El PSOE cree que el 'caso Mediador' acabará salpicando al PP

El PSOE cree haber encontrado un resorte al que aferrarse en el caso Mediador. La amenaza que el intermediario de la trama corrupta, Marco Antonio Navarro Tacoronte, hizo al PP y a su presidente en Canarias, Manuel Domínguez. Amagó con tirar de la manta, con "sacar a pasear al Ayuntamiento de Los Realejos", el municipio tinerfeño del que el hoy líder de los populares de las islas fue alcalde entre 2011 y junio de 2022. Para los socialistas, es ahora el PP el que debe dar explicaciones de las gestiones que Navarro Tacoronte —el mediador que ha bautizado el escándalo— aseguró haber hecho para ese consistorio. Pero es algo más, es la oportunidad que ven en Ferraz para dar la vuelta a un caso que les inquieta e indigna a partes iguales, y el error de cálculo que puede haber cometido el principal partido de la oposición al solicitar, este miércoles, una comisión de investigación en el Congreso.

El giro de guion que la dirección socialista vio este 1 de marzo en el caso se produjo a raíz de la entrevista que el mediador concedió a Xanadú Radio Tenerife. Cuando se le recordó que Manuel Domínguez había adelantado que el PP se personará como acusación, Navarro Tacoronte lanzó la piedra. "Si me pone una querella, vamos a sacar a pasear al Ayuntamiento de Los Realejos. Si me pone una querella, me tengo que defender de ella", afirmó el conseguidor, que reconoció que sí ha negociado "algo" para el consistorio tinerfeño cuando Domínguez era su regidor, sin citar qué. Agregó que sí se ha "reunido en varias ocasiones por fuera del Parlamento" con el ahora presidente del PP de Canarias para "informarle de esta situación", para decirle cómo empezó a destaparse todo este asunto por culpa "del totorota [bobo]", como define a Ángel Pérez, director de Deportes del Cabildo de Tenerife hasta el pasado 31 de enero.

El mediador sostiene que sí negoció "algo" para Los Realejos cuando Domínguez era su regidor, sin citar qué. Y sí se "reunió" varias veces por fuera del Parlamento" con el hoy líder del PP canario

Y es que el caso Mediador nació por la denuncia que interpuso Ángel Perez en enero de 2022 por supuestos cargos fraudulentos por importe de 2.575 euros en una tarjeta Revolut, de las que no dejan rastro del concepto de gastos. La Policía hizo las pesquisas y descubrió que la tarjeta estaba asociada a Navarro Tacoronte, que declaró que no era autor de ninguna estafa digital y que todo era una denuncia falsa, que eran pagos consentidos y que Pérez lo hacía para disimular ante su mujer un gasto en joyas que no eran para ella. Para demostrar que los cargos fueron hechos con permiso, aportó como prueba su teléfono móvil con todos los mensajes, audios y fotografías que se han conocido y que nutren el escándalo, que tiene como cabecilla de la rama política al exdiputado del PSOE Juan Bernardo Fuentes Curbelo —Tito Berni—, y que implica de lleno a su sobrino, Taishet Fuentes, director general de Ganadería del Gobierno canario hasta el pasado verano (y que heredó el puesto de su tío), y a un general retirado de la Guardia Civil, Francisco Espinosa Navas, el único que permanece en prisión de los 12 detenidos.

Domínguez, líder del PP en las islas y candidato autonómico el 28-M, reconoció este miércoles, tras las palabras del mediador, que sí se reunió una vez con él y que las declaraciones del empresario sobre el consistorio tinerfeño del que era alcalde el popular se refieren a cosas "nimias", informa EFE. Apuntó que percibe lo ocurrido como una "muestra de nerviosismo" y de quien "está intentando desviar la atención y que se encienda el ventilador". "Exijo lo mismo: que se aclare todo con luz y taquígrafos", subrayó Domínguez, para quien la amenaza de Navarro Tacoronte no merma su credibilidad respecto del caso.

El jefe del PP en Canarias explicó que solo se reunió una vez con el mediador el verano pasado y a propuesta de un periodista, que no le dijo que acudiría Navarro Tacoronte. Ambos le dijeron que "tuviera cuidado" porque alguien quería "reventar" el Ayuntamiento de Los Realejos. Domínguez señaló que no le dio "mayor credibilidad" a lo que le comentaron en aquella cita, "la que se le puede dar a una conversación de café".

"No ha dicho nada" en su contra

El PSOE canario respondió enseguida. Su secretaria de Organización, Nira Fierro, reivindicó la "buena política y la limpieza democrática", pero pidió al PP lo mismo que el PP reclama a los socialistas. "Partimos siempre de la inocencia y de las explicaciones que cada uno quiera dar, pero le pedimos que haga exactamente lo mismo con el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres [que el mediador sostiene que estaba al tanto de la trama, cosa que él ha negado], y con el PSOE, que ha sido tajante, claro y ejemplar. No vamos a juzgar a nadie. Hemos dado explicaciones y es otro el que ahora se ve afectado", sostuvo la dirigente. Fierro apostó por poner en duda las afirmaciones de Navarro Tacoronte, un condenado por varias causas. "Por lo tanto, [Domínguez] tiene que tener la cautela y el derecho a la duda que estamos solicitando para nosotros mismos", concluyó.

