El final abrupto e inédito de La Vuelta, se veía venir, es la nueva materia de choque izquierda-derecha. Es el objeto de una fortísima batalla política, como toda disputa que llega a la primera línea. Y la masacre de Israel sobre Palestina, su ataque despiadado sobre la población gazatí desde hace casi dos años en respuesta al atentado terrorista de Hamás y al secuestro de rehenes, los más de 60.000 muertos, coloniza la actualidad. Dentro y fuera de España. La ola de indignación que recorre el mundo contra el Gobierno de Benjamin Netanyahu tuvo este domingo su reflejo en la paralización de la última etapa de la Vuelta Ciclista a España, después de que manifestantes propalestinos rompieran los cordones policiales, tumbasen las vallas y cortasen las calles para impedir el paso de los corredores cuando la competición estaba ya a 56 kilómetros de la meta. Para PP y Vox, la culpa era enteramente del Ejecutivo de Pedro Sánchez, por haber alentado la "violencia", por haber propiciado un "ridículo internacional televisado en todo el mundo". Para PSOE y Sumar, España y el pueblo de Madrid —100.000 personas habían salido a la calle, según las cifras de la Delegación del Gobierno—, eran un "ejemplo" en la lucha contra la "barbarie" en Gaza. Porque el Ejecutivo, se defendían en la Moncloa, no respaldó en ningún momento la violencia, pero sí apoyó a "los manifestantes contra un genocidio".

España, había asegurado el presidente en Málaga, "brilla como ejemplo y como orgullo ante una comunidad internacional" que ve cómo el país "da un paso al frente en la defensa de los derechos humanos"

Las palabras y los duros mensajes en redes sociales caminaron en uno y en el otro sentido durante toda la tarde. No era extraño. El combate está ahí, reivindican en el Ejecutivo, porque las imágenes que llegan día tras días del aplastamiento de la Franja son insoportables ya para muchos ciudadanos. Y Sánchez quiso recordarlo. El presidente, este domingo en Málaga, en el mitin de lanzamiento de la precampaña de las elecciones andaluzas, y junto a su candidata, María Jesús Montero, saludó las protestas. Las manifestaciones ya habían salpicado distintas etapas de La Vuelta, y era esperable que también las hubiera en su último trayecto, en Madrid, y por eso mismo Interior había previsto el mayor despliegue policial desde la cumbre de la OTAN de 2022, con 1.100 policías nacionales y 400 guardias civiles.

El líder socialista, desde Málaga, subrayó que España "brilla como ejemplo y como orgullo ante una comunidad internacional" que ve cómo el país "da un paso al frente en la defensa de los derechos humanos". "Y orgullo de ver un país tan plural como el nuestro, tan diverso en lo territorial como el nuestro, pero que sin embargo nos ponemos todos de acuerdo en una causa justa que son los derechos humanos. ¡Así que vivan los derechos humanos y viva el pueblo español! Digámoslo con orgullo y con ejemplo, que es lo que somos ante el mundo", proclamó el presidente. En definitiva, "admiración a un pueblo como el español, que se moviliza por causas justas como la de Palestina", siguió.

Ayuso había advertido, antes de la interrupción de la carrera, de que Sánchez sería "responsable directo" de un altercado o del parón de La Vuelta. Feijóo le culpa de haber "inducido" la cancelación de la etapa

"Cuando el presidente de la Nación jalea el boicot contra la Vuelta Ciclista a España, en su propia capital, se convierte en responsable directo de cada altercado que se produzca. Tanto de si se para la carrera como si hay una sola agresión", advirtió Isabel Díaz Ayuso antes de que se produjera el corte de La Vuelta. La presidenta madrileña acudió a la salida de la última etapa, en la localidad de Alalpardo, y mostró su apoyo al equipo Israel-Premier Tech, el conjunto propiedad de un millonario canadiense ligado a Netanyahu.

Pasadas las seis de la tarde, las manifestaciones propalestinas en la capital obligaron a parar y cancelar definitivamente La Vuelta. Para indignación máxima de la derecha. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, endosó a Sánchez la responsabilidad de haber "permitido e inducido" las protestas contra Israel que obligaron a la suspensión de la carrera, un "ridículo internacional televisado en todo el mundo", dijo en un comunicado colgado en X. Fue más lejos el jefe de Vox, Santiago Abascal: el presidente, aseguró, es un "psicópata" que "quiere la violencia en las calles para mantener el poder". "Necesita a sus terroristas callejeros porque cuando ve al pueblo de verdad, como en Paiporta, sale corriendo como un miserable", escribió en su cuenta de X.

Exigencia de condena

El alcalde de Madrid, el popular José Luis Martínez-Almeida, exigió a Sánchez y al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la condena "de manera firme e indubitada" de los "actos violentos" registrados en la tarde del domingo en Madrid. Lo sucedido, el que los manifestantes saltaran las vallas de seguridad y ocuparan las calles por donde debían pasar los ciclistas, es, apuntó en una declaración institucional en el Ayuntamiento de la capital, "fruto y resultado del odio y la violencia que llevan siendo alentadas de forma irresponsable durante los últimos días por dirigentes de la izquierda, por dirigentes del Gobierno y especialmente hoy [por este domingo] por el presidente del Gobierno".

