El Tribunal Constitucional ha comenzado a registrar los primeros recursos contra la ley de amnistía por parte de ciudadanos particulares, a pesar de que la norma todavía no se ha aprobado en el Congreso de los diputados. El magistrado Juan Carlos Campo, exministro de Justicia del Gobierno de Pedro Sánchez, ha firmado una petición de abstención que, según fuentes del alto tribunal se analizará a partir de este jueves.

Campo se pronunció explícitamente sobre la inconstitucionalidad de la amnistía cuando en junio de 2021 firmó los indultos a los líderes del procés. En la argumentación que se hizo desde Justicia rubricó un informe en el que alegaba que la medida de gracia tan extensa era “claramente inconstitucional”, como informó este periódico, y por eso el Ejecutivo se inclinaba por los indultos que sí vienen detallados en la Carta Magna. Además, ese año el entonces ministro hizo pedagogía en entrevistas explicando que "la amnistiá no cabe porque la amnistía es el olvido".

Ahora el Constitucional será el órgano encargado de avalar todas las letras del texto que pretende dar carpetazo a una década de proceso independentista en Cataluña y eliminar todos los antecedentes penales y causas pendientes de cada uno de sus responsables. El órgano registró la semana pasada los primeros recursos que, además, van acompañados de la recusación de tres miembros, como ha avanzado 'El Español'. Por un lado el presidente, Cándido Conde-Pumpido, y por otro los dos magistrados que llegaron directamente desde el Gobierno, Campos y Laura Díez, quien fue asesora en el ministerio de Félix Bolaños.

Ninguno de los recursos de inconstitucionalidad presentados por la futura amnistía tiene "ningún tipo de recorrido", según fuentes del órgano, porque la ley aún no se ha aprobado y, por tanto, nadie puede ver sus derechos afectados aún, pero el asunto de las recusaciones es un nudo muy gordo que puede mermar la mayoría progresista del alto tribunal.

Hasta ahora este sector ha contado con una amplia mayoría de siete magistrados frente a cuatro conservadores. Si Campo, Díez y Pumpido decidieran apartarse este equilibrio se rompería y los siete progresistas se quedarían en cuatro igualmente.

Cabe recordar que Conde-Pumpido en 2021 se abstuvo de todos los asuntos que quedaban por resolver vinculados al procés después de que los líderes independentistas pidieran que se apartara tras haber participado en una conferencia dando su opinión. El ahora presidente decidió dar un paso al lado de forma voluntaria por haber manifestado su "preocupación" en ese acto de 2017 por lo que estaba ocurriendo en Cataluña que calificó de "pretensión de subvertir el Estado social y democrático de Derecho utilizando fraudulentamente la propia bandera de la democracia".