La ley de amnistía no se tocará para ampliar su cobertura, pero Pedro Sánchez sí está dispuesto, como avanzaba este lunes El Independiente, a explorar otras vías para "mejorar" la norma y que pueda satisfacer a Junts. Y una salida que no descarta es la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim) para evitar que las instrucciones judiciales se prolonguen. Un aviso claro al juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón, que conduce la causa Tsunami Democràtic y por la que quiere que el Supremo impute al expresident Carles Puigdemont, aunque ni la Fiscalía de la Audiencia ni el fiscal del TS Álvaro Redondo aprecian ese delito. La causa lleva cuatro años y medio instruyéndose y el magistrado García-Castellón ha pedido una prórroga de seis meses más, de ahí que los independentistas pidan una medida de gracia de aplicación inmediata y no "en diferido".

Esa posibilidad de limitación de los tiempos de instrucción la reconoció el presidente del Gobierno durante su entrevista, este lunes, en Al rojo vivo, en La Sexta, la primera después del frenazo de Junts a la ley de amnistía en el Congreso. En ella insistió en que la norma, en su redacción actual, es "valiente", porque aspirar a "devolver a la política lo que nunca debió salir de ella", "reparadora", porque cubre a todos los independentistas implicados en el procés, fueran líderes o no, y es "plenamente constitucional".

Sánchez reclama "templanza" y "firmeza" a Junts, porque la ley es "constitucional" y alineada con el Derecho europeo. Descarta reformar el Código Penal para redefinir el delito de terrorismo

La ley, está "convencido", saldrá adelante y será "cien por cien constitucional". La pregunta es cómo, por tanto, buscará el Ejecutivo atraer a Junts. Primero, el presidente descartó que se vaya a ampliar la amnistía para acoger a todos los delitos de terrorismo y de alta traición al Estado, como reclaman los de Puigdemont.

"Ya dijimos con la votación [del pasado martes] que no", recordó. Fue entonces cuando el PSOE tumbó todas las enmiendas de los posconvergentes que caminaban en esa línea. Por eso Sánchez les pidió "templanza" y "firmeza", que sean conscientes de que se ha alcanzado un acuerdo con el resto de formaciones políticas que apoyan la medida de gracia que es "constitucional y alineado con el Derecho europeo, que es fundamental". Como ya dijera el pasado jueves desde Bruselas, se reafirmó en La Sexta en que la ley ya cubre "todos los supuestos que incumben al movimiento independentista", porque el separatismo "no es terrorismo".

Tampoco el Gobierno promoverá una nueva definición del terrorismo. Es decir, que no reformará en paralelo el Código Penal para limitar el alcance de este delito. "Lo descarto, no está en el ánimo del Gobierno. Insisto, el terrorismo no es equiparable al independentismo", subrayó.

"Se incardinan en la reforma para la eficiencia de la Justicia"

La vía que explorará el Ejecutivo, reconoció, en línea con lo publicado este diario, es una modificación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por la que le preguntó Antonio García Ferreras, para poner un límite a los plazos de instrucción judicial: "Yo creo que hay un elemento que hemos visto durante estas últimas semanas, de instrucciones que se prolongan y que los propios fiscales han puesto en cuestión. Son elementos que se incardinan perfectamente en una reforma que hemos convalidado en los reales decretos leyes de hace unas semanas en el Congreso [el 10 de enero] y es el de la eficiencia de la Justicia". Decreto que se acordó tramitar como proyecto de ley para poder introducir enmiendas y que por tanto es un texto que está también vivo en el Congreso ahora mismo.

En 2015, el PSOE se opuso a la limitación de la investigación judicial, y de hecho, ya en 2020 la revirtió, con Sánchez en el Gobierno

Y siguió: "Creo que hay elementos que podemos incorporar de mejora y que evidentemente pueden subsanar algunas de las dudas que puedan tener estas formaciones políticas".

Sánchez señaló que el Ejecutivo hablará con todos los grupos para "ver qué márgenes de mejora" hay de una ley, la de amnistía, que es "valiente, reparadora y constitucional", con la premisa de que con su actual redacción "todos los independentistas encausados estarán acogidos en la amnistía", igual que los policías y guardias civiles acusados de lesiones, precisó. Dicho de otro modo, se tiene que ver entre los grupos una solución que dé satisfacción a todos sin cambiar la ley de amnistía.