Al PP igual le sale mal [la petición de comisión de investigación] porque su candidato en Canarias está en el ajo", señalan en la cúpula parlamentaria

El presidente del PP en las islas entiende, sin embargo, que el conseguidor "no ha dicho nada" en su contra: "El hecho de que se haya visto conmigo no implica ninguna cuestión como para querellarme, lo que ha dicho de que alguien quería destruirme sí y me gustaría saber quién quería destruirme".

"El PP tendrá que ver cómo responde a esto", señalaban por su parte desde la Moncloa. En Ferraz apreciaban un punto de inflexión tras las palabras del mediador, que trascendieron al poco de que la portavoz popular, Cuca Gamarra, anunciara la solicitud de creación de una comisión de investigación en el Congreso. Génova siente que ha mordido una buena pieza, que Tito Berni es un regalo jugoso a escasos tres meses de unas elecciones municipales y autonómicas. "Pues al PP igual le sale mal porque su candidato en Canarias está en el ajo", reflexionaban en la cúpula parlamentaria socialista.

La dirección del PSOE pone el acento en su pronta respuesta ante la corrupción —obligó a Fuentes Curbelo a entregar su acta a las ocho horas de que trascendieran las primeras informaciones del escándalo, que implicaban directamente a su sobrino, suspendió de militancia a ambos de inmediato y les abrió expediente disciplinario— con la indolencia que atribuyen al PP y a su líder, Alberto Núñez Feijóo. Ferraz y la Moncloa insisten en que el líder de los conservadores comió el pasado domingo con el presidente del Consell de Ibiza, investigado por un contrato a dedo —Gamarra señaló este miércoles que le parecía "bien" que Feijóo compartiera mesa con él—, o que se ha dado todo el respaldo a la alcaldesa de Marbella y senadora, que no ha justificado el origen de su patrimonio de 12 millones de euros y que tiene a su marido y a su hijastro imputados por narcotráfico y blanqueo de capitales.

"O tolerancia cero o se compadrea con ella"

Y también recuerdan que el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz sigue siendo militante del PP pese a que la Fiscalía ha pedido 15 años de prisión para él por la operación Kitchen, un caso sobre el que Gamarra no quiso pronunciarse porque data de hace una década, dijo, y su partido ha sido claro y rotundo. E insisten en que Alberto Casero, diputado en el Congreso e imputado, continúa en su escaño. Y que el PP echó a su líder, Pablo Casado, por poner en duda los contratos de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, con la empresa de su hermano.

ERC o Bildu se piensan qué hacer con el escrito del PP, que sí apoyan Vox, Cs o Compromís. Unidas Podemos insta al PSOE a presentar una comisión, pero rechaza la requerida por Génova

"El PP es a la corrupción lo que el calamar a la tinta. Extienden la sospecha a todo el mundo. El PP se reboza en la corrupción, es su medio natural, pero no van a arrastrarnos a su mundo. En el PSOE, en ocho horas el diputado estaba expulsado y había entregado su acta de diputado. Los ciudadanos deben saber que con la corrupción o se tiene tolerancia cero, como el PSOE, o se compadrea con ella, como en el PP", sostienen desde la sede federal del partido. En definitiva, la sensación que tiene Ferraz es que los conservadores no han calibrado bien sus movimientos: "No están midiendo bien poner el ventilador, porque a veces también sopla el aire hacia ti".

La comisión de investigación requerida por el PP será calificada por la Mesa del Congreso el próximo martes. Pero para que salga adelante tendrá que aprobarla el pleno. Unidas Podemos pidió a los socialistas que den "todas las explicaciones" y considera que han de ser ellos los máximos "interesados en aclarar lo ocurrido". Es más, según manifestó la líder del partido morado, la ministra Ione Belarra, es el PSOE quien debiera presentar esa comisión de investigación. Pero su grupo no acepta "lecciones de lucha contra la corrupción del PP" y por tanto no apoyará su solicitud.

ERC y Bildu se están pensando qué hacer, y ambos subrayan que no tienen claro su voto y que lo decidirán tras analizar con detenimiento el escrito del PP. También quiere estudiarlo el PDeCAT. Compromís ya ha adelantado que sí respaldará la petición de los conservadores, igual que hicieron Vox, Ciudadanos o la CUP. El PNV, indican fuentes del partido, no cree útil montar investigaciones parlamentarias mientras la Justicia prosigue con sus pesquisas, y precisamente por eso "se deniegan información y peticiones". Por eso los nacionalistas vascos quieren también estudiar "el objetivo" de la petición del PP. Todavía hay margen para que los grupos decidan su posición y para que el PSOE, a la vista de los números, determine su estrategia.