El confidente del enlace del Ministerio del Interior en Colombia, Pedro Marqués, sabía que la operación para pillar al Clan de los Balcanes estaba controlada por la Policía y la Fiscalía Antidroga. Así se desprende de una conversación intervenida por la Unidad de Asuntos Internos en el coche del investigado. El inspector jefe detenido en marzo de 2024 está investigado por presuntos delitos de organización criminal, cohecho, blanqueo de capitales, tráfico de drogas, entre otros.

A finales de octubre de 2023, Marqués llamó por teléfono a una persona sin identificar. El coche estaba intervenido por los investigadores, que habían colocado un micro. Pero no el teléfono del confidente, por lo que no se oye a su interlocutor. En un momento dado, este le dice: "Si yo tengo el reporte, me lo mandaron de la Policía colombiana". Esta conversación, aportada a la causa, muestra que las autoridades del país sudamericano conocían de su papel en la operación para hacer llegar a España 750 kilos de cocaína de manera vigilada.

La investigación, que la lleva un juzgado de Murcia, empezó indagando sobre las relaciones del jefe antidroga de la Policía Nacional en la Región, José Guerrero, con el propio Pedro Marqués. Los agentes aseguran que el mando policial recibió dádivas a cambio de dejar a su confidente trabajar en asuntos de drogas. Durante la investigación, captaron conversaciones de Marqués con otro policía, el inspector jefe Juan Carlos Carrión, que en 2023 había sido designado oficial de enlace de Interior en Colombia. Este policía es un histórico de la lucha contra el narcotráfico en Galicia.

Indicios

En las llamadas entre el agente Carrión y su confidente, Asuntos Internos escuchó cosas como "no se hace nada sin plata por delante" y "los papeles" (en referencia a dinero), o algunos negocios privados entre ambos, como la compra de un coche familiar. En otro informe, hacen alusión a que el viaje del confidente a Colombia habría sido pagado por el Ministerio del Interior, pero en el resto del sumario no han aparecido dichos pagos.

Carrión estaba detrás del peligroso Cartel de los Balcanes. Como Marqués conocía a un grupo de albaneses relacionados con el grupo, lo convirtió en agente encubierto en Colombia para tenderles una trampa. El confidente, y también narco, no podría haber jugado ese rol en España, ya que la legislación guarda ese papel para los agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Pero en Colombia sí.

Como ha venido publicando El Independiente, tanto la Fiscalía de Colombia, como la de Antidroga española, estaban al tanto de que toda la operación era una entrega controlada. Esto se hace cuando la Policía o la Guardia Civil tienen constancia de un envío de droga. Se deja que llegue hasta nuestro país para poder atrapar a parte de la organización. El país donde se originó la operación la catalogó de "riesgo alto".

En la misma conversación detectada, Marqués le dijo a su desconocido interlocutor: "Pero que… que aquí se entrega para zumbar no se entrega para aquí, eso está claro. Va todo con la Audiencia Nacional y todo, qué hostias". Es decir, que él también sabía que la Justicia estaba al tanto de todo y conocía su papel.

El confidente se retractó

Cuando la Policía explotó la operación, también detuvo a Pedro Marqués, "Pedrito" como le llamaba la familia del jefe antidroga de Murcia. En una primera declaración, aseguró que Carrión colaboró con los narcos y que estaba metido en la operación para traer los 750 kilos de cocaína.

Sin embargo, más tarde se retractó en el Juzgado de Instrucción número 7 de Murcia, que lleva la causa. Dijo que lo que contó lo hizo "bajo coacciones". Que la Policía le dejó caer "que se acordara de su mujer y de sus hijos, que iban a hablar con el Ministerio Fiscal y hacer todo lo necesario para que quedara en libertad".

"En todo momento, los contactos con la organización colombiana a fin de adquirir la sustancia estupefaciente fueron directamente supervisados por miembros de la Policía Judicial colombiana”, explicó el abogado de Carrión en uno de sus escritos, reforzando la idea de que todo era una entrega controlada.

Causa paralizada

Como ya publicó este periódico, la causa contra Juan Carlos Carrión está paralizada por la falta de los análisis de los dispositivos telefónicos incautados. El inspector jefe fue detenido el 22 de marzo de 2024. El 8 de abril de ese año, el juez de Murcia autorizó el desprecinto, volcado y análisis de los teléfonos y portátiles de Juan Carlos Carrión.

Sin embargo, casi 12 meses después, Asuntos Internos todavía no ha entregado ningún informe al respecto. El 17 de abril, los policías informaron que un día después comenzarían los trabajos en las dependencias de la Unidad Central de Ciberdelincuencia. El 13 de junio informaron que se estaba "generando un informe policial con toda la información" que estaba en su poder.

Hace dos meses, el pasado 5 de febrero, en un nuevo oficio, los agentes dijeron al juez que el volcado del ordenador que se intervino durante la detención del 22 de marzo de 2024 se empezó a realizar el 20 de enero de 2025. Además, señalaron que resultó "infructuoso por motivos técnicos". Sobre los teléfonos, los volcados se hicieron entre el 19 y el 28 de noviembre. Pero tampoco hay informes al respecto del contenido en el sumario.

La defensa de Carrión ha facilitado las contraseñas tanto del móvil como de su portátil oficiales. Desde que fue detenido, el policía está suspendido de empleo y sueldo.