Lo cierto es que esta hipotética reforma de la LECrim va en contra de lo que el propio Ejecutivo de Sánchez hizo al poco de llegar a la Moncloa. Y es que el Gobierno del PP fue el que en 2015, y gracias a su mayoría absoluta, impulsó la fijación de un plazo para la instrucción de las causas penales. Medida que el PSOE criticó en aquel momento y que de hecho revirtió cinco años después, sin el apoyo del PP, al comprobar que muchas causas eran archivadas por falta de tiempo para investigarlas, informa EFE. Eso permitió, de hecho, librarse de juicio por el caso Pasarelas al expresidente de Murcia Pedro Antonio Sánchez.

En 2015 se fijaron seis meses como plazo general y la posibilidad de llegar hasta los 18 para las causas más complejas, pero como no se dotó de más medios a unos juzgados muy saturados, esa reforma, que el PP aprobó con el argumento de que era positiva para agilizar los procesos, provocó severas disfunciones. La modificación de 2020 del artículo 324 de la LEcrim impone un plazo de 12 meses para la investigación judicial, que puede prorrogarse de manera sucesiva por periodos de seis meses a instancias del propio juez o de las partes.

Ni "banalizar" ni "manipular" o "tergiversar" el terrorismo

Ferreras recordó a Sánchez que en 2019 él pedía que no se banalizase el terrorismo. El presidente defendió que no se desdice: que en efecto no hay que "banalizar" el terrorismo, pero tampoco "tergiversarlo" ni "manipularlo", que es lo que a su juicio hace el PP, pues la amnistía le sirve como una "gran cortina de humo" para votar en contra de medidas como la revalorización de las pensiones. Y reseñó que José María Aznar indultó a terroristas de la organización Terra Lliure.

El presidente insiste en que un referéndum es "inviable" desde el punto de vista constitucional, pero también imposible porque "iría en contra" de su política de "convivencia"

Sánchez también se desvió hacia el PP cuando se le preguntó si jueces como Manuel García-Castellón o Joaquín Aguirre —el que instruye la trama rusa del procés— son "prevaricadores", como creen sus socios. Respondió que España, como indican los rankings internacionales, es una "democracia plena", que disfruta de un modelo "garantista" que hace que si hay "errores" judiciales puedan subsanarse en instancias superiores, y por eso él mismo pide a los independentistas que sean "rigurosos" y "escrupulosos en el cumplimiento de la constitucionalidad y en la alineación con el Derecho europeo".

Pero el PP, añadió, "utilizó estructuras parapoliciales" para espiar a sus adversarios o "dio martillazos a un ordenador". "No es el caso de mi Administración", que ha pasado, dijo, "de la guerra sucia a la política limpia". "Si alguien ha puesto en duda el buen hacer del Supremo es la oposición. Yo no he puesto en cuestión sentencias ni del Supremo ni del Constitucional", agregó, y eso que tiene "dudas" de ciertas resoluciones, como la que declaró el estado de alarma que el Gobierno decretó para frenar la pandemia como contraria a la Carta Magna. Para el presidente, por tanto, es el PP quien "sistemáticamente judicializa la política".

Dijo que no habría amnistía, justo antes de las generales del 23-J, y la habrá. ¿Puede haber por tanto referéndum, por mucho que ahora se niegue? Sánchez contestó que no. Primero, porque desde el punto de vista constitucional es "imposible, inviable" hacer una consulta para segregar una parte de España. Y dos, porque todos sus pasos, desde que es presidente, han ido encaminados al "reencuentro", al fortalecimiento de la "convivencia", y eso no es lo que perseguiría un referéndum "binario". Es decir, que desde un punto de vista político un plebiscito de autodeterminación "iría en contra" de aquello que ha estado abonando.

Su intención es continuar en el Gobierno pase lo que pase: España "va en la buena dirección", presume, mientras el PP ha cambiado "de líder, de discurso y de socios"

El líder socialista reconoció que ha cambiado de opinión sobre la amnistía, pero añadió que la política "no opera sobre el vacío", y en este caso la realidad es la dimensión parlamentaria. No obstante, cree que, "de una u otra manera", la amnistía, como los indultos, "tenía que llegar", al margen de que haya accedido a aprobarla ahora porque necesita los siete votos de Junts para continuar en la Moncloa.

