Lo que había deslizado Junts lo confirmó este lunes José Luis Rodríguez Zapatero. Sí, la caída de Santos Cerdán, su imputación como presunto jefe de una presunta trama corrupta y su entrada en prisión provisional el 30 de junio asestó un hachazo a las relaciones del PSOE con Junts. Impactó de manera significativa. "Afectó" e "influyó".

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Los posconvergentes rompieron con el Gobierno hace una semana y, por tanto, ya no se producirán más reuniones fuera de España —básicamente, en Suiza— con mediador internacional ni habrá más negociaciones para sacar adelante leyes. Pero nunca se han dado detalles sobre qué ocurría en esos encuentros en el extranjero, en los que participaba también Zapatero, el protagonista de un desayuno informativo este lunes en el Ateneo de Madrid, conducido por los periodistas Esther Palomera, Lucía Méndez y Guillermo Lerma. Una cita en la que el expresidente también manifestó su convicción de que el PSOE puede volver a gobernar tras las próximas generales, pese a que ahora mismo las encuestas le sean adversas, y en la que confirmó que el rey Juan Carlos se sintió "incómodo" con la ley de memoria histórica de 2007 porque a fin de cuentas, le confesó el propio emérito en ese momento, a él lo había designado como sucesor el propio Francisco Franco.

O eres insensible a todo o te tiene que afectar. Nos afectó y nos sorprendió, sí, no de manera definitiva y determinante, pero es verdad que Santos había cuajado una confianza muy intensa con los dirigentes de Junts", cuenta Zapatero

Zapatero rechazó desgranar el contenido de las reuniones con Carles Puigdemont fuera de España —"no quiero decepcionar"—, por una cuestión de "respeto". Tanto al verificador internacional, el diplomático salvadoreño Francisco Galindo, como a los que participaban de esas reuniones. Sí reveló que en el último encuentro en Suiza, "muy cordial", Junts comunicó "lo que pocos días después hizo público", la ruptura de relaciones con el PSOE. Es decir, que el Gobierno ya sabía qué iba a ocurrir, porque los posconvergentes se lo adelantaron al enviado de Pedro Sánchez en esos encuentros, a Zapatero. Fuentes de Ferraz confirmaron que esa cita fue anterior a que la portavoz independentista, Míriam Nogueras, avisara al presidente en el Congreso que quizá había llegado "la hora del cambio", el prólogo de la ruptura oficial. En concreto, ese encuentro se produjo en Suiza el lunes 13 de octubre, y la llamada de atención de Nogueras llegó el miércoles 22.

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero sonríe a su llegada al desayuno informativo de este 3 de noviembre de 2025 en el Ateneo de Madrid. Junto a él, el presidente de la entidad cultural, Luis Arroyo, y la periodista Esther Palomera. | EFE / CHEMA MOYA

El expresidente también admitió que la entrada en prisión de Cerdán "impactó" en los que intervenían en esas citas —por parte del PSOE también acudía el diputado jiennense y miembro de la dirección federal Juanfran Serrano, y por Junts, Jordi Turull y Míriam Nogueras—, porque reinaba una "relación de afecto". "O eres insensible a todo o te tiene que afectar. Nos afectó y nos sorprendió, sí, no de manera definitiva y determinante, pero es verdad que Santos había cuajado una confianza muy intensa con los dirigentes de Junts. Es algo que yo percibí siempre, yo tenía un papel diferente. ¿Que ha influido? Sí. No digo que determinara [la ruptura]".

El exlíder socialista ha dedicado horas y horas, días y días a la "tarea de acercar posiciones con Junts, y de manera particular con Puigdemont". Un diálogo que considera "extraordinariamente positivo" para la propia democracia y para "la salida del procés". "Jamás me he arrepentido de dialogar y de escuchar. Jamás. Tengo respeto por Junts, he entendido cosas de la historia del nacionalismo y del catalanismo, y es lo que quiero preservar".

El expresidente revela que Junts les adelantó la ruptura en una reunión anterior al aviso verbalizado por Nogueras (fue el 13 de octubre) y cree que el Gobierno podrá continuar porque la formación no votará a todo en contra

¿Y qué puede pasar a partir de ahora, con un Gobierno que ha perdido el apoyo de la formación de Puigdemont? Zapatero está en las mismas tesis que el Ejecutivo, que "debe pelear cada semana para sacar adelante sus proyectos". "Ahora con más dificultad, puede que sí, pero no hay que pensar que Junts va a votar en contra de todo, sino en función del asunto" que se vote.

Para el expresidente, hay que pensar que los años del tradicional bipartidismo, "imperfecto pero bastante perfecto", en los que el Ejecutivo dominaba sobre el Legislativo, ya pasaron, porque las Cámaras han ganado peso y el Gobierno "lo ha perdido". Un cambio fruto del "pluripartidismo". Pese a todo, este Gabinete "es de los más estables de Europa". "¿Hay inconveniente para llevar el programa político esencial con esa minoría? No, no parece, los datos del país son muy buenos. Con un Legislativo más difícil este Ejecutivo logra que España sea el país que más crece". En definitiva, Zapatero cree, como Sánchez, que el Gobierno puede continuar la legislatura hasta el final, aunque no disponga de una mayoría parlamentaria sólida, porque también el desempeño económico le acompaña.

