Hubo cruce de reproches políticos en la última manifestación del 8M, y aunque la bronca entre el PSOE y Unidas Podemos desde la víspera y las semanas anteriores por la reforma de la ley del 'sí es sí' copaba la disputa, el protagonismo lo acabaron acaparando terceros actores. Incluso, el exdiputado socialista por Las Palmas (Canarias) Juan Bernardo Fuentes Curbelo, el 'Tito Berni'. Todos ellos, por encima del concepto que divide a la izquierda en estos momentos: el consentimiento dentro del Código Penal. A socialistas y morados se unieron en la marcha las Nuevas Generaciones (NNGG) del Partido Popular (PP), y chocaron de bruces con las Juventudes Socialistas (JSE). Una veintena de jóvenes populares entraron en una de las dos manifestaciones convocadas para la noche del miércoles, la de la Comisión 8M afín al PSOE. Lo hicieron con proclamas centradas en las rebajas de penas y la excarcelación de delincuentes sexuales, así como por el caso Mediador, que ha estallado en la cara del PSOE canario y en el Congreso de los Diputados con la implicación de Fuentes Curbelo.

"Había que hacer algo por el 8M, nos lo pedían nuestras compañeras. No se podía permitir que se utilizara para blanquear a más de 700 agresores beneficiados y a la corrupción de un partido [el PSOE] que está siempre vinculado a la prostitución. Era una vergüenza que fuesen a decir que son feministas. Lecciones, ninguna", asegura el presidente de NNGG Madrid, Ignacio Dancausa, en conversaciones con El Independiente, cuando se le pregunta por la pancarta y el altercado vivido durante unos minutos con miembros del PSOE en la manifestación de la Comisión 8M, que respalda a la abolición de la prostitución o la defensa del colectivo Trans. "No les gustó que fuese gente que pensaba distinto que ellos y empezaron a ponerse violentos", asegura Dancausa apelando a "insultos", "golpes" y "empujones". "Cada vez vinieron más, y hubo un momento en el que estábamos rodeados por cientos de ellos", indica el líder de NNGG en Madrid.

Los integrantes de las Juventudes del PP que asistieron a la convocatoria, lo hicieron con una pancarta que, en contraste con el resto de los participantes que hacían referencia a conceptos como el propio feminismo o la libertad de la mujer, apelaba directamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a su partido: "Que te vote Tito Berni". A ello, y a la derecha, las siglas del PSOE emulaban unas luces de neón propias de un prostíbulo. A la imagen, NNGG añadía reivindicaciones como "libertad" y "corruptos, ladrones, liberan violadores". A partir de ese momento, declaran a este medio, la mirada de los participantes del PSOE se les echó encima.

"Hubo un momento en el que nos acercamos [a la cabecera] al PSOE, y empezaron a increparnos (...) con gritos de 'fascista' o contra Ayuso. Subía la violencia y claro, la policía nos tenía que sacar de ahí", explica Dancausa en referencia a la intervención de las autoridades, que los sacaron del transcurso de la marcha. "Si no hubiesen venido, no sé que hubiera pasado. Cada vez estábamos más dispersos", apunta el líder de los jóvenes conservadores que rehúye referirse a ningún representante de los socialistas que participaron en esa "carga". "No entienden que haya gente que piensa distinto o que el feminismo no es de izquierdas o de derechas. Colectivizan a las mujeres y las usan políticamente, pero si les preocuparan, no sacarían violadores a la calle ni consumirían prostitución", reprocha. Se refiere, además, a que los principales avances feministas en España "han venido de la mano de la derecha", y recuerda que la primera presidenta de la Comunidad de Madrid "y muchas otras después", la única de Castilla-La Mancha, o la primera presidenta del Congreso y del Senado fueron del PP. "Son ejemplo de mujeres que no han necesitado cuotas", afea Dancausa con una mirada a la nueva ley de Paridad.