Negociar es "difícil", convino, pero "lo grave es que se rompan todos los puentes de diálogo y lleguemos a situaciones tan extremas como en 2017 y que paguemos todos las consecuencias". Defiende que "el tiempo no lo cura todo", y la prueba está en que de 2011 a 2017 pasaron seis años y el choque con Cataluña se "agravó", hasta el punto de que se produjo una declaración unilateral de independencia y la quiebra constitucional. Desde 2017 hasta ahora han pasado más de seis años y las cosas, apuntó, "han cambiado para bien".

Los independentistas, sostiene, también han sacado "una lección de todo lo que sucedió". Indicó que formaciones como ERC sí han hecho un "análisis autocrítico". El presidente mantuvo que más allá de que la Constitución y el Estado de derecho tengan herramientas para "defender esa convivencia", la política está obligada a encontrar "puntos de unión y no de desunión", razón por la que le produce "tristeza y frustración" que la derecha "continúe errando", apostando por la misma estrategia de utilizar la cuestión territorial para tratar de "erosionar" al Gobierno.

Aunque Sánchez está seguro de que llegará a un acuerdo con Junts y de que la ley de amnistía saldrá adelante, su intención es, pase lo que pase, continuar al frente del Gobierno. Recordó que desde 2018 se le ha preguntado en múltiples ocasiones si aguantaba o no y, desde entonces, ha aprobado tres Presupuestos y más de 200 leyes. El PP, contrastó, ha cambiado mientras "de líder, de discursos y de socios", al pasar de Ciudadanos a Vox como muleta. El presidente defendió que su hoja de ruta es "clara" y que España va "en la buena dirección", con más crecimiento económico, más derechos y "más convivencia".

Considera "un buen político" a Page pero le recuerda que él como dirigente socialista se impone la regla de debatir en los órganos, porque si no la derecha usa esas reflexiones para "atacar al PSOE"

Sánchez fue interrogado asimismo por la posición crítica de Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, que el mes pasado aseguró que el PSOE está "en el extrarradio de la Constitución", palabras que levantaron la ira de Ferraz y del resto del partido.

El jefe del Ejecutivo buscó templar los ánimos. Contó que tiene "buena relación" con el barón regional: "Le considero un buen político y le tengo en buena consideración. Es PSOE siempre". Pero a renglón seguido le apostilló que los trapos sucios se lavan en casa: él, como dirigente socialista, se ha impuesto la regla de que las cuestiones han de debatirse en los órganos internos. Porque "al final la derecha utiliza estas reflexiones para atacar al PSOE y esto es un flaco favor que le hacemos a nuestras siglas", avisó. Además, precisó que "no es lo mismo gobernar una comunidad autónoma que otra, o que competir con el Estado" puesto que España solo se puede gobernar "si se asume el pluralismo político y la diversidad territorial".

Sánchez también dio una explicación más prolija de lo que él concibe como fachosfera, el término que por primera vez usó en una entrevista en La Vanguardia hace una semana. Lo definió como una "conjunción de políticas mediáticas de la ultraderecha para generar odio, crispar, polarizar". No quiso precisar a qué medios y periodistas se refería, pero indicó que los ciudadanos "son maduros y lo saben, y saben que la fachosfera existe y huele a naftalina, sin duda alguna". Sánchez señaló que empleó ese galicismo para englobar a medios y estrategias ultras que provocan "polarización, odio, resentimiento", y que busca torpedear medidas que persiguen "seguir avanzando". "No estaba pensando en nadie, seguro que usted no se ha dado por aludido", le dijo a Ferreras.

Sánchez defiende 'Zorra' para Eurovisión: "A la 'fachosfera' le habría gustado más el 'Cara al sol'". Esa 'fachosfera', dice, que busca el "odio" y "huele a naftalina"

El presidente recurrió a la fachosfera al final de la entrevista en Al rojo vivo, cuando el periodista le preguntó por Zorra, la canción de Nebulossa que representará a España en Eurovisión y que fue elegida el pasado sábado en el Benidorm Fest en la gala final en RTVE. "A la fachosfera le habría gustado más el Cara al sol", el himno falangista, reflexionó. Pero a él le gustan más este tipo de canciones, porque "al final habla de cosas que compartimos una gran mayoría de mujeres y hombres, que es la igualdad". A su juicio, el feminismo no solo es una causa justa sino "divertida", y este tipo de "provocaciones" ha de venir "necesariamente de la cultura".