Pedro Sánchez no se quebrará en modo alguno por las críticas de los históricos a sus negociaciones de investidura y a la posibilidad de aprobación de una hipotética ley de amnistía. Seguirá adelante con sus planes porque entiende que ese apoyo a una España "plural" y "diversa" es lo que expresaron los ciudadanos con su voto en las urnas del 23 de julio. Manifiesta su "respeto" hacia las amonestaciones de los veteranos pero también les lanza un mensaje de vuelta: en el PSOE actual, el de Sánchez, "el que se mueve sí sale en la foto". Es decir, que sí admite las críticas y no castiga, frente a la mano de hierro que aplicaba uno de los hoy detractores del secretario general del partido y presidente del Gobierno en funciones, Alfonso Guerra, escudero de Felipe González hasta comienzos de los años noventa. Y la cúpula defiende, además, que el jefe del Ejecutivo cuenta con la "confianza" del poder orgánico del PSOE y de la militancia para continuar dando pasos hacia su investidura.

Este lunes se reunió la ejecutiva federal de los socialistas —sin presencia, por cierto, de Sánchez, positivo en covid— y tras ella compareció en rueda de prensa la número dos, la ministra María Jesús Montero. No dio pistas respecto a las conversaciones con los independentistas y sí quiso centrar el foco más en la "pérdida de tiempo" de la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo, para la que quedan aún dos semanas sin que el líder del PP haya amarrado ningún voto más de los 172 que ya tenía cuando recibió el encargo del Rey. Montero sí insistió en la necesidad de "convivencia" y "reencuentro" en Cataluña en los que Sánchez perseverará si es reelegido. Un mensaje más pertinente para los socialistas dado que hoy es Onze de Setembre, la Diada.

Han escuchado distintas voces, han sido testigos de ellas, cada uno de ellos se ha expresado como ha creído conveniente y lo único que podría decir es que en este PSOE el que se mueve sí sale en la foto"

MARÍA JESÚS MONTERO, VICESECRETARIA GENERAL DEL PSOE Y MINISTRA DE HACIENDA EN FUNCIONES

Pero en lo que la vicesecretaria general sí fue más clara fue cuando los periodistas le preguntaron por el goteo de declaraciones críticas de la vieja guardia socialista. Algunas más rotundas y contrarias con Ferraz, como las de Felipe González y Alfonso Guerra, y otras más reflexivas y "ponderadas", a juicio de la cúpula, como las de Joaquín Almunia, Ramón Jáuregui o Tomás de la Quadra-Salcedo. El más hiriente fue el exvicepresidente del Gobierno: consideró que una ley de amnistía sería "la condena de la Transición" y podría suponer "borrar 45 años de democracia". Sostuvo que los independentistas utilizan el "sistema del salchichón", van pidiendo "rodajitas" —primero los indultos, luego la supresión de la sedición y la reforma de la malversación, ahora la amnistía y "después vendrá la autodeterminación, el referéndum".

"Han escuchado distintas voces, han sido testigos de ellas, cada uno de ellos se ha expresado como ha creído conveniente y lo único que podría decir es que en este PSOE el que se mueve sí sale en la foto", contestó Montero desde Ferraz. Era una respuesta directa al hígado de Guerra, que advirtió, cuando era la todopoderosa mano derecha de González, el mandamás socialista, de que había que mantener prietas las filas, porque el que se movía no salía ya en la foto.

La número dos trasladó así su "respeto", "con cariño", a los veteranos, pero a continuación se fue a lo mollar: que los socialistas sí respaldan a su líder: "Este partido ha confiado en el equipo del presidente Sánchez, en su secretario general, para la articulación de un Gobierno progresista. La dirección del partido se siente respaldada por los militantes y por el conjunto de hombres y mujeres que quieren construir una España de progreso y de futuro, una España moderna. Y en eso estamos trabajando, más allá de que haya voces disonantes. Es obvio que la ejecutiva está unánimemente detrás del presidente Sánchez animándolo, ayudándolo, intentando darle toda la fuerza necesaria, porque la tarea es compleja, no es fácil".