"Es convivencia pacífica, es futuro"

Porque lo que no en el horizonte es una moción de censura de PP y Vox a la que se sume Junts. Zapatero, que ha mantenido "conversaciones con Puigdemont también en el terreno ideológico", recuerda que los posconvergentes se reivindican "como partido de centro". "A partir de ahí, lo que vaya a hacer Puigdemont no está a mi alcance conocerlo, pero me sorprendería esa hipótesis" de una aventura con la derecha y ultraderecha españolas.

Un eventual regreso del expresident, en virtud de la ley de amnistía, sería positivo, a juicio del expresidente. Desea que el recurso de amparo que presentó el líder de Junts contra la negativa del Supremo a amnistiarle "sea tenido en cuenta, porque el espíritu de la ley de amnistía es claro". El momento en que vuelva "será un momento importante", "muy positivo". "Estoy deseando poder hablar con Puigdemont no en Suiza, sino en Girona, donde sea. Eso es convivencia pacífica, es futuro", señaló.

El líder socialista manda un recado a González: "Yo me siento leal al PSOE, es la forma de interpretar mi lealtad a España, a mi país, a mis convicciones. La lealtad va acompaña de humildad"

Zapatero, sobre todo desde las elecciones generales de 2023, en las que se convirtió en un ancla fundamental para levantar el ánimo a su partido, es uno de los principales apoyos para Sánchez. Cree, precisamente, que esa es su responsabilidad, también porque el presidente "es muy bueno" en su desempeño al frente del Ejecutivo. "Yo me siento leal al PSOE, es la forma de interpretar mi lealtad a España, a mi país, a mis convicciones. La lealtad siempre va acompañada de una cierta humildad. Hay que asumir que estás dispuesto a compartir, apoyar... Y no saben la libertad que da la humildad", frente al "egoísmo, la egolatría y la soberbia". Era imposible no apreciar en las palabras del exlíder socialista una crítica indirecta a otro expresidente, a Felipe González, que sigue fustigando con saña a Sánchez. "Quiero ser recordado como alguien leal a mis ideas, a mi partido, y lo exteriorizo con Pedro Sánchez, como hubiera hecho con otro presidente u otra presidenta. Pero si además el balance del país es muy positivo, lo hago con entusiasmo, con convicción plena. El balance es extraordinario".

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero participa en ‘Los desayunos del Ateneo’, en el Ateneo de Madrid, este 3 de noviembre de 2025. | EUROPA PRESS / ALBERTO ORTEGA

El PSOE, a su juicio, no está desahuciado de cara a las siguientes generales. No están convocadas y por tanto no se sabe "cómo pueden haber impactado" cuestiones como el caso Koldo / Ábalos / Cerdán, las conversaciones machistas entre el exministro y su exasesor, las concesiones al independentismo o las causas judiciales que afectan al entorno familiar de Sánchez. Eso sí, cree que respecto a la corrupción, "lo importante es la respuesta" que se da, y "los ciudadanos están viendo y comparando". Así, "el PSOE está en condiciones de disputar de manera bastante razonable volver a gobernar en España en las próximas elecciones, y no creo que vaya a cambiar. Es mi percepción. Dependerá de la convicción del propio PSOE, del momento de autoestima que tengamos. Eso es fundamental. La ciudadanía es muy sensata, sabe lo que pasa y lo que quiere para su país", sostuvo, en un aviso nítido a los suyos, para que no se vengan abajo y den la batalla, como hizo en 2023. Hay varias urnas a la vista. Las primeras son las que se pondrán en Extremadura el 21 de diciembre y las siguientes en Castilla y León, en las que cree que el PSOE puede ganar, ser primera fuerza, y eso "ya es muy importante", aunque no pueda gobernar.

No quiere entrar en el debate de quiénes pueden ser los sucesores de Sánchez, aunque "la cantera del PSOE es impresionante", pero la máxima es asumir que las nuevas generaciones serán mejor que las anteriores

No quiso Zapatero dar nombres de posibles sucesores de Sánchez, aunque sí aseguró que "la cantera del PSOE es impresionante". Pero advirtió, y este era otro mensaje a González, de que siempre hay que asumir que las nuevas generaciones serán mejores que las anteriores. "Que los que vienen son mejor que los que estuvimos, y los que vendrán mejor de los que están ahora".

