La marcha de Iván Espinosa de los Monteros confirma lo que era un secreto a voces, esto es, cómo en Vox se ha impuesto el sector más duro capitaneado por Jorge Buxadé y Quico Méndez Monasterio, y orillado a buena parte de los fundadores del partido, todo ello con la anuencia de Santiago Abascal. Ni siquiera la sangría de los 19 escaños perdidos en las últimas elecciones generales ha alertado respecto a una estrategia que, además, activó al votante de la izquierda con su política máximos en los pactos autonómicos con el PP.

La decisión de Espinosa de los Monteros ha provocado un tsunami interno en un partido de naturaleza monolítica que ya dejó ver con la salida de Macarena Olona algunas de sus grietas. Precisamente, Espinosa de los Monteros fue el que más sintió la decisión de su compañera de filas y de escaño. Representaban el sentir más liberal frente al sector próximo a los restos de Falange y del Yunque, organización de la extrema derecha y ultracatólica que extiende sus hilos por las estructuras de Vox.

Y aunque el dimisionario ha aludido a cuestiones de índole personal y familiar -"mis padres no son tan jóvenes y mis hijos aún no son mayores"-, e incluso ha aludido a "noches de hospital" que podrían justificar que durante la campaña electoral del 23-J estuviera prácticamente desaparecido, no se entendería ese paso en una persona que acaba de presentarse a las elecciones.

Cargas de profundidad de Ortega Smith y Víctor Sánchez del Real en apoyo de Espinosa

Las reacciones de varios dirigentes de Vox al anuncio de Espinosa de los Monteros, que ni siquiera cogerá su acta de diputado, dibujan a la perfección la trazabilidad de la batalla interna en el partido de Abascal. Javier Ortega Smith, desplazado de la secretaría general Vox en octubre del año pasado por Ignacio Garriga, próximo a Buxadé, ha escrito en su cuenta de Twitter un sentido mensaje donde no ahorra cargas de profundidad.

Tras encabezar su mensaje con un "querido compañero y amigo", señala que "siento mucho tu dimisión y mucho más las razones que la provocan". Pero no parece que Ortega Smith se crea lo de los motivos personales, porque añade que "has luchado sin descanso desde la fundación de VOX con lealtad, con generosidad y con sacrificio". Y aquí es donde viene el torpedo: "Aunque algunos no han sabido reconocértelo, la inmensa mayoría tenemos una impagable deuda de patriotismo contigo. Seguiremos luchando por los mismos principios y valores por los que juntos pusimos en marcha este proyecto al servicio de España y de la libertad. Siempre a tu lado. GRACIAS".

Otro compañero de filas "damnificado" al quedar fuera de las listas electorales del 23-J Víctor Sánchez del Real recuerda cómo en los últimos diez años "hemos visto juntos lo que sí pensamos sería posible. Juntos en Vistalegre. Juntos vimos, de golpe, los resultados de Andalucía 2018. Y juntos vimos lo que se había logrado con 24 y con 52. Y siempre me apoyaste, comprendiste, guiaste. Y siempre ha sido un honor romper brecha a tu lado". Con la complicidad, agrega, "de quienes no tienen ni que hablar para avanzar juntos. Frente a tantos que no creían y se iban o venían dando lecciones cuando 'ya salimos en la tele”. Por eso, contigo, siempre. Donde sea. Como sea. Cueste lo que cueste otra vez". Ese "cueste lo que cueste", no deja de ser muy significativo.

Olona alerta del "acoso organizado" que sufrirá su ex compañero de partido

Por su parte, Olona ha respondido al respeto y cariño con el que un afectado Espinosa de los Monteros la despidió en su momento, con muestras de afecto por su parte. La persona que provocó la primera gran crisis de Vox ha usado la misma red social para solidarizarse con él. "Hoy sólo diré algo. El silencio que he mantenido por mi no lo mantendré si el acoso lo sufre él. Porque en la salida todo son buenas palabras. El acoso organizado llega después. Recordadlo cuando estéis descorchando la botella: 19". El número final hace referencia a los diputados perdidos por Vox, que ha pasado de 52 diputados a 33 sin que haya habido ni un atisbo de autocrítica por parte de Vox.

Sin embargo, el ya ex diputado voxista ha hecho mención expresa en su despedida a Santiago Abascal, pero también a Jorge Buxadé, Ignacio Garriga y Manuel Mariscal, el triunvirato que, junto a Méndez Monasterio, lleva marcando el paso en Vox en los últimos meses. "Gracias especiales a Santiago Abascal sin el cual esta aventura hubiera sido imposible" y ha deseado "verle más pronto que tarde en la Moncloa" ha dicho en una comparecencia en el Congreso en la que no ha aceptado preguntas.

El foco se gira ahora hacia Rocío Monasterio

A nadie se le escapaba que decisiones como la moción de censura capitaneada por Ramón Tamames no fue del agrado del ya ex dirigente de Vox. Tampoco apretar las tuercas al PP en la política de pactos postelectorales, movilizador del voto de la izquierda este 23-J. Apartado y en buena medida silenciado, se imponía el discurso marcial de Buxadé en su comparecencia de los lunes en la sede nacional de la calle Bambú. También el vicepresidente de Acción Política se dejó ver en regiones como Extremadura para marcar territorio en la estrategia de los pactos con el PP.

Ahora el foco se desliza hacia la portavoz en la Asamblea de Madrid y líder de Vox en esta comunidad, Rocío Monasterio. Hay apuestas cruzadas respecto a cuánto tardará en dejar la primera línea política para seguir los mismos pasos que su esposo.