El Partido Popular cree que la división entre los socios de Gobierno respecto al nuevo conflicto entre Israel y Palestina nos debilita en el escenario internacional y aleja a España de los grandes foros de decisión a pesar de tener España la presidencia de turno de la UE. El portavoz del PP, Borja Sémper, ha comparecido ante la prensa al término de la reunión del comité de dirección popular, que ha analizado este asunto. "No formamos parte de las conversaciones, ni de los debates ni de las decisiones, más allá de la cumbre del Consejo Europeo. Fuera de esos foros oficiales no estamos pintando nada", ha lamentado Sémper, para quien resulta además "llamativo" que Pedro Sánchez no tenga más protagonismo "y no se haya puesto en contacto con el gobierno de Israel".

Pero más allá de expresar el respaldo y alineamiento del PP a la posición de la UE, -que pasa por una condena sin paliativos al terrorismo, defensa del derecho de Israel a defenderse siempre en el marco del derecho internacional y protección de la población civil- ha puesto el acento en las divergencias en el seno del Gobierno. Como ocurriera con la invasión de Ucrania por parte de Rusia, este conflicto "está generando incomodidad en el gobierno de España.

Asistimos con preocupación al hecho de que haya ministras que han demostrado su apoyo y descrito a Hamas como "facción armada palestina", formalmente catalogada como una formación terrorista", ha dicho no sólo en alusión a la titular de Derechos Sociales, Ione Belarra, sino también de Sumar.

Debilidad en el escenario internacional

Podemos pide llevar a Benjamín Netanyahu ante el Tribunal Penal Internacional, mientras que el partido de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, aboga por el reconocimiento del Estado palestino de forma unilateral y urgente, al margen de la UE. Destaca el PP la ruptura en el seno del gobierno, otra vez "divididos en una cuestión tan trascendente en la posición de España y en la defensa de los derechos humanos".

Si bien creen que lo de Sumar no es más que un gesto y que "tragará" con lo que decida Sánchez, como "tragó" con el cambio de posición sobre el Sáhara, "lo relevante es como impacta esta posición en nuestros socios. Tenemos un Gobierno roto, poco fiable. Sánchez no es de fiar ante la comunidad internacional. No he ha llamado ningún líder internacional. Su posición no es débil sino inexistente. Estos líos internos no sólo no se entienden en el exterior sino que nos debilita".

"Le pedimos que ordene la posición de su gobierno, no para su tranquilidad, sino para el prestigio internacional de España en defensa de la legalidad internacional y la lucha contra el terrorismo". Al hilo de esta afirmación ha recordado cómo España ha tenido en otros momentos "una posición relevante como mediador" en el conflicto de Oriente Próximo mientras que lo que "vemos ahora es que ante cualquier cuestión relevante este gobierno choca, es incapaz de tener una posición unida".

Sin fecha para la investidura de Sánchez

Por otro lado, los populares reprochan que la investidura de Pedro Sánchez siga sin tener fecha, con el recordatorio de que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, sólo tardó 24 horas en fijar la de Alberto Núñez Feijóo. Para el PP se trata de una "anomalía democrática" además de utilizar el Congreso "de una forma partidista" hasta el punto de haberse convertido Armengol en "rehén de los intereses de Sánchez".

Y tras arremeter con dureza contra la foto de Sánchez con Bildu, se han felicitado por el cambio de ciclo político en Polonia impulsado por Donald Tusk, de la familia popular europea. "Estamos contentos porque es un gobierno que quiere fortalecer la constitución. Polonia merece un gobierno moderado y de centro. Recuperar un estado liberal nos parece una oportunidad para los polacos".