"Mecanismos" democráticos internos

Montero agregó que la mayoría de las federaciones han expresado su aval a la hoja de ruta del líder —las excepciones son las de Castilla-La Mancha y Aragón, que lideran Emiliano García-Page y Javier Lambán, respectivamente—. "Este partido es diverso, es plural, y tiene mecanismos democráticos para asegurar que la posición que mantenga su dirección es la respaldada por la mayoría del partido", remachó. Con esa aseveración, la ministra de Hacienda en funciones venía a rechazar la presunción de que Sánchez actúa por su cuenta y sin escuchar siquiera a su partido.

Montero insiste en que Sánchez tiene "todo el partido detrás" y que se trata de "leer" los resultados electorales del 23-J: los ciudadanos quieren una España "plural" y "diversa"

Esos "mecanismos" a los que aludía son tanto los órganos federales —que el presidente controla— como la consulta a la militancia, que tendrá que abrirse obligatoriamente para que dé el visto bueno al acuerdo de coalición con Sumar. "Cuando toque, cuando sea el momento de contar si hemos tenido o no acuerdo y en qué términos, será cuando el conjunto del PSOE se pronuncie. Y mientras tanto, cualquier comentario, desde la broma de mi paisano [Guerra], saldrá en la foto", acabó. Es decir, que la cúpula actual sí permite la discrepancia y el debate interno, frente al férreo control que Guerra —vicesecretario general del PSOE desde 1979 hasta 1997 y vicepresidente del Gobierno desde 1982 a 1991— ejercía sobre su propia formación cuando atesoraba un gran poder. Ferraz ponía a la vez cuidado en resguardar la figura de González, que no en vano es expresidente del Gobierno y además se expresó con más tiento la semana pasada, y no la de Guerra, quien ha chocado con Sánchez en múltiples ocasiones.

Montero hizo hincapié en que el PSOE es una formación centenaria que es "coherente con sus principios y valores" y que ha sido "extremadamente seria respecto a sus posiciones". Es decir, que Sánchez no está violentando el ser del partido. "Hemos aceptado con mucha normalidad que pueda haber otras voces dentro de nuestra formación, pero lo fundamental es que la dirección del partido y su secretario general saben que tienen todo el partido detrás, la confianza de su formación política, tras el encargo de los ciudadanos el 23-J", subrayó. La vicesecretaria general defendió que Sánchez está simplemente aplicando lo que los españoles quisieron: "Se trata de leer los resultados electorales, de ver cómo se expresa España a través de algo tan sagrado como los votos. Es evidente que una mayoría de ciudadanos se ha pronunciado para que articulemos una España moderna, progresista, diversa y plural", alegó.

Fuentes de la dirección federal explicaban que no se sintieron "sorprendidos" por la sucesión de declaraciones públicas de la vieja guardia socialista, y ni siquiera se comentó este goteo en la reunión de la cúpula de este lunes. Señalaban su sensación incluso de que seguirán porque Guerra presenta, acompañado por González, su nuevo libro de memorias, La rosa y las espinas (La Esfera de los Libros, 2023), el próximo 20 de septiembre en Madrid. Creen en Ferraz que esos veteranos no están organizados, sino que hay interés por parte de algunos, en referencia a los medios, en mostrar la "secuencia".

La número dos contrastó en la rueda de prensa el doble rasero que se tiene con PP y PSOE. Cuando los populares aseguran que se quieren reunir con formaciones independentistas como Junts, "todo el mundo piensa que todo está bien" pero que cuando es el PSOE el que asegura que tiene que conversar con aquellos que "tienen que dar el sí a la investidura" se dice que hay "una ruptura de España" y una "traición". "Me parece injurioso", denunció. Otro mensaje que podía leerse en clave interna.

Con quien no quiso confrontar fue con Sumar. Cuando se le preguntó si no le incomoda al PSOE que la formación de Yolanda Díaz no sea tan discreta en las conversaciones de investidura, señaló que el PSOE debe responder por sus dirigentes, no por otras fuerzas, aunque aprecia que Sumar está "en la línea de ayudar" para que prospere la reelección de Sánchez. Eso sí, "la capacidad para conformar gobierno la tiene el PSOE", avisó. Es decir, que son los socialistas los que pilotan y pilotarán los contactos.