Mientras la actividad política y parlamentaria queda copada por la reforma de la ley del 'solo sí es sí' y el choque de posiciones entre los socios de Gobierno de PSOE y Unidas Podemos, la derecha juega su propia confrontación a raíz de la reforma del aborto. Aunque ésta última, se aproxima más a diferencias ideológicas que a las cuestiones "técnicas" que, según fuentes conocedoras de la negociación entre socialistas y morados recalcan. A un día de que el Congreso de los Diputados avale definitivamente la última reforma de la Ley del Aborto, impulsada por la coalición, y en pleno debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo tras el aval del Tribunal Constitucional a la ley de plazos del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero, Vox ha registrado dos proposiciones no de ley (PNL) para marcar oposición con Moncloa. Pero también para poner en un compromiso a los populares de Alberto Núñez Feijóo.
Una de ellas tiene que ver con la Ley Trans, en la que los de Santiago Abascal exigen que se deseche la autodeterminación de género, que se permitirá de manera libre en menores. Es más, solicita la elaboración de un informe sobre la situación de la transexualidad en el país en la que se incluyan datos sobre la disforia de género, los tratamientos empleados y los posibles efectos secundarios a la larga. Respecto al aborto, la modificación de la legislación dotará a las menores a partir de dieciséis años de capacidad de interrumpir el embarazo sin consentimiento paterno.
El carácter no vinculante de las PNL aproxima más la propuesta a una intencionalidad clara de marcar distancias y hacer que el PP se posicione sobre una postura que incomoda en Génova desde el primer gobierno de Mariano Rajoy y el amago de reforma con Alberto Ruiz Gallardón como ministro de Justicia. Especialmente, cuando el presidente popular, Feijóo, consideró hace seis días que "una ley de plazos bien construida es una ley correcta"; y que ésta está homologada con el resto de países del entorno europeo. Dando un giro aparente, así, a una de las banderas históricas de la formación. Así lo han denunciado la entidad NEOS -del exministro popular Jaime Mayor Oreja- y la Asamblea de Asociaciones por la Vida. Incluido sectores de la Iglesia Católica: el obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla ha llegado a decir que Feijóo "está sobrando" en el PP. En contraposición a este frente, el gallego si enfatiza en la contrariedad de su partido en que se permita a menores abortar.
Este martes, el portavoz de la campaña electoral para las municipales y autonómicas, Borja Sémper, evidenció la coyuntura interna que afrontan las filas populares en la primera línea. Inmersas en un constante ejercicio de equilibrios para no perder al votante moderado, que generalmente tiene asumido el aborto como un derecho conquistado, y a los apoyos más conservadores; el ala dura e histórica de la formación cuya parte ya ha volado con anterioridad hacia Vox. El popular aseguró en la comparecencia posterior de la reunión del Comité de Dirección que el PP defiende "el derecho a la vida" y que el aborto "no es un derecho" aunque el partido acepte la legislación de plazos. Posteriormente, fuentes autorizadas de Génova lo rectificaron asumiendo la tesis manifestada del TC.
Feijóo cree que la ley de plazos bien construida es una ley correcta. Aunque el PP sigue apelando a su compromiso con el derecho a la vida
Ante esta disyuntiva, en su última comparecencia, el portavoz de Vox en las Cortes, Iván Espinosa de los Monteros, ha afirmado que "el PP recurrió ante el TC y ahora se felicita de la ley de plazos". "El señor Feijóo se alegra de su propia derrota ante un tribunal", ha incidido Espinosa desde la sala de prensa del Congreso de los Diputados. Y es que la respuesta al recurso interpuesto por los populares de Rajoy ante el Alto Tribunal desde la oposición, allá por 2010, ha sido favorable con la reforma del PSOE. Por este tipo de hechos, así como por la enmienda presentada desde el Senado para que no se incluyesen protocolos antiaborto similares a los propuestos en Castilla y León, desde Vox entienden que el PP se "autoataca".
Explícitamente, los de Bambú han recuperado para el plano nacional el llamativo protocolo de medidas para reducir los abortos en la comunidad autónoma; algo que marcó el inicio político de este año y puso contra las cuerdas a los populares de Alfonso Fernández Mañueco, primero, y a los de Feijóo, después. Todo, basado primero en unos supuestos de obligatoriedad que, finalmente, fueron desmentidos por miembros de la dirección nacional tras haberse caldeado la polémica. Vox, tal y como se indica en el texto propuesto, quiere que se asegure "una correcta información a las mujeres embarazadas". Además, busca "garantizar que la acción de los poderes públicos se orienta a la protección de la maternidad y de la vida desde la concepción hasta la extinción natura y no al fomento del aborto".
Entre las medidas que se plantean en esta proposición, están presentes "el acceso a ecografías 4D" y "la posibilidad de escuchar el latido fetal". Estas dos propuestas son las mismas que las esbozadas por el vicepresidente del Gobierno castellano y leonés, Juan García-Gallardo en aquella rueda de prensa desde la sede de las Cortes del 14 de enero. Sin embargo, no se aclara si este ofrecimiento irá ligado a una solicitud previa. En el escrito registrado como PNL, se pide, además, que estas propuestas se extiendan a todas las comunidades autónomas. De por sí, la medida no contaría con el apoyo de ningún partido. Sería censurada por toda la cámara, a la espera de que el PP decida su voto, con un Gobierno a la cabeza que se mostró muy crítico en enero. Incluso requirió a la Junta de Castilla y León rectificar.
Las reacciones más directas desde el Congreso se limitan a aplazar el sentido del voto de las proposiciones, una vez se consense internamente. A priori, el respaldo a las iniciativas de Vox no se contempla, aunque sí se plantea que se opte por una abstención para evitar profundizar en esa "expulsión" hacia el centroizquierda que los de Abascal quieren favorecer. En respuesta a Espinosa de los Monteros, Gamarra asegura que la ley del aborto está "asumida" socialmente, pero que trabajarán para que "ninguna" tenga que hacerlo y pueda encontrar "los instrumentos en los poderes públicos" que le permitan ser madre.
Intento de desplazar al PP al centroizquierda
El propio Espinosa de los Monteros ha incitado este martes, como ya ha hecho Vox desde la presentación de los candidatos municipales y autonómicos en la Plaza de Toros en Murcia, en la división de las opciones políticas opuestas al partido en un polo de centroizquierda. "Hay un nuevo bipartidismo en España: Vox y todos los demás". De hecho, fuentes de Vox afirmaban recientemente que, el PP, sin el componente provida, ya no tiene nada que le vincule con el centroderecha. De hecho, este lunes en la sede nacional, el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, aludía a la "preocupación" que esto les genera, porque a su entender, "el PP es el PSOE pero con diez años de retraso".
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