Emiliano García-Page, presidente de Castilla la Mancha, ha sido entrevistado este domingo por primera vez desde la investidura de Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno por Gonzo en su programa Salvados. El socialista más crítico con el Gobierno asegura no que "está tocando las narices" a Pedro Sánchez y que no le hubiera votado en la investidura. "Hubiera abandonado mi acta, pero mi situación es un poco distinta a la mayoría", afirma Page en este caso hipotético.

En el tono amable de las entrevistas de Salvados el manchego ha asegurado que no se siente solo en la posición crítica a Sánchez, al que no cree que tenga que perdonar nada, "ni el a mí tampoco", ha asegurado.

Las preguntas más comprometidas de este Salvados han sido realizadas por otros socialistas que no están de acuerdo con García-Page en su enfrentamiento crítico con Pedro Sánchez y a los que Page se ha tenido que enfrentar en Salvados. Además se ha visto con votantes de Sumar e independentistas.

Page está de acuerdo con el pacto del PSOE con Sumar y hasta con el de Podemos, pero no con el Junts y ERC. "Lo razonable es ponérselo difícil a los independentistas, pero si desde el principio queda muy claro que vas a gobernar a cualquier precio, el precio sube", ha asegurado el gobernante que ha destacado que él no quería repetir elecciones, pero sí mantener un posición más cautelosa ante los pactos.

Según su análisis VOX ha encontrado espacio electoral en nuestro país por "las cesiones que se han hecho en el pasado a los nacionalistas. Ahora hemos evitado que entre en el Gobierno, pero tanta concesión a los independentistas retroalimenta a la derecha", por lo que cree que la política de pactos de Sánchez "alimenta la base social de la derecha".

Page ha reconocido que tiene muchas dudas de que la legislatura dure los cuatro años y ha observado dos momentos cruciales para la misma: "Un primer momento, hasta que Puigdemont pase por la Junquera y luego cuando esté aquí".

Su posición en el PSOE

García-Page ha comentado cómo es su papel, en estos momentos, en el partido, destacando que dice lo mismo en los medios que a puerta cerrada en el PSOE; "que yo he visto alguno decir una cosa en los medios y luego pedir perdón en el partido". En este sentido ha aseverado que en la última ejecutiva del PSOE "el aire se cortaba con un cuchillo. Pero yo creo que tenía que ir".

En su situación como oveja negra del socialismo se ha visto comprometido personalmente y ha confesado que intentó convencer a su hermano para que no se diera de baja del partido por su oposición a la amnistía. Lo que no consiguió.

En cuanto a su futuro en el partido, el presidente ha vuelto a negar que quiera encabezar una candidatura para suceder a Sánchez, pero los socialistas que han pasado por el programa no han terminado de creerle.