Para el Gobierno, se trata de cumplir con el "compromiso" adquirido la semana pasada con la Comisión Europea. El responsable de Justicia comunitario, Didier Reynders, había trasladado por carta su preocupación al Ejecutivo español por la ley de amnistía, reclamándole información "más detallada". Entonces, el ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, le recordó también por escrito, en una misiva de vuelta, que se trataba de una iniciativa que partía formalmente de los grupos parlamentarios, pero no obstante se ofrecía a explicársela para que tanto él como la vicepresidenta de Valores y Transparencia, Věra Jourová, conocieran de primera mano la posición del Gabinete de Pedro Sánchez.

El paso se da ahora, una vez que ayer el Grupo Socialista registró en solitario la proposición de ley orgánica de amnistía en el Congreso. El propio Bolaños remitió este martes sendas cartas a Reynders y Jourová con una copia de la iniciativa y la solicitud de una reunión con ambos comisarios para poder explicársela. La Comisión recibió a primera hora sendos escritos, según señalaron fuentes comunitarias a Europa Press, y lo confirmó la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, tras la última reunión del Consejo de Ministros en funciones.

La ministra defiende que la ley es un texto legal "impecable desde el punto de vista jurídico, anclado en el marco constitucional"

Con las cartas de Bolaños de este mismo martes, se cumple con un "compromiso del Gobierno", al remitir la iniciativa a Jourová y Reynders, "desde la tranquilidad de haber presentado un texto legal importante para nuestro país, impecable desde el punto de vista jurídico, anclado en el marco constitucional". La también titular de Política Territorial añadió que desde el Gobierno están "encantados de poder conversar y transmitir el contenido con las instituciones europeas".

"Como estoy seguro de que se trata de un tema de su interés —escribió Bolaños a Jourová—, aunque el texto debe seguir ahora la correspondiente tramitación parlamentaria, me gustaría tener la ocasión de mantener una reunión con usted a la mayor brevedad posible, para poder exponerle la posición del Gobierno de España sobre esta materia". A Reynders le dirige prácticamente las mismas palabras, recordándole que ya se comprometió a explicarle la posición del Ejecutivo en su misiva del 8 de noviembre. A él también le pide una reunión "a la mayor brevedad posible".

"Una vez recibida la información, lo examinaremos a su debido tiempo", apuntó por su parte desde Bruselas el portavoz de la Comisión para asuntos jurídicos, Christian Wigand. El portavoz comunitario, informa Europa Press, apuntó que la Comisión no hará comentarios sobre la ley de amnistía hasta conocer formalmente su contenido. El Ejecutivo comunitario ha insistido en que este es un asunto de índole nacional que debe resolverse internamente, "dentro del marco constitucional".

El derecho de protesta, que el Gobierno respeta, dice la portavoz, "excluye todo tipo de violencia", que ha de ser condenada por los partidos

Rodríguez también fue preguntada por la investidura de Pedro Sánchez, que arranca este miércoles en el Congreso, en medio de una formidable tensión política y social. La portavoz defendió, de entrada, el derecho de los ciudadanos a manifestarse —"es legítimo, lucharon los que nos precedieron y lo tenemos ahí para disfrutarlo y hacer uso de él"—, derecho que también lo tienen los partidos o asociaciones. Pero ese derecho de protesta "excluye todo tipo de violencia", y lo que se espera, dijo, de todo demócrata es que "condene" esos episodios. Un apremio más al PP que desde el PSOE no cesan de repetir en los últimos días.

Mensaje para los ciudadanos "de buena fe" que están inquietos

Los socialistas reclaman a Alberto Núñez Feijóo que se aparte de la senda "reaccionaria" de Vox, tal y como verbalizó el presidente en funciones el pasado sábado desde Málaga. La violencia "siempre" debe ser condenada, amonestó la portavoz, quien también echó mano de un argumento recurrente de su partido: el "problema" para la derecha no es una "ley impecable a todas luces" desde el punto de vista constitucional, sino que "no acepta la mayoría parlamentaria que la respalda". "A menos argumentos, más insultos, más frustración, más violencia y más decibelios", reprochó.

El dispositivo de Interior para la investidura supone el despliegue de 1.600 efectivos, 600 más que en la reelección de Rajoy en 2016

El Gobierno confía en que la sesión de investidura de miércoles y jueves pueda desarrollarse "con total normalidad", puesto que se trata de un acto "más que formal", ya que se trata de dar contenido a la previsión constitucional de nombramiento de un presidente del Gobierno, en el que el candidato expone a los grupos su proyecto de futuro para el país. Rodríguez hizo entonces un llamamiento a la "calma" y la "tranquilidad".

Interior ha reforzado su dispositivo de seguridad, ante la previsión de que puedan producirse manifestaciones en los alrededores del Congreso. Contará con 1.600 efectivos, por los 1.000 que se desplegaron en la investidura de Mariano Rajoy de 2016, también envuelta en un ambiente tenso por la abstención necesaria del PSOE que quebró al partido internamente.

La portavoz, como ayer hiciera Bolaños, también quiso lanzar un mensaje de "tranquilidad" a la ciudadanía "de buena fe" que pueda sentir "inquietud" por una ley de amnistía que olvida y borra más de una década de procés y permite la reinserción total de los líderes independentistas. Rodríguez les pidió "confianza", una confianza "avalada por la trayectoria de un presidente que no ha hecho más que mejorar la vida de los españoles". Recordó la portavoz que los que hoy le critican desde la derecha también lo hacían antes, infundiendo "los mismos temores".

A esos ciudadanos les envía un mensaje de "tranquilidad y esperanza" porque España es un "país fuerte ante la adversidad" y porque además de la convivencia, el nuevo Ejecutivo se encargará de cuestiones prioritarias como la subida de los salarios, las pensiones, las becas... Sánchez se presenta este miércoles ante el Congreso con la "ilusión" de poder seguir trabajando al frente del Gobierno, con la convicción de haber "cumplido su deber" y de la necesidad de seguir "avanzando". "Lo que mañana diga el presidente del Gobierno será también lo que ocurra los próximos años en nuestro país, porque ha demostrado que cumple su palabra", enfatizó, poniendo en valor sus palabras en la investidura anterior, en enero de 2020, antes incluso de que estallara la pandemia.