuando se produjo el asalto masivo de la frontera ceutí. El régimen marroquí lanzó a su propia población a la frontera, en algunos casos familias completas con niños, hasta con peligro para sus vidas. A partir de ese momento comenzaron los intentos de reconstrucción de las relaciones diplomáticas, muy deterioradas.

Sánchez hará sendas "declaraciones" a los medios de comunicación. No parece que se vaya a someter a preguntas de los periodistas. Nada ha dicho desde el viernes, día en que se filtró la noticia. No se ha prestado a responder a los informadores en las comparecencias que ha compartido con el francés Enmanuel Macron o el belga Alexander de Croo dentro de su gira europea para buscar una solución a la salvaje escalada de precios de la energía.

En la rueda de prensa posterior al Conseio de Ministros de ayer la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, se remitió en todo momento a las explicaciones que ofrezca Albares este miércoles. La intención del Ejecutivo es que el asunto saharaui llegue lo más desinflado posible a la comparecencia del miércoles de la semana que viene de Sánchez. De hecho, no será monográfica. El presidente del Gobierno tiene previsto dar cuenta del Consejo Europeo de este jueves y viernes, del plan de rescate de la economía española y de la cuestión saharaui. Todo junto. Todo revuelto.