La estrategia del PP contra el Gobierno de coalición, en general, y contra Pedro Sánchez, en particular, "no es sólo cometido de Génova sino de conjunto del partido", señalan fuentes populares y este es el compromiso que la secretaria general, Cuca Gamarra, ha pedido a sus candidatos municipales a las elecciones locales del 28 de mayo próximo.

El máximo órgano entre congresos del PP, la Junta Directiva Nacional, celebró ayer su última reunión del año con una extensa intervención de Alberto Núñez Feijóo abierta a los medios de comunicación y otra a puerta cerrada donde Gamarra hizo un repaso del año pero, sobre todo, del intenso 2023, marcado por las elecciones locales y autonómicas del 28 de mayo y las generales, aún sin fecha, pero muy probablemente para diciembre del año que viene.

Gamarra apostó por "colectivizar" la estrategia de Génova contra Sánchez con el objetivo de infligir "el mayor daño posible electoral a las opciones del PSOE y eso pasa por los candidatos municipales", explicó en la reunión de ayer según ha podido saber este medio de fuentes conocedoras del contenido de la misma. Significa que la noche electoral, independientemente de quién acabe gobernando las corporaciones locales, "tenemos que sacar más votos que el PSOE" en el cómputo total de España.

Las municipales anticipan en cambio de ciclo político

Sobre ese hipotético triunfo construirán la estrategia hacia las generales. Históricamente la victoria en las elecciones locales es la antesala de las legislativas, y aunque el voto municipal es muy específico puesto que muchas veces tiene más peso el candidato que la marca, señala la tendencia electoral y el cambio de ciclo político. Así pasó en mayo de 2011, a favor del Partido Popular gobernando el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

El exhorto de la número dos del PP y portavoz parlamentaria en el Congreso de los Diputados -ahora inmersa además en la estrategia judicial contra la reforma de las leyes orgánicas del TC y del CGPJ- pasa porque los candidatos municipales desarrollen también una estrategia más amplia, en clave nacional y no sólo localista. Se trata de trasladar el mensaje respecto a la importancia de unos comicios, los del 28 de mayo, como primera vuelta de las generales, una especie de meta volante con la que esprintar hasta finales de año.

Si ponen el acento en las municipales y no en las autonómicas es porque hay muchos territorios donde éstas no se celebran por tener un calendario propio. Es el caso de Galicia, País Vasco, Cataluña, Andalucía y Castilla y León. En Valencia, el socialista Ximo Puig hubiera tenido la opción de celebrarlas por separado, tal y como hizo en 2019, cuando las hizo coincidir con las generales del 28 de abril, que tuvieron que repetirse el 10 de noviembre.

Así, salvo sorpresas de última hora Valencia se sumará a Asturias, La Rioja, Madrid, Baleares, Aragón, Canarias, Extremadura, Castilla-La Mancha, Murcia, Navarra, Cantabria, Ceuta y Melilla. Salvo en Madrid y Murcia, que gobierna el PP, el PSOE es el que más se juega en estas autonómicas, pero no sirven para hacer una comparativa nacional.

Aseguran en Génova haber detectado un trasvase de voto "airado" de Podemos a Vox

Muy llamativo resultó ayer el llamamiento que el líder del PP realizó ayer no sólo a los socialistas desencantados, algunos de los cuales, como el ex ministro de Cultura César Antonio Molina, han pedido ya el voto para el gallego argumentando que «si el actual Gobierno vuelve a ganar las elecciones, no sé si quedará algo de España», según dijo a la Cope, sino también a Podemos y al votante nacionalista moderado.

Aseguran en Génova haber detectado un trasvase de voto "airado" que sale de las filas del 15-M para irse de Unidas Podemos, sin pasos intermedios, hacia Vox, de ahí el llamamiento a ese sector, por poco que sea, identificado sobre todo por su rechazo a la corrupción. Un voto en todo caso harto difícil de atraer habida cuenta del calendario judicial de casos que afectan al primer partido de la oposición.

Nervios en el PP por no confirmarse los candidatos municipales

Curiosamente, los populares se han puesto ya el traje de campaña, pero aunque tienen despejado el listado de candidatos autonómicos, no pasa así con los municipales. Siguen sin desvelar los nombres que manejan para plazas tan importantes como Barcelona, donde aseguran tener capacidad de recuperación tras verse 'sorpasados' por Ciudadanos y Vox. La idea era culminar este proceso antes de fin de año, pero ahora ya hablan del mes de enero.

En las direcciones regionales impera el nerviosismo. Estatutariamente le corresponde al comité nacional de listas elegir a los candidatos de las capitales de provincia. Por tanto, la última palabra siempre la tiene Génova, pero desde la periferia apuran para poder arrancar ya con la campaña. Algunos cabezas de lista están claros, otros no tanto -Barcelona resulta el secreto mejor guardado- y no se podrá dar cumplimiento al mandato de Gamarra "si no estamos ya todos nominados", dice un futuro candidato con plaza asegurada.

En enero, además, se celebrarán sendos actos de presentación de los candidatos autonómicos, en Zaragoza, y municipales, en Madrid. Éste último iba a tener lugar a finales de mes en Valencia. Un cambio de planes llamativo habida cuenta de que la Comunidad Valenciana -con Carlos Mazón al frente- es junto con la aragonesa -que encabezará el alcalde Jorge Azcón- las dos piezas más cotizadas por el PP.