El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha hecho una declaración institucional para desmentir a su vicepresidente, Juan García-Gallardo, y acusar al Gobierno central de pretender hacer política con las mujeres castellano-leonesas. Ha afirmado tajante que no habrá ninguna "obligación" de proponer a las mujeres que quieran poner fin a su embarazo ninguna medida "coercitiva".

En este sentido ha dicho tener claro que algunas medidas "pueden derivar en coacciones directas o indirectas a la mujer embarazada y la Junta ni las va a promover ni amparar". Lo que sí hace el nuevo protocolo es "mejorar las prestaciones de las embarazadas que tendrán mejora en el acceso" a una serie de pruebas como la ecografía en cuatro dimensiones.

En el caso de los abortos prevalecerá "la voluntad de la mujer, el criterio del médico y el actual protocolo. No se obligará a los médicos a nada y a las mujeres embarazadas a nada. Será ellas las que puedan exigir los recursos que tienen a su disposición", ha reiterado en contra de lo manifestado esta misma mañana por García-Gallardo.

"No ha llegado ningún requerimiento", asegura Mañueco

En cuanto al enfrentamiento con el Gobierno central, asegura que no le ha llegado ningún requerimiento "y no hay nada tramitándose sobre la materia". Cree el presidente autonómico que el "único" propósito de Moncloa "es sacar rédito político y nos parece lamentable". Las competencias, ha recordado, "corresponden a la consejería. Las medidas que se aplicarán modernizarán la cartera de servicios a la mujer embarazada. En ningún caso se modifica la del Estado. En ningún caso la Junta actualiza el protocolo del aborto".

Por su parte, el portavoz del comité electoral del PP, Borja Sémper, ha acusado a Vox de salir "al rescate mediático de Sánchez y Podemos" con iniciativas "insensibles" en las que el partido de Santiago Abascal "consigue ruido mediático y el Gobierno que se quite la atención sobre la ley del 'sí es sí". En definitiva, Vox, "es un chollo para el Gobierno de Sánchez".

Ante la pregunta de si se arrepienten de haber alcanzado un acuerdo de coalición con este partido, arguye Sémper que la aspiración de los populares es configurar "gobiernos del PP y ese es nuestro objetivo político del que no nos vamos a bajar". Además, en Castilla y León "había otra opción", en alusión a que el PSOE podría haber dejado gobernar a la lista más votada.

Sémper ha explicado que en algún momento será necesario entrar en el debate de que el PP no tenga que mirar a su derecha y el PSOE a su izquierda para poder conseguir apoyos parlamentarios. "Un momento extraordinario como este requiere respuestas extraordinarias que aporten tranquilidad. Que los gobiernos se dediquen a gobernar, no a hacer apología de ninguna idea", ha dicho el portavoz para agregar que "la polémica nunca se debiera haber producido. Ha afectado a las mujeres y a la política. Para vox y para Sánchez ha sido positivo y no compartimos usar un asunto como éste para obtener beneficios partidistas"