Es la cuestión que más inquieta en Sabin Etxea. Intentar revertir el malestar de una parte importante de su electorado requiere identificar bien las causas que lo han provocado. También descifrar si es el electorado el que ha cambiado o es el partido el que lo ha hecho, alejándose de una parte de sus votantes. Los procesos de prospección social que habitualmente lleva a cabo el PNV que lidera Andoni Ortuzar esta vez han fallado. El ‘termómetro’ y la temperatura que arrojó y a partir del cual se construyeron los dos últimos procesos electorales se han demostrado equivocados. Recalibrar los ‘sensores’ para volver a tomar el pulso real de su base electoral se antoja clave para las autonómicas de 2024.

Hoy el votante del PNV es menos independentista, se siente mucho más de centro que hace cinco años y se identifica en un porcentaje mayor “tan vasco como español” de lo que lo hacía hace un lustro. Es lo que se puede concluir de la comparación del Sociómetro del Gobierno vasco que periódicamente arroja una fotografía de las posiciones y opiniones del conjunto de la sociedad vasca.

Se trata de un indicador valioso para detectar transformaciones sociales y políticas en Euskadi. Una comparación de los sondeos publicados en los últimos años revela que el votante del PNV actual no es el mismo que el de hace un lustro. Si se compara el periodo que abarca el apoyo dado a Sánchez por primera vez en 2018 y el revalidado ahora en 2023 el movimiento del perfil nacionalista e ideológico es detectable.

Además de revelar que el grado de apoyo y valoración de Iñigo Urkullu ha ido en aumento hasta ser hoy, cuando la dirección del PNV ha decidido relevarlo como candidato, el más alto de todo el periodo, muestra como en estos años se ha producido otro cambio en las bases del PNV: el votante del partido se ha vuelto “más de centro”. Este movimiento de su electorado hacia el centro es significativo si se tiene en cuenta la alianza de socios progresistas –Bildu, Podemos y PSOE- en la que se integró en 2018 y que ahora ha revalidado y que quizá podría explicar parte del alejamiento de un porcentaje de sus votantes.

Cada vez más "vascos y españoles"

Una de las cuestiones que periódicamente se pregunta es la identificación en el eje izquierda-derecha que hacen los encuestados. Hoy la mayoría de los votantes del PNV se ven a sí mismos como de centro. En una escala de 0 a 10 hoy la inmensa mayoría, el 74%, se sitúa en una horquilla de 4 a 6. En 2018 en esa misma pregunta sólo un 59%, -quince puntos menos-, se ubicaba en ese rango. Por el contrario, entre los votantes del PNV que se identificaban con posiciones más de izquierdas, -de 0 a 3 en una escala de 0 a 10- representaban algo más de una cuarta parte de sus votantes, el 26%. Actualmente, según el Sociómetro conocido ayer, sólo lo hacen el 15%, es decir, casi uno de cada siete.

Otro de los aspectos que en este tiempo se ha movido es el identitario. Lo ha hecho con un comportamiento singular. Los votantes del PNV se sienten menos vascos, pero más nacionalistas o abertzales. Comparado con lo que manifestaron hace cinco años, quienes se sienten o “sólo vascos” o “más vascos que españoles” son hoy menos. En 2018 el 22% afirmaba ser “sólo vasco”, actualmente ese porcentaje ha descendido apenas un punto, pero los que dicen ser “más vasco que español” ha pasado del 42% de hace un lustro al 33% del Sociómetro elaborado con entrevistas realizadas entre el 21 y 24 de noviembre pasados. Ese movimiento se corresponde con el incremento del 30% al 39% que se produce entre los que afirman ser “Tan vasco como español”.

Respecto a su sentimiento nacionalista o abertzale, sigue estando muy presente y siendo mayoritario entre el votante del PNV, pese a que sí se perciben algunos cambios. Así, mientras ha aumentado el porcentaje de quienes dicen ser “muy abertzales”, el 49%, ocho puntos más que hace cinco años, los que se consideran sólo “bastante abertzales”, caen del 39% al 36% y aumenta dos puntos, hasta el 15% los votantes del PNV “poco” nacionalistas.

Pugna identitaria con Bildu en Gipuzkoa

La independencia es otro de los elementos sobre los que se pregunta y en el que la evolución en este periodo también es significativa. Más de un tercio de los votantes, casi cuatro de cada diez, el 38%, está en desacuerdo. Son tres puntos más que en 2018. También descienden los votantes del PNV que aseguran que apoyarían la independencia “según las circunstancias”, que pasan del 42% al 40%. En cambio, los que estarían de acuerdo crecen levemente del 16% al 17%.

Se trata de un aspecto esencial que diferencia el apoyo del PNV y el de la otra gran marca nacionalista; EH Bildu. Así, en la coalición que lidera Arnaldo Otegi el porcentaje de votantes que respaldaría la independencia de Euskadi triplica a la del PNV, al alcanzar el 54%, al que se suma un 37% que lo haría en determinadas circunstancias. Quienes están en desacuerdo en Bildu apenas son el 9%.

Gipuzkoa es el territorio donde el sentimiento independentista está más asentado y donde precisamente EH Bildu vence en la pugna electoral al PNV. En el PNV quienes apoyarían la independencia son en gran medida guipuzcoanos, en esta provincia el 28% estaría de acuerdo, frente al 20% de los vizcaínos, el feudo fuerte del PNV, y el 15% de los alaveses. Por el contrario, quienes se oponen a la independencia entre las filas del PNV son mayoría en Alava, el 45% de sus votantes se opone, el 38% la rechaza en Bizkaia y el 33% en Gipuzkoa.