La sorpresiva decisión de Vox de votar contra la reforma del artículo 49 de la Constitución -en lugar de su primera abstención en la toma en consideración hace tres días- es para los populares un rasgo de distinción entre ambas fuerzas políticas. Y es que el desplante del partido de Santiago Abascal a las organizaciones que han venido defendiendo la sustitución del término "disminuido" de la Carta Magna por el de "persona con discapacidad", demuestra, a decir de Génova, la "desmesura y radicalidad" de la posición de Vox frente al PP, "un partido con sentido de Estado y fundamental para abordar cuestiones de gran calado como la reforma constitucional" en un tema de tanta sensibilidad.

tras apelar a la "política útil", entienden que el "no" de Vox "retrata" a este partido al tiempo que "centra" al PP en el tablero político y viene a demostrar, dicen, "que, por mucho que se empeñe la izquierda en equipararnos, no somos lo mismo".

Vox ha sido el único Grupo Parlamentario que se ha apeado de una inusual unanimidad, todo ello entre grandes críticas al PP, en general, y a Alberto Núñez Feijóo, en particular, conforme a la que viene siendo su estrategia en los últimos tiempos. Los voxistas, en plena crisis interna, pretenden erigirse estratégica y tácticamente como la única oposición a Pedro Sánchez y ni siquiera la apelación directa que le hizo el presidente del Cermi -Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad- a Abascal para que se sumara a esta reforma, surtió efecto.

Respuesta de Feijóo a Abascal

Dichos ataques fueron respondidos ayer por el propio Feijóo, satisfecho por haberse apuntado el primer gran pacto de esta legislatura "sin hacer entreguismo a Sánchez", agregan las fuentes consultadas. Sin citar en ningún momento al partido con el que gobierna en coalición en cinco comunidades autónomas y un buen puñado de municipios de toda España, dijo aceptar "todas las críticas que se deriven por mi postura y la del PP. Acepto que me critiquen por cumplir mis compromisos, porque creo que en esto consiste la política. Acepto también que me critiquen por hacer valer nuestro programa electoral, que fue votado por ocho millones de personas, y por querer mejorar la Constitución y, en consecuencia, la política, y las instituciones de nuestro país".

Tras esta primera andanada, siguió la réplica a Abascal al afirmar que "tengo claro cuáles son mis prioridades, que es ser útil a los ciudadanos y avalar propuestas razonables, cumplir la palabra dada y servir a mi país". Y, por tanto, "todas esas críticas las acepto y lamento que no le gusten a algunos o no compartan nuestra postura, pero les aseguro que volveríamos a hacer lo que hemos hecho y nos sentimos orgullosos de ello".

Abascal, cuyo partido ha pasado de abstenerse en la toma en consideración al "no" de ayer, sin que nada en absoluto haya cambiado entre una votación y otra, ha venido diciendo que resulta "inaceptable e incomprensible el permanente balón de oxígeno del PP a este Gobierno". Feijóo, dice "sale siempre en auxilio de Sánchez» que es, por otro lado, la acusación que de forma reitera se hace desde Génova a la sede de la calle Bambú.

Cuatro millones y medio de españoles tienen declarada alguna discapacidad

Pero para Feijóo, la sesión parlamentaria de ayer es ejemplo de "buena política" en una materia "relevante, oportuna y necesaria" cuya recta final se completó en la reunión que mantuvo con el jefe del Ejecutivo el pasado 22 de diciembre. "Las partes han negociado, han consensuado, han sometido el texto a los informes preceptivos, de manera muy especial al Consejo de Estado, y ha habido respeto. La igualad de los españoles siempre merece ese pacto", ha dicho a modo de resumen de una negociación que ya iba muy avanzada desde la legislatura anterior.

Cuatro millones y medio de españoles tienen declarada alguna discapacidad. Una situación que les afecta tanto a ellos como a sus familias. La reforma, no sólo elimina un término que, si bien era producto de su tiempo, les resultaba claramente ofensivo, sino que, además, añade otro apartado a ese artículo a propuesta de las organizaciones que operan en el mundo de la discapacidad.

"Las personas con discapacidad ejercen los derechos previstos en este Título en condiciones de libertad e igualdad reales y efectivas. Se regulará por ley la protección especial que sea necesaria para dicho ejercicio". Reza la nueva redacción del articulado en su primer punto. Y agrega en un segundo apartado: "Los poderes públicos impulsarán las políticas que garanticen la plena autonomía personal y la inclusión social de las personas con discapacidad, en entornos universalmente accesibles. Asimismo, fomentarán la participación de sus organizaciones, en los términos que la ley establezca. Se atenderán particularmente las necesidades específicas de las mujeres y los menores con discapacidad".

Ambos textos sustituyen al anterior enunciado: "Los poderes públicos realizarán una política de previsión, tratamiento, rehabilitación e integración de los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos, a los que prestarán la atención especializada que requieran y los ampararán especialmente para el disfrute de los derechos que este Título (I) otorga a todos los ciudadanos". Todo un abismo entre una redacción y otra.