El presidente del Ejecutivo español Pedro Sánchez ha vuelto a exhibir su apoyo a la labor del enviado especial del secretario general de la ONU para el Sáhara Occidental durante la Asamblea General de la ONU a pesar del giro copernicano en el contencioso saharaui que ha marcado su acción de gobierno.

Seguiremos apoyando a la población saharaui en los campamentos, como hemos hecho siempre

"Muchos conflictos siguen abiertos, otros tantos congelados y por eso quiero retirar el apoyo decidido del Gobierno de España a la labor de los enviados del secretario general para el proceso de paz de Oriente Medio, en Siria y también en Libia", ha declarado Sánchez durante su intervención en la Asamblea General de la ONU con motivo del inicio de su nuevo periodo de sesiones. "Y en lo relativo al Sáhara Occidental, España favorece una solución política mutuamente aceptable en el marco de la carta de Naciones Unidas y en las resoluciones del Consejo de Seguridad", ha señalado.

"La labor del enviado especial del secretario general de la ONU es fundamental y cuenta con todo el respaldo del Gobierno de España. Y del mismo modo seguiremos apoyando a la población saharaui en los campamentos, como hemos hecho siempre, manteniendo nuestra condición de principal donante internacional de ayuda humanitaria en este contexto", ha agregado, en la misma línea de lo que ya señaló el pasado septiembre en un año marcado por el histórico cambio de posición del Gobierno en el litigio de la ex colonia española, que va camino de cumplir el medio siglo. En marzo de 2022 Sánchez quebró la neutralidad activa mantenida por España desde la invasión del territorio por Marruecos en 1975 reconociendo como el plan marroquí de autonomía como "la base más seria, realista y creíble para la resolución del diferendo".

Desde entonces, Moncloa mantiene rotas las relaciones diplomáticas con Argelia, principal valedor internacional de la República Árabe Saharaui Democrática en su apuesta por el derecho a la autodeterminación del último territorio por descolonizar de África, conforme a la legalidad internacional.

Durante este septiembre el enviado personal del secretario general de la ONU, Staffan de Mistura, ha visitado Marruecos y Argelia en un intento de reactivar la resolución del conflicto. En noviembre de 2021 el Frente Polisario puso fin al alto el fuego en vigor desde 1991 y desde entonces se ha desarrollado una guerra de baja intensidad. Por primera vez desde que accedió al cargo, De Mistura pudo acceder a los territorios ocupados del Sáhara en un periplo marcado por la represión a los activistas de derechos humanos saharauis.

Contra la "ola extremista y reaccionaria"

Sánchez ha lanzado desde la tribuna de la ONU un llamamiento a la comunidad internacional para defender las democracias frente a la "ola extremista y reaccionaria" que, a su juicio, en todo el mundo esté usando "el miedo, la mentira y la manipulación". Dijo que hay que hacer frente a encrucijadas como la defensa de la democracia, los derechos fundamentales, la igualdad y la justicia social.

Alertó, además, de la existencia de una "profunda crisis de desafección y desconfianza hacia las instituciones" y de "una ola extremista y reaccionaria" en todo el mundo que admitió que no es fácil hacerle frente porque quienes la promueven usan "la mentira, el miedo y la manipulación". No obstante, Sánchez dijo observar razones para la esperanza y citó a la sociedad española, que defiende de forma "valiente y decidida" un legado de avances como los relativos a la igualdad.

En su opinión, un patrimonio que el país dejó patente "en el ámbito del deporte" en alusión a la reacción ante la polémica generada por el beso que el ya expresidente de la Real Federación Española de Fútbol Luis Rubiales dio a la jugadora Jenni Hermoso tras conseguir la selección española el Mundial femenino. "España ha dicho se acabó y se acabó con todas las consecuencias", insistió.