El líder del PP y candidato a la presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, ha arrancado la semana en un desayuno informativo con éxito de público acorde a unos sondeos que le colocan en el primer puesto de la parrilla de salida para las elecciones del 23-J. Ahí ha esbozado el decálogo de las medidas que acometerá en los primeros cien días de gobierno si llega a Moncloa, entre ellas, revisar "una a una cada una de las leyes en las que el voto de Bildu fue decisivo. Su voto no va a servir para nada en nuestro país", ha dicho el popular recordando la participación de esta formación, por ejemplo, en la Ley de Memoria Democrática.

Con el telón de fondo de la constitución de los ayuntamientos y el pacto exprés alcanzado con Vox en la Comunidad de Valencia, -para garantizar "la estabilidad del gobierno", ha dicho como reflexión general- ha explicado el resto de puntos de ese decálogo de los primeros 100 días, esto es, un gobierno "mucho más pequeño"; explicación sobre el estado de las cuentas públicas de las tres administraciones y de la Seguridad Social; rebaja del IRPF a las rentas medias y bajas; recuperar el delito de sedición sedición y aumentar las penas por corrupción; remisión a la Cámara una nueva ley orgánica del Poder Judicial "para garantizar la independencia del CGPJ y jueces, magistrados y fiscales"; lucha por la igualdad y contra la violencia de género; reunión con los agentes sociales; convocatoria de la Conferencia de Presidentes para fijar un calendario de trabajo sobre fondos europeos, agua y financiación; abordar la presidencia UE y mantener informado al líder de la oposición y, para terminar, "unir y decir la verdad".

El ayuntamiento de Barcelona, "cuestión de Estado"

Sin querer revelar quiénes formará su equipo económico -"que siempre han sido mejores que los del PSOE"- ha defendido que su partido ha hecho "lo que teníamos que hacer en Barcelona", donde han posibilitado la elección del socialista Jaume Collboni. Apela Feijóo a que la decisión de impedir que el independentismo se hiciera con la segunda ciudad de España así como los "populistas" de los comunes, es "un tema de Estado. "Hemos cumplido nuestra palabra", aunque, eso sí, advirtieron a Colboni que "no nos engañase". Y todo ello sin ganarse "ni un discreto agradecimiento" por parte del PSOE.

Tras calificar de "cainitas" las luchas en el seno de Sumar y cuestionar la fiabilidad de Yolanda Díaz, después de "medrar a costa de unas personas" a las que luego ha vetado, como a Irene Montero", se ha mostrado partidario de regular los debates electorales, dando por seguro que celebrará un "cara a cara" con Pedro Sánchez.

Por otro lado, ha defendido que la convocatoria electoral es un reconocimiento, por parte de Sánchez, "de que el cambio está en marcha y un torpe intento de dificultarlo. La elección de la fecha es el colofón perfecto de quien ha gobernado pensando en sí mismo, no en facilitar la participación, sino para que no se hable de la derrota contundente, para que los nuevos gobiernos que se formen no puedan demostrar que hay nuevos proyectos, para que el PSOE no le dé tiempo a cambiar de candidato y para dificultar la votación.", ha arremetido al comienzo de su intervención.

Imaginemos a este gobierno envalentonado si interpreta que se le ha dado la razón en todo"

Cree Feijóo que su oponente "no lo ha medido bien. El 28-M refleja una mayoría social que ha dicho basta. No sólo hay un rechazo al pasado sino a lo que puede pasar en el futuro. Imaginemos a este gobierno envalentonado porque ha interpretado que se le ha dado la razón en todo. Con Bildu comenzaron a negociar a escondidas y acaban en una relación estable en todos los ámbitos, incluida la redacción de la mal llamada memoria democrática. Del pacto a escondidas se ha pasado al elogio", ha agregado en relación a las palabras del delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín en ese mismo escenario, Nueva Economía Fórum.

Y así, ha dicho en un tono netamente electoral, que mientras Sánchez "ofrece cuatro años más de lo mismo yo propongo cambiar una política detestable por una política decente". Y en cuanto a la violencia de género y el conflicto desatado por un alto dirigente de Vox de Valencia negando la misma al poco tiempo de haber pactado un gobierno de coalición con los populares, ha asegurado que "no habrá pasos atrás". "Ni se me ocurrirá negarla ni hacer leyes que desprotejan a la mujeres, leyes que ha hecho el PP. Ni vamos a hacer leyes como la del 'sí es sí' ni a negar ni dejar de luchar contra una lacra".