Almeida rogó a Ayuso salvaguardar a su equipo en la lista electoral a cambio de algunas imposiciones

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, pidió salvaguardar al núcleo duro de su equipo incorporándolo a la lista electoral para las elecciones del 28 de mayo. Y aunque la baronesa popular le impuso algunos nombres de consejeros suyos como el de Marta Rivera de la Cruz, David Pérez y Carlos Izquierdo, Almeida está relativamente satisfecho con la candidatura que presentará ante los ciudadanos en las municipales y que vendría a demostrar una especie de pax romana entre ambos.

La continuidad de nombres que parecían condenados como Borja Carabante o Andrea Levy, -en un caso por vincularlo al affaire del supuesto espionaje a Ayuso y, en otro, por su declarado "casadismo"- habían puesto en cuestión que repitieran en la lista. Pero Carabante no sólo vuelve a ir sino que lo hace de nuevo como número 4 tras Almeida, Inmaculada Sanz y Marta Rivera.

Algo peor lo tiene Levy, que pasó de hacer tándem con Almeida hace cuatro años a bajar al puesto 13 de la lista. Los concejales del PP son actualmente quince y su tendencia es al alza tras la más que probable desaparición de Ciudadanos. Quiere decir que su reelección no corre peligro, pero la entrada a la candidatura municipal de la actual consejera de Cultura, Turismo y Deportes de la Comunidad de Madrid le pone difícil repetir de delegada de Cultura del Ayuntamiento.

Almeida "tiene muy buena relación con Rivera de la Cruz"

Para añadir más tensión al argumento, en el entorno del alcalde responden que éste "tiene muy buena relación con Rivera de la Cruz" a la pregunta de si ha tenido que "tragar" ante los consejeros autonómicos. También subrayan que, de los once primeros puestos de la lista, "siete son de su equipo y otro ya estuvo con Almeida en la oposición en el Ayuntamiento", y del mismo modo confirman que el empeño del regidor madrileño era preservar a los suyos a pesar de que no faltaron los momentos pasados en que sobrevoló la sospecha de una razzia.

Los siete que repiten en esos primeros once puestos son Inmaculada Sanz, Borja Carabante, Engracia Hidalgo. Paloma García, Borja Fanjul, Almudena Maillo y Álvaro González.

El alcalde, que no pasó por un buen momento cuando estalló la crisis del PP -a cuenta del espionaje a Ayuso y del dossier que Génova manejó contra la presidenta autonómica y su hermano sobre un contrato de mascarillas para hacerle desistir de su intención de controlar el partido en Madrid- negoció la lista con Ayuso y con el secretario general regional y número dos de la candidatura autonómica, Alfonso Serrano, según han confirmado las mismas fuentes. consultadas.

Bronca García Egea-Rodríguez

Nada queda de las maniobra del que fuera secretario general del PP en la etapa de Pablo Casado, Teodoro García Egea, al que muchos recuerdan poniendo y quitando nombres de la lista con la que Ayuso se presentó a las elecciones del 4 de mayo de 2021. Su afán por controlar a la presidenta madrileña terminó en un enfrentamiento con su jefe de Gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, en una colisión que culminó hace poco más de un año con una de las peores crisis del PP.

En cambio, esta vez la planta séptima de Génova ha optado por mantenerse lo más al margen posible independientemente de la intención de la propia Ayuso de buscar un equilibrio entre el Gobierno de la Comunidad, la dirección madrileña y la dirección nacional del partido.

"Si nos han consultado, hemos opinado, pero sin entrar en poner o quitar nombres", señalan en la sede del partido. Asimismo, creen que Ayuso y Almeida se han entendido bien "y contra quienes decían que le iba a meter de número dos municipal a una persona de su más estrecha confianza, la presidenta madrileña ha optado por alguien próximo al alcalde, Inmaculada Sanz", que también tiene buena sintonía con la baronesa territorial.

En definitiva, Ayuso no ha ido a la guerra contra Almeida, salvo algún efecto colateral como el de Levy, acaso el más llamativo, pero controlando mucho los posibles daños. Ya lo dijo el alcalde: “No ha habido drama, ni puñaladas, ni ha sido el apocalipsis”.