El PP reprocha al Gobierno haber "alentado" de forma irresponsable las protestas "violentas". Una "kale borroka" llamada por Sánchez y sus ministros, denuncia por su parte la presidenta madrileña

"Lo que consiguió la kale borroka alentada por Pedro Sánchez y sus ministros: familias y niños corriendo y llorando. Esto no es Madrid", escribió por su parte Ayuso. "Hay 20.000 [niños] en Gaza que ya ni corren ni lloran, Isabel", le replicó desde X el ministro de Transportes, Óscar Puente. "Que haya personas que violenten una competición deportiva no es normal, pero que sea el propio presidente del Gobierno de España quien lo aliente, es francamente preocupante", denunció en RNE Ester Muñoz, la portavoz de los conservadores en el Congreso.

En la Moncloa en absoluto se arrepentían de las palabras de Sánchez de la mañana, ni las consideraban "imprudentes": "La derecha vive en una realidad paralela que les encantaría que existiera, pero que no existe. Hacen mucho ruido y son los de siempre. Es que no hubo violencia, cualquier manifestación universitaria tiene más drama que lo de este domingo. El Gobierno no respalda la violencia, respalda a los manifestantes contra un genocidio que está siendo retransmitido en la tele".

Para el equipo directo de Sánchez, quien ha calentado las calles ha sido el PP. "Es el que quería que este domingo hubiera violencia para justificar su posición sobre Gaza —esgrimen, en conversación con este diario—. Almeida negó que hubiera un genocidio esta misma semana. Pero ellos están en el lado equivocado de la Historia y los que tienen un problema son ellos". En el Ejecutivo están convencidos de que la posición que ha fijado Sánchez desde el principio, a la vanguardia de otras capitales europeas y de la propia Comisión, es la mayoritaria en la sociedad española, y que es la derecha y la ultraderecha quienes no han sido conscientes en ningún momento de la sensibilidad propalestina que late en los ciudadanos.

Para el Gobierno, la derecha "vive en una realidad paralela". "Es el PP el que quería que hubiera violencia este domingo para justificar su posición sobre Gaza. Pero ellos están en el lado equivocado de la Historia, ellos tienen el problema", señalan en la Moncloa

"No hemos sido imprudentes. Nosotros defendemos el derecho de manifestación de miles de personas que defienden la misma causa que el Gobierno", añaden en la Moncloa. En definitiva, la tesis del Ejecutivo es que si Sánchez mostró su apoyo es porque sabe que gran parte de la sociedad española, incluso sectores conservadores, empatizan con la causa palestina, y a su vez conecta con la opinión pública internacional: quien no está calibrando bien la fuerza del movimiento contrario a las atrocidades perpetradas por Netanyahu, creen, es la derecha.

La batalla fue cruenta en las redes sociales. "Al genocidio lo llama 'respuesta del Gobierno de Israel' y al asesinato de más de 65.000 personas lo define de 'pérdidas civiles de personas de origen palestino'. Esta carta indigna le perseguirá de por vida", apuntó la portavoz del Ejecutivo y titular de Deportes, Pilar Alegría, también desde la misma red social y en respuesta al comunicado de Feijóo. La ministra había abogado esta semana por que los organizadores de La Vuelta prohíban la participación de equipos israelíes, igual que desde 2022 se excluyó a Rusia de las competiciones deportivas por su invasión de Ucrania.

La sociedad española no tolera que se normalice el genocidio en Gaza en eventos deportivos y culturales. Israel no puede participar en ningún evento. Todo nuestro apoyo a las movilizaciones por el pueblo palestino durante la vuelta ciclista. Nuestra ciudadanía es un ejemplo de dignidad.

— Yolanda Díaz (@yolandadiaz.bsky.social) 14 de septiembre de 2025, 18:46

"Que el pueblo de Madrid se manifieste contra un genocidio no perjudica la imagen de España. Al revés. Habla muy bien del pueblo de Madrid. Lo siento por La Vuelta, pero lo siento mucho más por cientos de miles de palestinos que están siendo masacrados", "es una llamada a la conciencia internacional, la noticia es que el pueblo de Madrid ha dicho basta ya al genocidio", sancionó el titular de Transformación Digital y secretario general de los socialistas madrileños, Óscar López.

La Delegación del Gobierno cifra en 100.000 las personas que se echaron a la calle. Madrid envió al mundo "un inmenso mensaje de solidaridad, humanidad y empatía con el sufrimiento del pueblo palestino", remarca Fran Martín, que incide en el carácter "pacífico" de la protesta

Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y fundadora de Sumar, dio su apoyo a las protestas a través de su cuenta en Bluesky: "La sociedad española no tolera que se normalice el genocidio en Gaza en eventos deportivos y culturales. Israel no puede participar en ningún evento. Todo nuestro apoyo a las movilizaciones por el pueblo palestino durante la Vuelta Ciclista. Nuestra ciudadanía es un ejemplo de dignidad". El presidente Sánchez no lanzó ningún mensaje a través de redes sociales tras la paralización de la carrera.

