"¿Qué más tenía que pasar para que nos fuéramos?". Esta es una de las preguntas que se hacen en Podemos para justificar la marcha de sus cinco diputados al Grupo Mixto. Insisten en que la comparecencia del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en el Congreso el pasado martes para explicar la crisis de la Franja de Gaza fue el detonante de una decisión que vino a colmar el vaso de muchos sinsabores. "No nos dieron ni una portavocía adjunta en el Grupo Parlamentario, no existía ninguna forma de hacer política, de participar en los debates ni de presentar iniciativas, nada".

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, solicitó la pasada semana intervenir en el pleno sobre Gaza de este martes "porque desde el principio hemos mantenido una postura muy clara respecto al genocidio de Israel. Ha sido un posicionamiento en el que Belarra ha destacado", pero no fue hasta el pasado lunes, siempre según las mismas fuentes consultadas, que se le comunicó que sería el ex embajador Agustín Santos Maraver, quien tomaría la palabra.

Para Podemos, Santos Maraver es poco menos que un quintacolumnista del PSOE

Y para Podemos, Santos Maraver es poco menos que un quintacolumnista del PSOE del que destacan sus vínculos con el ex ministro de Exteriores Miguel Ángel Moratinos además de haber sido Representante Permanente de España ante la ONU bajo mandato, precisamente, de Albares. A juicio de los morados estaba totalmente desautorizado para dar réplica al ministro, mientras se ninguneó la petición de Belarra de intervenir.

Las quejas alcanzan también a la formación del Gobierno, donde no consiguieron ningún ministerio. En este caso, aducen, también recibieron la callada por respuesta cuando pusieron sobre la mesa el nombre de Irene Montero. Desde Sumar "tardaron dos meses en responder proponiendo a Nacho Álvarez". El problema, explican, es que hubo propuestas de un lado y otro, "pero no negociación. Nunca hubo la opción de sentarse a hablar y discutirlo".

Aseguran que la voluntad de Podemos "no es poner en aprietos al gobierno de coalición sino hacer política y en el Grupo de Sumar iba a ser imposible". De hecho, Belarra comunicó el martes al ministro de Presidencia, Félix Bolaños, su marcha al Mixto pero con voluntad de mantenerse en la mayoría de investidura aunque con el aviso de que deberán negociar también con ellos. También se pusieron en contacto con los miembros del Grupo Mixto, esto es, el diputado de UPN, Alberto Catalán; el del BNG, Néstor Rego, y la de Coalición Canaria, Cristina Valido, con los que compartirán espacio, financiación, medios materiales, tiempos de intervención y cupo para presentar iniciativas parlamentarias a partir de ahora.

Niegan que Sumar se enterara por Diario Red, el órgano de expresión de Podemos, de la ruptura

Pero, además, niegan que Sumar se enterara por Diario Red, el órgano de expresión de Podemos, de la decisión de romper con Sumar pues la secretaria de Organización de los morados, Lilith Verstrynge, se lo trasladó a Josep Vendrell, coordinador ejecutivo de Sumar. El problema es que ambos partidos discrepan de si esta comunicación se produjo antes o después de que la noticia se conociera públicamente. En todo caso no deja de ser llamativo que Belarra sí hablara con Bolaños, pero, en cambio, no se dirigiera a su antigua compañera de Consejo de Ministros Yolanda Díaz.

Ahora Podemos empieza a trabajar en las que van a ser las prioridades de la legislatura, en temas como la vivienda o los próximos Presupuestos Generales del Estado. Eso sí, matizan que "tampoco pretendemos hacernos con el control del Grupo Mixto. Nuestra idea es celebrar una reunión para organizar el trabajo interno". Cabe señalar que de los ocho miembros que va a tener ahora, cinco son del partido de Belarra.

El último en entrar en liza ha sido el ex líder de Podemos, Pablo iglesias. En declaraciones a Rac 1 se erigió ayer en portavoz de las bases -a las que no se ha consultado la ruptura con Sumar- afirmando que han recibido la noticia con un "enorme alivio" pues así los morados podrán "hacer valer esos cinco diputados" en la Cámara Baja y no desaprovechó la ocasión para recordar quién ayudó a encumbrar a Yolanda Díaz haciéndola primero ministra y luego vicepresidenta.