El PP se frota las manos ante la "performance" de Vox con Tamames en la moción de censura

Oficialmente el Partido Popular no tiene más que palabras de respeto hacia el histórico político y economista Ramón Tamames, quien sopesa aceptar el ofrecimiento del líder de Vox, Santiago Abascal, para encabezar la moción de censura que anunció en diciembre del año pasado y para la que no encontraba candidato.

Pero extraoficialmente los populares se frotan las manos ante el "espectáculo", -la "performance", dicen- que los voxistas van a organizar en el Congreso de los Diputados. Si en la anterior moción de censura de Abascal, en octubre de 2020, se entendió que lo que realmente buscaba era dejar en evidencia al PP de Pablo Casado, esta vez el debate interno duró poco. La moción era un error destinada a reforzar a Pedro Sánchez. Y punto. Se abstendrían para "pasar a otra cosa".

Pero si además el candidato es un señor que roza los 90 años con una trayectoria política que arrancó en el PCE, pasó por el CDS, para acabar recalando en Vox, la cita parlamentaria, de producirse, "pierde toda seriedad". Es más, no faltan en el PP los que creen que finalmente "ni habrá moción". Entienden que Vox se ha metido un gol en propia puerta al llevar meses persiguiendo un perfil, a ser posible con un pasado en la izquierda, que confrontar con Pedro Sánchez, e ir recibiendo negativas.

Vox buscaba un perfil a ser posible vinculado a la izquierda

En Vox argumentan que no es por falta de ganas de algunos de los nombres a los que han tentado "sino por temor a lo que se les puede venir encima y significarse". Se han barajado nombres como los de Rosa Díez, Paco Vázquez o Joaquín Leguina, para encontrarlo, finalmente, entre las filas de un histórico del PCE, uno de los políticos de referencia de la Transición que, con los años, ha ido siguiendo un camino inverso al de Jorge Verstringe, de militar en los movimientos neofascistas franceses, a ser secretario general de AP para acabar siendo uno de los ideólogos de Podemos.

El coordinador general del PP, Elías Bendodo, expresó ayer todo su "respeto" hacia Tamames, para recordar a continuación que "la realidad es que Vox, tras dos meses, no tiene candidato oficial". Y es que Abascal anunció su segunda moción de censura el pasado 9 de diciembre y, desde entonces, nada se sabe de ella, aunque es cierto que han mediado las vacaciones parlamentarias de Navidad. El jefe del Ejecutivo bromeó al respecto en su comparecencia extraordinaria del 24 de enero.

"No son muy diligentes en esto del plan oculto -dijo con muchas sorna el jefe del Ejecutivo- Después de anunciar el 9 de diciembre de 2022 una moción de censura porque las libertades, y cito textualmente su intervención, estaban amenazadas en España porque hay en marcha un autogolpe como el de Castillo en Perú, llevamos 45 días señor Abascal y sigue sin presentarla".

La moción de censura le permite a Sánchez mostrar la solidez de sus apoyos parlamentarios

"En principio lo atribuí a lo que decía de que había que buscar un candidato o candidata; luego pensé que se debía a las Navidades, como le pasó en verano, las comidas, las cenas de amigos, las cenas de trabajo, pero señor Abascal hace más de medio mes que se apagaron las luces de Navidad hasta en la ciudad de Vigo, ya no queda turrón. Acaso creía que la amenaza era grave pero no inminente porque sigue mano sobre mano. Si me permite un consejo, que se lo doy gratis, espabile, que se le echa el tempo encima, pronto va a llegar la Semana Santa", afirmó entre los aplausos de la bancada socialista.

La verdad es que al inquilino de la Moncloa la moción de censura le permite demostrar la solidez de sus apoyos parlamentarios y eso es, precisamente lo que quiere evitar el PP, de ahí que la califique de "error claro" y "sinsentido", pero, por lo demás, no se siente especialmente concernido por la estrategia de Vox.

Por su parte, Tamames se deja querer. El veterano político no le hace ascos a la propuesta, ni mucho menos. De hecho, este miércoles explicó en el programa 24 horas de RNE que la semana que viene celebrará un tercer encuentro con Abascal "y ya podríamos aproximar los puntos de vista". Sobre a qué se refería respecto a esos "puntos de vista" dio un paso más allá al explicar que se trataba de ver "en que forma hay que hacer un discurso de presentación del candidato por los proponentes, que en este caso sería Abascal, y después viene el discurso de la moción, de la censura que tendría que hacer yo". No obstante, quiso ser cauto al negar tener todavía una "oferta definitiva" por parte de Abascal y por lo tanto "no puede haber una contestación mía definitiva".

Admitió que muchos ven en su edad un hándicap "pero me encuentro bien. Mentalmente no noto ningún indicio negativo. Además es una responsabilidad porque hemos estado toda la vida en estos trances y cuando a uno le proponen algo así tiene que pensárselo y no puede decir no inmediatamente". Se supone que Vox revelará oficialmente el martes si hay "fumata blanca" para lo que los populares califican de "performance".