Según el delegado del Gobierno en Madrid, Fran Martín Aguirre, más de 100.000 personas salieron a la calle este domingo. La protesta, subrayó frente a los dirigentes del PP, fue "pacífica" y el pueblo de Madrid ha enviado al mundo "un inmenso mensaje de solidaridad, humanidad y empatía con el sufrimiento del pueblo palestino". "En Madrid, en los últimos meses no se han asesinado a 65.000 niños, no se han bombardeado hospitales, no se ha acribillado a niños y niñas. En Madrid no se mata a la gente. Donde todo eso está pasando es en Palestina. En Madrid hoy se ha interrumpido una carrera ciclista", sostuvo Martín. El delegado también rebatió a los sindicatos policiales, que cargaron contra el presidente por haber alentado las protestas y haber "atado de pies y manos" a los agentes desplegados.

Orden de "proporcionalidad" a los agentes

El dispositivo que veló por la seguridad de los ciclistas y también de "quienes legítimamente han decidido salir a las calles a protestar, a pedir que acabe el genocidio y que acabe la barbarie" fue "extraordinario". Tanto que las fuerzas de seguridad, recalcó, impidieron "daños personales o materiales significativos" y mantuvieron la "normalidad" en la capital. Los disturbios dejaron dos detenidos y 22 policías heridos con contusiones de diversa consideración. Para quienes no se hayan comportado de manera "pacífica", la ley, prometió, "actuará". "Los datos que acaba de dar la Delegación demuestran las irresponsables declaraciones de Almeida cuando ha dicho que 'Madrid se ha desbordado de violencia' —escribió la líder de los socialistas en la capital y portavoz municipal, la exministra Reyes Maroto—. Todo lo contrario. Hoy Madrid ha sido un ejemplo de dignidad y solidaridad con el sufrimiento del pueblo palestino".

Los disturbios dejan dos detenidos y 22 policías heridos con contusiones. El Ejecutivo niega que el despliegue policial fuera insuficiente, pero reconoce que evitó cargas masivas que sí habrían proyectado fuera de España, aduce, una pésima imagen

¿Faltó previsión por parte del Ejecutivo? ¿El despliegue policial fue insuficiente? La Moncloa lo niega, y recuerda que esos 1.100 policías nacionales y 400 guardias civiles, 1.500 en total, suponen el mayor esfuerzo desde la cumbre de la OTAN de Madrid de 2022. "Pero somos un Gobierno que entre cargar contra los manifestantes o no hacerlo elegimos lo segundo —explican desde el equipo de Sánchez—. Son decenas de miles de personas queriendo interrumpir una calle, y eso solo lo frenas con violencia, disparando y cargando contra los ciudadanos. Eso sí que da mala imagen de España. Seguro que al PP le suena de Cataluña, de las cargas por el referéndum del 1 de octubre [de 2017] que dieron la vuelta al mundo". La Delegación del Gobierno ordenó a los agentes que respondieran con "proporcionalidad", según indican fuentes muy próximas a Martín. "El PP que diga lo que quiera", remachan desde la Moncloa, "porque... ¿qué hacía Ayuso saludando al equipo israelí? ¿Eso no es protestar?".

Frente a las acusaciones de los populares, en el Ejecutivo insisten en que violencia es "otra cosa". "Los violentos se manifiestan en Ferraz apaleando muñecos y ahorcando uno de Pedro Sánchez, violentos son los que tiran dos artefactos explosivos en la sede del PSOE de Santander cuando dentro había decenas de personas, violentos son los que dan palizas a personas solo por ser de otra raza, pobres o mujeres. Lo más violento que han hecho los manifestantes de este domingo es lanzar vallas contra el suelo", comparan. "Violencia son los miles de civiles asesinados en Gaza por el fuego que cae del cielo a diario enviado por el Gobierno de Israel", resumieron los socialistas en X.

Violencia son los miles de civiles asesinados en Gaza por el fuego que cae del cielo a diario enviado por el Gobierno de Israel", asegura el PSOE. Podemos habla de "éxito de la sociedad civil" pero ataca al Ejecutivo por ser "cómplice" de Israel y permitir La Vuelta

Podemos había pedido parar La Vuelta y había criticado el blindaje de la capital. Su líder, Ione Belarra, calificó en RNE de "victoria histórica" y de "éxito de la sociedad civil organizada" el parón de la carrera, pero cargó a su vez contra el Gobierno por ser "cómplice del ente sionista Israel", al haber permitido que La Vuelta se celebrase y al haber fijado un despliegue policial "represivo" y "sin precedentes" desde la cumbre de la OTAN de 2022.

La carrera acababa este domingo de manera extraordinaria, sin poder concluir, sin ceremonia de podio, con unas imágenes impactantes que dieron —y no es frase hecha— la vuelta al mundo. Pero la tempestad política en España no había hecho sino empezar.