Fechada el 14 de marzo y dirigida a su Majestad Mohamed VI. Desde el viernes los periodistas hemos solicitado al Gobierno la carta en la que Pedro Sánchez cambia la posición histórica sobre el Sáhara, publicada parcialmente por la Casa Real. Este miércoles la divulga El País, convenientemente filtrada desde La Moncloa tras días de mutismo. La misiva reconoce la propuesta de autonomía de Marruecos para la ex colonia española como “la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo”.

"Tengo el honor de dirigirme a Vuestra Majestad para transmitiros algunas ideas importantes para la nueva relación entre los Reinos de Marruecos y España”, comienza la misiva, enviada desde La Moncloa en plena invasión rusa de Ucrania y anunciada cuatro días después por la Casa Real marroquí.

“Reconozco la importancia que tiene la cuestión del Sáhara Occidental para Marruecos y los esfuerzos serios y creíbles, en el marco de Naciones Unidas, para encontrar una solución mutuamente aceptable. En este sentido, España considera que la propuesta marroquí de autonomía presentada en 2007 como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo”.

Todas estas acciones se llevarán a cabo con el fin de garantizar la estabilidad e integridad territorial de nuestros dos países

La Moncloa sigue sin responder si, a cambio de este reconocimiento por escrito de España, existe otro documento en el que la monarquía alauí renuncia a sus reivindicaciones históricas sobre Ceuta y Melilla o al uso de la inmigración como arma de presión sobre las autoridades españolas, como sucedió el pasado mayo con la llegada a nado de más de 10.000 migrantes a Ceuta y a principios de este mes con el salto de la valla de Melilla por unos 3.500 subsaharianos.

En la misiva, poco más de un folio y seis párrafos que se negoció durante meses, Sánchez se compromete a "construir una nueva relación basada en la transparencia y la comunicación permanente, el respeto mutuo y el respeto a los acuerdos firmados por ambas partes y la abstención de toda acción unilateral, para estar a la altura de la importancia de todo lo que compartimos y para evitar futuras crisis entre nuestros países”.

La mención a la “nueva relación” se emplea hasta en tres ocasiones a lo largo de la carta. El documento -que el viernes el Gabinete Real de Mohamed VI filtró adelantándose a cualquier comunicación oficial de España, en una muestra que cuestiona el "respeto muto"- subraya la necesidad de “afrontar juntos los desafíos comunes; especialmente, la cooperación en la gestión de los flujos migratorios en el Mediterráneo y el Atlántico”.

Defiende, además, la tarea de “restablecer la plena normalidad en la circulación de personas y bienes, en beneficio de los dos pueblos”. “Todas estas acciones se llevarán a cabo con el fin de garantizar la estabilidad e integridad territorial de nuestros dos países”, agrega.

La prosperidad de Marruecos está ligada a la de España y viceversa

En la carta -de la que tampoco tenía conocimiento su socio de coalición, Podemos-, Sánchez insiste en que ambos países “están indisolublemente unidos por afectos, historia, geografía, intereses y amistad comunes" así como sus destinos. “La prosperidad de Marruecos está ligada a la de España y viceversa”, alega.

Al cierre de la carta, el socialista asegura aguardar "con impaciencia la ocasión de mantener un encuentro con Vuestra Majestad [Mohamed VI] lo antes posible y mantener una relación privilegiada entre nuestros dos países hermanos, en un espíritu de estrecha concertación y reiterar nuestra determinación para afrontar juntos los desafíos comunes […], actuando siempre con un espíritu de total cooperación […]".

“Espero que nuestros dos ministros [de Exteriores] fijarán de común acuerdo una fecha para la visita del Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación a Rabat, con el fin de empezar a trabajar para construir conjuntamente esa nueva relación entre nuestros dos países”, concluye Sánchez. Está previsto que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, visite Rabat antes del 2 de abril, el inicio del mes sagrado musulmán del Ramadán.

El reconocimiento de La Moncloa a las aspiraciones expansionistas de Marruecos rompen 47 años de consenso de España y han provocado ya serias consecuencias. Argelia, un socio estratégico en el suministro del gas, llamó a consultas a su embajador en Madrid el pasado sábado. Fuentes de la diplomacia argelina aseguran que no fueron informados. El domingo el Consejo de la Nación, el Senado argelino, afeó a Madrid "el dudoso apoyo que ha mostrado hacia un proceso de colonización en contra de la legalidad de las relaciones internacionales".

La que ha regresado, en cambio, es la embajadora marroquí en Madrid, Karima Benyaich, célebre por su retórica incendiaria. Tras diez meses de ausencia, Benyaich, ha retomado su actividad en menos de 48 horas desde la publicación de la carta por parte del gabinete de Mohamed VI.

La filtración de la carta de Sánchez a Mohamed VI no despeja las dudas sobre las negociaciones realizadas ni si existen contrapartidas por escrito. El documento de La Moncloa sirve para acabar con una de sus líneas de argumentación, la postura de Alemania. En febrero en la carta remitida por el presidente germano, Frank-Walter Steinmeier, al monarca alauí, Berlín cerró su crisis indicando que el plan de autonomía era “buena base” para el acuerdo. Una argucia de la diplomacia alemana que, a diferencia de la española, le deja aún amplio margen: buena pero tal vez no la mejor.