España

XII Reunión de Alto Nivel (RAN) en Rabat

España y Marruecos se comprometen a "evitar todo aquello que ofenda a la otra parte"

Los dos gobiernos pactan, asegura Sánchez, evitar declaraciones sobre el Sáhara, Ceuta o Melilla | Sánchez califica de "éxito" la cumbre, un "hito" para ambos países, ya que "se consolida" la nueva etapa de relaciones, basadas en la "confianza mutua"

Rabat (Morocco), 02/02/2023.- Spanish Prime Minister Pedro Sanchez (L) and Morocco's Prime Minister Aziz Akhannouch (R) shake hands during the signing of agreements after the 12th session of the Moroccan-Spanish high-level meeting at the Ministry of Foreign Affairs in Rabat, Morocco, 02 February 2023. Sanchez and several Spanish ministers are on an official visit to Morocco to strengthen ties between the two countries. (Marruecos, España) EFE/EPA/JALAL MORCHIDI

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, al término de la XII Reunión de Alto Nivel (RAN) de los dos países, este 2 de febrero de 2023 en Rabat. EFE / EPA / JALAL MORCHIDI

Fueron una veintena los acuerdos firmados este jueves en la clausura de la XII Reunión de Alto Nivel España-Marruecos en Rabat, pero el compromiso quizá más simbólico alcanzado por los dos países lo enunció Pedro Sánchez al inicio del plenario de la cumbre. El presidente del Gobierno aseguró que los dos ejecutivos se habían conjurado para "evitar todo aquello" que saben de sobra que "ofende a la otra parte", "especialmente en lo que afecta a nuestras respectivas esferas de soberanía". Es decir, que Madrid no pondrá en cuestión la posición de Rabat sobre la cuestión del Sáhara Occidental, mientras el reino alauí no hará batalla sobre la españolidad de Ceuta y Melilla.

En la declaración institucional conjunta y sin preguntas de los periodistas, al final de la RAN, el jefe del Ejecutivo volvió sobre esa misma idea, la nueva etapa en la relación de los dos países supondrá un diálogo "permanente" en todos los asuntos que afecten a España y Marruecos "sin recurrir a actuaciones unilaterales" —como lo fue, a ojos de Madrid, la crisis migratoria de Ceuta de mayo de 2021— y abordando cualquier tema "por complejo que sea". Por eso las dos capitales inauguran una nueva fase, bajo una óptica "integral".

Sánchez y Mohamed VI ya se comprometieron a la "transparencia" y al diálogo permanente, y no las "actuaciones unilaterales" o los "hechos consumados"

España acaba con buen sabor de boca por una RAN que Sánchez calificó de "éxito" y que supone un "hito" para ambos países, ya que "se consolida" la nueva etapa de relaciones, basadas en la "confianza mutua" y la "genuina cooperación, como nunca había existido antes", y también el "cumplimiento de lo acordado", el "respeto mutuo" y el diálogo "permanente".

La RAN de este 2 de febrero estaba revestida de un carácter "excepcional", como recordó Sánchez, no solo porque es la primera en casi ocho años —la última, en Madrid, se celebró en junio de 2015—, sino también por el mandato que el rey Mohamed VI y él mismo acordaron en la declaración conjunta del 7 de abril de 2022. En ella, señaló, Madrid y Rabat se comprometieron a la "transparencia" y a la "comunicación permanente", al recurso al diálogo y "no a los hechos consumados", como cuando el reino alauí cerró de manera unilateral la aduana de Melilla en agosto de 2018. Según el presidente, España y Marruecos reafirmaron la "vigencia y la integridad de todos los acuerdos entre ambas partes", los que sentaron en el pasado las bases de las relaciones bilaterales, los que fijan las respectivas fronteras y los que establecen los mecanismos de "cooperación avanzada".

Es en ese marco en el que el presidente subrayó el compromiso contraído por los dos gobiernos: de "respeto mutuo". "En nuestro discurso y en nuestra práctica política vamos a evitar todo aquello que sabemos que ofende a la otra parte, especialmente en lo que afecta a nuestras respectivas esferas de soberanía". La decodificación de estas palabras resulta clara: España mantendrá la posición sobre el Sáhara Occidental —el giro propiciado por el Gobierno en marzo del año pasado, y que supone el vuelco de una postura mantenida durante medio siglo acerca de la excolonia española—, defendiendo el plan de autonomía marroquí en 2007, y a su vez Rabat no cuestionará que Ceuta y Melilla son españolas.

