Alberto Núñez Feijóo ha elevado el tono y mucho en su intervención del pleno de este miércoles, para decir, entre otras cosas, que esta investidura "nace de un fraude. Lo que trae a la Cámara no se votó en las urnas. Si tan tranquilo está ¿por qué no deja que se vote en las urnas?", le ha espetado a Pedro Sánchez en un debate que se preveía de alto voltaje con la ley de amnistía de telón de fondo. La investidura "se propicia a través de un ejercicio de corrupción política. Tomar decisiones en contra del interés general a cambio de beneficios personales es corrupción política. No tiene ningún derecho a humillarnos a los españoles", ha agregado para incluir que "ha comprado la investidura" a base de cesiones.

Pero ha sido en su segunda intervención, en la contrarréplica, cuando ha querido incorporar un matiz a unas palabras que podían sonar mucho de deslegitimación del gobierno que salga de este pleno. "Esta investidura va a terminar en un procedimiento constitucional y con una mayoría legítima", ha admitido, "pero será presidente pactando lo contrario de lo que votó en campaña. Ha perpetrado el mayor ataque reciente al estado de Derecho", para terminar de decir "no pienso bajar la cabeza nunca".

En esta misma línea ha insistido en que "no soy presidente porque ni me vendo ni vendo a los españoles", por el contrario "usted -ha dicho- ha marcado todos los récords de ignominia sobre el PSOE" y tras pedirle que dejara de "escudarse en Vox" ha llegado a decir que Santiago Abascal "demuestra muchas veces más altura de estado de usted".

También le ha advertido que si bien los socialistas "quieren la resignación del estado español, se equivocan. Traemos su voz a este Congreso" en alusión a la movilización social en la calle. Y a continuación ha proclamado, entre el coro de los escaños populares "no a la amnistía, no a ignorar la víctimas del separatismo, no a borrar delitos de corrupción ni de terrorismo, no a mediadores internacional, no a la injerencia rusa , no a cesiones de 100.000 millones, no a Bildu, no a darle la espalda a más de la mitad de los españoles, no a la mentira, no a Pedro Sánchez".

Lo suyo no ha sido un discurso, ha sido un delirio"

Entiende Feijóo que los ciudadanos han sido "víctimas de un gran engaño" y ha vaticinado que "jamás" le volverían a respaldar si le dieran la opción de acudir a las urnas de nuevo tras "vender por un puñado de votos su dignidad". Sánchez, ha dicho, se aferra a la investidura "porque sin ella no son nada. Ha caído en al sinrazón. Lo suyo no ha sido un discurso, ha sido un delirio" y se ha comprometido a "no dejar huérfana a esa mayoría constitucional. Yo jamás me callaré".

Tras hacer un repaso de hemeroteca sobre todas las afirmaciones de Sánchez, desmentidas después por su propia ejecutoria -como los pactos con Podemos o Bildu o que la amnistía era imposible por inconstitucional- ha explicado no traer a colación "sus engaños para sonrojarle sino para aprender la lección". A su juicio "no hay límites éticos porque no tiene reparos para acudir a la mentira, cualquier fin justifica los medios, ni límites legales porque si le entorpece la adecúa a los intereses de sus socios. Hay que encender todas las alertas democráticas porque de Sánchez se puede esperar cualquier cosa".

Hay que encender todas las alertas democráticas porque de Sánchez se puede esperar cualquier cosa"

núñez feijóo

Feijóo ha aludido a los compañeros de viaje de Sánchez para recordar cómo "intercaló sonrisas con una condenada por apología del terrorismo o rindiendo honores a un fugado o el comité federal (del PSOE) liquida, no ya la igualad y la convivencia, sino que liquida la historia del PSOE". Para el líder del PP "es obvio que no cree que los pactos del estado" y cuando tenga dificultades "no me busque. Me quedo con la mayoría de los españoles que considera de segunda. Felicito a los independentistas porque tiene el presidente que quiere, mejor una dócil y otro fiable, no se sabe quién acabará siendo victima de quién".

En respuesta a la afirmación de Sánchez en el sentido de que tanto él como su bancada son tan españoles como los populares, ha exhortado a Gabriel Rufián, Mertxe Aizpurua y Miriam Nogueras a que "confirmen todos que se sienten igual de españoles que Sánchez y que su acción política se rige por su profundo amor a España. ¿Es verdad o no que han vuelto a la Constitución y abandonan la vía bilateral?", les ha retado.

En una intervención centrada en la ley de amnistía y en las cesiones al independentismo, ha mostrado asimismo su rechazo a los verificadores internacionales, "porque la soberanía nacional no necesita mediadores", y mostrado su rechazo a la "idea de asumir que España es un estado opresor". Con los pactos de Sánchez con el secesionismo España se convierte, a su juicio, en un "paraíso judicial para el independentismo".

Pero "los españoles no tenemos que pedirles perdón". Es el presidente del Gobierno en funcionen quien "debe pedir perdón a los fiscales y jueces, a las FSE, a los españoles a los que ha mentido y vuelto a mentir esta mañana. Ha venido a presentarse como un mal menor que ya tiene mérito para presentarse a una investidura. Pero si es usted el problema. De su mandato quedará la foto de Puigdemont llegando a España. Austed la historia no le amnistiará".

Advertencia al PNV

Significativa ha sido la alusión al PNV, cuyos cinco diputados hubieran sido fundamentales para llegar a Moncloa. Tras subrayar que Sánchez no ha dedicado ni una línea de su discurso a Euskadi, ha advertido que "el hueco que ha dejado libre el PNV lo ocupará el PP del País Vasco.

Tampoco se ha olvidado de Podemos, cuyos cinco diputados y dos ministras en funciones, Ione Belarra e Irene Montero, parecían convidados de piedra. A sabiendas de que ni Sánchez ni, mucho menos, Yolanda Díaz, quiere contar con ellos se ha preguntado "¿les damos un Ministerio? ¿qué opina la señora Montero? Con lo bien que lo han hecho en Igualdad, siendo el Gobierno más feminista de la historia y ¿va a cesar a la ministra de igualdad?

Y ha concluido: "Me comprometo con los españoles y España no se rinde".