Desde que la Casa Real marroquí filtrara en marzo de 2022 una carta enviada por Pedro Sánchez a Mohamed VI, la versión habitual del presidente y de parte del PSOE, al menos del que impone la narrativa oficial desde Ferraz, era que no se había producido un cambio de posición en el conflicto del Sáhara Occidental. Así lo ha recalcado este martes en una entrevista en Telecinco, una afirmación que no siempre ha mantenido en público y que no sostienen ni el ala morada del Gobierno de coalición ni algunos militantes y dirigentes socialistas.

"Desde Zapatero, pasando por Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, y ahora yo hemos tenido la misma posición sobre Marruecos y el Sáhara Occidental. No ha cambiado nada. Si usted mira la posición del Gobierno de España con el Sáhara Occidental es perfectamente compatible y es la misma posición de Francia, Países Bajos, muchos países de la UE y también de Estados Unidos. La relación con Marruecos es fundamental", ha esgrimido este martes en el Programa de Ana Rosa. Ha asegurado que, en base a sus declaraciones públicas, comparte la visión con Feijóo sobre la necesidad de que la resolución del conflicto "encaje" en el acervo de la ONU.

El 8 de junio de 2022, sin embargo, Sánchez sí reconoció el giro copernicano en el litigio de la ex colonia española. Lo hizo en el Congreso de los Diputados. Tras semanas negándolo, Sánchez señaló que "47 años de conflicto deberían ser suficientes para entender que tenemos que mover nuestras posiciones". El presidente del Gobierno también admitió que, a partir de ahora, el Gobierno evitaría en público todo aquello que molestara a la monarquía alauí. El pleno mostró, una vez más, las divergencias del PSOE con sus socios de investidura en torno al Sáhara, entre acusaciones de "extorsión" o "traición".

Desde entonces, Sánchez -en la línea de su ministro de Exteriores y estrecho colaborador José Manuel Albares- ha ido modulando el mensaje según las circunstancias. Antes de su afirmación de este martes, Sánchez abordó el tema la semana pasada en el programa de Jordi Évole en La Sexta, en plena gira por programas de televisión.

"Durante 50 años no ha habido avances"

Sus palabras entonces fueron para justificar el cambio de posición. En La Sexta Sánchez defendió su volantazo porque la realidad es que "durante 50 años no ha habido avances". "Si la comunidad internacional, EEUU y los principales países europeos dicen que tenemos que encontrar otras vías para resolver este conflicto dentro de la ONU, y siempre con la premisa de que tiene que ser una solución acordada por las partes del conflicto, creo que España tiene que estar en esa actitud constructiva", arguyó tras dejar claro que no compartía que Marruecos fuera una monarquía absolutista, tal y como insistía Évole.

Para tratar de contener la indignación que provoca el cambio, Sánchez subrayó que "España continúa siendo el principal donante en ayuda humanitaria al pueblo saharaui", un extremo que censuran desde el Frente Polisario, que recuerdan la responsabilidad histórica de España como potencia administradora de la última colonia por descolonizar en el continente africano.

El cambio de posición en el Sáhara, alineándose con el plan de autonomía marroquí y provocando una crisis con Argelia que permanece sin resolver, es un hecho que ha sido denunciado por los socios de la coalición, los grupos parlamentarios que apoyan al Ejecutivo y por militantes y simpatizantes socialistas. También por un informe elaborado para la Fundación Alternativas, afín al PSOE, bajo el título ‘El Marruecos de hoy y el triángulo España-Marruecos-Argelia en un contexto de triple crisis’.

El pasado abril el informe indicó que el apoyo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al plan de autonomía marroquí para el Sáhara rompió la «neutralidad activa» del país en la relación con Argelia y Marruecos. La decisión generó nuevos desafíos que España tendrá que afrontar, como la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre los acuerdos comerciales con Marruecos.

La posición expresada por Sánchez al monarca alauí ha colocado a España a la vanguardia del reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara entre los países europeos. Según el Polisario, Sánchez debe aclarar "dos puntos: si con el superlativo del más se descarta el derecho de autodeterminación y el concepto de la integridad territorial de Marruecos y si entiende que el Sáhara Occidental forma parte de Marruecos".