Sin fechas por "razones de seguridad"

El jefe del Ejecutivo se refirió a las dos ciudades autónomas tanto en el arranque del plenario como al final de la cumbre. Expresó su satisfacción por el "éxito" de la "primera expedición comercial del pasado viernes a través de las aduanas de Ceuta y Melilla". "Vamos a garantizar juntos que estas aduanas sigan abriéndose de manera ordenada y progresiva hasta llegar a la plena normalización del paso de personas y mercancías", tal y como se acordó, dijo, en la declaración conjunta del 7 de abril. Hasta ahora, no había existido nunca una aduana comercial en Ceuta, y la de Melilla estaba cerrada después de que Rabat la cerrara de forma unilateral en agosto de 2018. Para España, este es un reconocimiento claro de que el país vecino respeta la españolidad de las dos ciudades autónomas.

Madrid y Rabat garantizan que las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla se abrirán de manera "ordenada y progresiva", pero Sánchez se marcha sin un calendario cerrado

En la clausura, Sánchez no dio más detalles del calendario de esa apertura "ordenada y progresiva" de las aduanas comerciales. Este asunto queda recogido en la declaración conjunta que los dos países suscribieron tras la cumbre. Fuentes del Ejecutivo, informan TVE y EFE, indicaron que la planificación sí se habría definido ya, pero que no se dan fechas concretas de apertura por "razones de seguridad".

La declaración conjunta suscrita [aquí en PDF] señala que las dos partes "tienen en cuenta las conclusiones de la prueba piloto del 27 de enero y continuarán esta serie de pruebas según el calendario acordado para superar cualquier posible eventualidad".

El presidente también destacó el nuevo estatus de las relaciones económicas. España quiere ser un inversor de referencia para Marruecos, y eso explica la firma de un protocolo financiero de 800 millones de euros, con el fin de impulsar inversiones en sectores estratégicos para la modernización del país vecino (agua, turismo, ferrocarril...). Sánchez recordó que Cofides y el fondo soberano marroquí Ithmar firmaron una declaración este miércoles por la que se emplazan a identificar oportunidades de inversión conjunta.

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Los dos gobiernos también suscribieron varios acuerdos orientados a estrechar los lazos sociales y culturales y que permitirán abrir secciones bilingües o centros de enseñanza y fomentar la formación privada en el reino alauí.

Sánchez, durante la clausura, citó la conversación telefónica que mantuvo la víspera con Mohamed VI. Una charla de media hora en la que ambos resaltaron la "excelente preparación" de la RAN y en la que el monarca le extendió una "amable invitación" para hacer una visita oficial al país y que él aceptó "con gusto". Mohamed VI, pues, no recibió en audiencia a Sánchez —sí despachó con José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy en las dos anteriores cumbres celebradas en Marruecos, en 2007, la VIII, y en 2012, la X—, porque se encontraba todavía de vacaciones en su residencia de Pointe-Denis, en Gabón. Según explicaron fuentes del Ejecutivo, el presidente sabía desde hace días que el rey no estaría en Rabat para la RAN y que no podrían reunirse, por lo que los dos acordaron esa conversación telefónica.

El primer ministro marroquí alude también a la charla de Sánchez y el rey, que abre "nuevas perspectivas" en las relaciones bilaterales y cuyos frutos "se verán en el futuro"

A eso se agarraban en el Ejecutivo, al hecho de que esa charla estuviera pactada, y a que era más importante que un mero saludo protocolario en una audiencia posterior a la cumbre, que habría sido una foto y poco más. Pero ese plantón del monarca alauí en cierta medida deslucía una cumbre que el Gobierno califica de "histórica" por la "densidad" de los acuerdos firmados y que se mostraba en la amplitud de las respectivas delegaciones: 11 ministros por el lado español —iban a ser 12, pero la titular de Justicia, Pilar Llop, se quedó en Madrid para acercar posturas con Igualdad acerca de la reforma de la ley del sí es sí— y 13 por la contraparte marroquí.

También Rabat subrayó la relevancia de esta RAN. El primer ministro, Aziz Ajanuch, volvió a aplaudir este jueves el giro de España respecto al Sáhara Occidental, vuelco que había calificado de "valiente" el miércoles. También él aludió a la conversación entre Sánchez y Mohamed VI, que "abre perspectivas hacia una diversidad estratégica" y cuyos frutos "se verán en el futuro". Las relaciones bilaterales "nunca habían alcanzado este nivel de cooperación y coordinación".

Ajanuch expresó su "satisfacción por el dinamismo renovado" de las relaciones entre los dos países, el "nuevo impulso" dado a los lazos entre Rabat y Madrid. Una RAN, en definitiva, que mostraba la "voluntad de consolidar un diálogo transparente, continuo y basado en el respeto por las cuestiones de interés común", en palabras del premier marroquí.

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