El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, ha respondido este miércoles a las declaraciones del líder del Ejecutivo, Pedro Sánchez, durante la entrevista en el Programa de Ana Rosa en las que negaba un cambio en la posición de España respecto a Marruecos y el Sáhara Occidental: "Debe ser el único español que lo dice, porque no conozco a nadie que haga esa afirmación".

En una entrevista en la Cadena Cope, Rajoy ha asegurado que las afirmaciones del líder socialista le resultan "sorprendentes" y que ha habido "un cambio que además no se ha querido explicar" y que "no se ha consensuado con la oposición". "Ha cambiado la política española que todos los presidentes veníamos manteniendo desde la democracia en 1978, que era un referéndum bajo los auspicios de la ONU", ha agregado sin titubeos.

"Nos hemos peleado con Argelia, Marruecos y el Polisario"

Sánchez indicó ayer que su postura sobre el Sáhara es "la misma" que mantenía España con sus antecesores en La Moncloa, Mariano Rajoy (PP) y José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE). Pero para Rajoy, las relaciones durante esos gobiernos "eran buenas" con Argelia, con Marruecos y con el Frente Polisario.

No obstante, Rajoy ha comentado que si bien estos últimos España se ha "peleado" con Marruecos y con Argelia, "los señores del Polisario tienen una forma de ver al gobierno de España que nada tenía que ver con los anteriores".

Por ello, considera que este cambio de postura es una "equivocación" y que conviene "pactar, acordar y pensarlas mucho" con el resto de formaciones políticas. "Desconozco absolutamente por qué todavía no se ha explicado qué es lo que se ha hecho, quién escribió la carta que dio a conocer el Gobierno de Marruecos o cuál ha sido la posición española", ha apuntado.

Tras una legislatura marcada en política exterior por el cambio de posición de España en el conflicto del Sáhara Occidental, el PP promete "recuperar una política exterior que haga compatible una relación de vecindad profunda y sólida con Marruecos y Argelia" aunque rehuye concretar la fórmula con la que evitará que cualquier gesto para contentar a Argel, incluido revertir el giro copernicano del PSOE hacia los postulados de Marruecos, enfurezca al Palacio real alauí.