A diferencia de Dancausa, otra de las principales protagonistas en la protesta fue la Secretaria General de NNGG en Fuenlabrada María Camacho. Consultada por este periódico, expresa la misma línea discursiva que su presidente, incluso hace alusión [como se puede observar en el tuit anterior] a que parte del intento de expulsarlos se hizo "con gente del PSOE tirándose al suelo" para "presionar por delante y por detrás para hacer un embudo". En contraste, y sin ningún tipo de complejo, da tres nombres de esos "militantes y cargos socialistas" que acudieron para expulsarles de la marcha. Camacho señala al concejal de feminismos de su localidad, Raúl Hernández; al diputado de la Asamblea de Madrid, Javier Guardiola, y al secretario general de JSE Víctor Camino. "Ellos no estaban golpeando, estaban alrededor" y lo presenciaron, aseguran desde NNGG. Caminero se escuda ante El Independiente y aunque no niega un acercamiento de él y sus compañeros, lo matiza: "queríamos calmar los ánimos y romper el bloqueo que se había creado para que continuase la manifestación". "La policía nos dio la razón", añade Camino aludiendo a la intervención y la expulsión de "la gente de NNGG".

Una "orden del PP" para "reventar" la marcha

Consultadas por ello, fuentes socialistas de Ferraz desvirtúan por completo esta versión. Tradicionalmente, aseguran, la cabecera del PSOE siempre ha ido al rebufo de la de UGT y en un momento puntual, en el Paseo del Prado, se quedaron rezagados. En ese momento, la comitiva de NNGG empezó a adelantarles partiendo en dos a los socialistas. Fue entonces, cuando la cabecera socialista intentó reubicarse en conjunto avanzando a derecha e izquierda de las juventudes del PP, algo que éstas califican de "embudo con empujones". Y ahí empezó el enfrentamiento.

Es vergonzoso que el PP, porque esto claramente es una orden de arriba, utilice a esta gente joven. No tienen escrúpulos"

Fuentes de Ferraz, que estaban presentes en el acto, detallan que el suceso se produjo "a algo más de las siete de la tarde y a una distancia de unos 100 o 200 metros del inicio en Atocha". Relatan que en un momento dado, comenzaron a escuchar gritos sobre el 'Tito Berni' pero pensaron que provenían de "algún viandante que estaba dando su opinión". Pero se dieron cuenta de que se trataba "de un grupito de entre diez y doce jóvenes que se habían incorporado a la marcha del PSOE por el lado izquierdo". "Rápidamente localizamos a Dancausa" y llegaron los "insultos y proclamas contra nosotros", hacen constar.

El bloqueo que denuncian desde NNGG es traducido como la formalización de un "cordón" por "un tema de protocolo y seguridad". Explican desde el PSOE que "hay gente que suele acompañar para hacer un poco de cobertura". Acusan a Dancausa y compañía de "infiltrarse" en el espacio socialista. "Entonces llegaron las cámaras, se pusieron violentos y se envalentonaron por la presencia de los medios", lo que hace deducir a miembros de la Ejecutiva de Ferraz que lo que se buscaba era "que lo que transcendiera fuese un enfrentamiento" De hecho, comentan que NNGG lo grabó todo. "Fueron quince o veinte minutos muy desagradables con palabras vergonzosas", confiesan.

Los socialistas responsabilizan directamente al PP, aunque no distinguen si a nivel autonómico por la parte de Ayuso o de Génova. "Esto es claramente una orden de arriba" y es una lástima que se "utilice a esta gente joven", argumentan las mismas fuentes a la par que califican a los populares de no tener "escrúpulos". "Nos sorprende que la gente tan joven dedique su tiempo en cosas así. Es legítimo que protesten por lo que consideren conveniente, pero creemos que hay espacios oportunos; y el 8M no es el lugar ni el día para hacerlo, y menos al lado del PSOE". "Se ha buscado violentarnos y reventar el acto", puntualizan al término de la conversación con este diario, a lo que añaden que "en ningún caso un alto cargo de responsabilidad se acercó" al grupo de los jóvenes populares.

La división de la corriente feminista, la disputa entorno al 'sí es sí' y eventualidades como la que ha enzarzado a NNGG y el PSOE, han empañado una nueva edición del 8-M en el que la baja asistencia ha sido una de las principales protagonistas. La Delegación del Gobierno estima que transitaron por el centro de Madrid 27.000 personas.