La decisión de Sumar de presentar una Proposición no de Ley y un documento político sobre los acontecimientos en la franja de Gaza se tomó este fin de semana y no se adelantó antes al socio de gobierno, según ha confirmado a El Independiente fuentes de la formación encabezada por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. De este modo, los socialistas conocieron esta iniciativa en la rueda de prensa conjunta del portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, y de la portavoz parlamentaria del grupo plurinacional, Marta Lois.

A grandes rasgos, los textos piden que acabe la "operación de limpieza étnica" por parte de Israel contra el pueblo palestino y que se reconozca el Estado palestino por parte de España "de forma unilateral, incondicional y urgente como contribución esencial a la paz". Pero lejos de quedar esta iniciativa como una cuestión interna, de política doméstica, su eco ha llegado a la embajada de España en Israel, la misma que ayer, en un duro comunicado, condenaba "enérgicamente" las "declaraciones de algunos miembros del Gobierno español".

El conflicto ha acabado enfrentando a España con la embajada israelí

Posiblemente la Embajada aludía más a la ministra de Asuntos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, quien ha exigido al Gobierno del que forma parte que lleve al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ante la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra. Pero aunque Podemos, fiel a su estrategia, ha dado un paso más allá, alusiones a la "limpieza étnica" o al reconocimiento unilateral del Estado palestino no pasan desapercibidas para la cancillería israelí ni tampoco para muchas europeas.

De momento, Sánchez intenta que sea sólo su voz la que se escuche en Europa y no las divergencias existentes en el seno de su Ejecutivo, aunque en esencia coincide con Sumar en el reconocimiento del estado de Palestina, aunque no de forma unilateral sino en concierto con la UE, tal y como manifestó ayer desde Tirana (Albania).

Mas significativo fue, sin embargo, el comunicado que a primera hora de la noche de ayer emitió el Ministerio de Asuntos Exteriores defendiendo una posición unívoca del Ejecutivo que no es tal. La postura del Gobierno de España "en su conjunto con respecto a los ataques terroristas perpetrados por Hamás es clara: condena tajante, exigencia de liberación inmediata e incondicional de rehenes y reconocimiento del derecho de Israel a defenderse dentro de los límites marcados por el Derecho Internacional y el Derecho Internacional Humanitario".

También "la necesidad de distinguir a la población palestina del grupo terrorista Hamás, de proteger a la población civil de Gaza y la necesidad imperiosa de mantener los suministros básicos indispensables para el bienestar de dicha población". Dista mucho de ser los términos en los que se han manifestado los socios de gobierno.

Sumar marca perfil propio previo a la negociación de la coalición gubernamental

En todo, en Sumar creen que más allá de esta iniciativa contra la operación militar israelí sobre la franja de Gaza, a Moncloa "les molestó la visita de la vicepresidenta a Bruselas -donde se reunió con evidentes gestos de complicidad con Artur Mas- o la entrevista en La Vanguardia defendiendo una nueva ley de amnistía". Y es que Sumar también necesita marcar perfil propio ante una negociación que no termina de arrancar ni con Moncloa ni con el PSOE.

Aunque algo parece haber cambiado desde que la líder de Sumar se reunió con Pedro Sánchez en pasado día 4 dentro de la ronda de contactos del líder del PSOE con los representantes de los Grupos Parlamentarios del Congreso y se comprometieron a avanzar en un programa de gobierno este mismo mes de octubre, lo cierto es que los socialistas priorizan en estos momentos sus contactos con ERC y Junts, dando por hecho el gobierno de coalición con al formación magenta.

Eso, unido a la guerra propia que dirime Podemos para diferenciarse por su parte de Sumar, añade un elemento más de complejidad a la futura negociación para armar un nuevo gobierno de coalición, tanto en lo que afecta a los objetivos de la legislatura como al reparto de carteras ministeriales. Ione Belarra e Irene Montero son conscientes de que no tienen nada que hacer en un diálogo con el PSOE controlado por Díaz e intentarán librar la guerra por su parte para tener un asiento en el Consejo de Ministros.