El emérito "es muy sincero"

Esa máxima es extensible, para Zapatero, también a la Corona. Al rey Juan Carlos. Lo dijo cuando fue preguntado por la publicación, esta semana en Francia y en diciembre en España, de su polémico libro de memorias, Reconciliación, en el que lanza críticas a su hijo —"mi hijo me dio la espalda por deber [...], sufrí [...] al verlo tan insensible"— y a su nuera, la reina Letizia —su llegada "no favoreció la cohesión de nuestras relaciones familiares", admite un "desacuerdo personal"—. Para el expresidente, "al rey emérito le tiene que llenar de orgullo que su hijo y su nieta sean mejores", porque así las instituciones "se fortalecen".

Zapatero recrimina al rey Juan Carlos I que no se vuelque con su hijo: debería sentir "orgullo" por su hijo, le debería "apoyar en todo"

"Esas memorias me acercan más al rey Felipe VI, me hacen apoyarlo más", indicó Zapatero, afeando de forma implícita su conducta al exjefe del Estado. Señaló que tiene "buena relación" con el emérito, no lo va a "enmendar" porque iría contra su carácter, pero le gustaría que "apoyara en todo a su hijo". El expresidente no cree que pudiera ser un problema de Estado que Juan Carlos I muriera fuera de España. Lo importante es el "equilibrio", no "renegar" tampoco de la historia y de la contribución del emérito a la Transición.

En su libro, el exjefe del Estado alaba a Franco. "Si pude ser Rey, fue gracias a él", "le respetaba enormemente, apreciaba su inteligencia y su sentido político [...]. Nunca dejé que nadie lo criticara delante de mí", expresa. "No me extraña lo que dice de Franco, porque en más de una conversación me contó anécdotas sobre su vivencia con él que me guardo", relató Zapatero. El expresidente se retrotrajo entonces a 2007, cuando en el Parlamento se estaba tramitando la ley de memoria histórica. "En aquellos días le notaba algo incómodo en los despachos que teníamos". El entonces jefe del Ejecutivo le explicaba el contenido de la norma, que no se preocupara. "Él me comentaba: 'Es que claro... tú sabes quién me puso a mí'. Todos le conocemos cómo es él en eso. Es muy sincero, aunque no nos guste la sinceridad expresada".

Lo que sí ve excepcional en este momento es el juicio al fiscal general del Estado. Asegura que le dio una "impresión excelente" cuando tomó dos cafés con él y no cree que por no dejar su cargo esté contaminando la institución

Zapatero es partidario de "desdramatizar" lo que ocurre en la situación política española, porque en momentos anteriores también se han vivido momentos complicados como, en su tiempo, lo fueron los atentados del 11-M o el accidente del Yak-42. "No creo que tengamos ninguna situación de excepcionalidad", sostuvo. Con una salvedad: el juicio al fiscal general del Estado, que arrancó este lunes en el Supremo. El expresidente aboga por ser "respetuosos" con el alto tribuntal. Sí se permitió una "percepción personal", porque conoció hace unos dos años a Álvaro García Ortiz, ha tomado en este tiempo "dos cafés largos" con él y le causó "una impresión excelente". Considera que "cuando alguien está tan convencido de su completa inocencia", es un derecho en democracia "defender tu posición" desde su cargo.

En otras palabras, Zapatero no cree que "se esté contaminando el prestigio de la institución" por el hecho de que el fiscal general no deje su responsabilidad, precisamente por ese derecho, "muy sagrado en democracia", de defender su inocencia.

No es lobista del Gobierno chino

Quien sí que cree que no tiene salvación posible es el president valenciano, Carlos Mazón, que este lunes anunció su dimisión en diferido: "El PP está gestionando la crisis política igual que gestionó la dana. Con poca pericia, por ser amable. Todo el mundo sabe, e incluso por sí mismo, que hace tiempo debía haber asumido la responsabilidad y haber dedicado todo el esfuerzo político al acompañamiento de las víctimas". Zapatero acudió el pasado miércoles al homenaje de Estado por la dana, en el que Mazón recibió insultos y gritos —una presión esperable pero que ha acelerado su final— y presenció ese ambiente de "dolor y duelo no consumados". "Un poco de esmero debería poner el PP", aconsejó.

El PP está gestionando la crisis política en Valencia igual que gestionó la dana. Todo el mundo sabe que Mazón hace tiempo debía haber asumido la responsabilidad y haber dedicado todo el esfuerzo político al acompañamiento de las víctimas"

Durante el desayuno informativo, Zapatero también apostó por duplicar el número de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), cuerpo que él creó cuando estaba en el Gobierno y que recibió en la época durísimas críticas del PP. El expresidente indicó que entiende que una comunidad autónoma, cuando sufre una emergencia, "no llame rápido" porque es tanto como "reconocer su impotencia". ¿Debe tener autonomía de actuación? En su opinión, hay que "dar una vuelta al modelo", "con sosiego y diálogo político", porque la UME es el cuerpo que tiene más medios para actuar frente a las catástrofes. "Vamos a tener más danas y nuestro modelo de emergencia después de la experiencia valenciana", ha de mejorar y, de hecho, "ya hay una alerta ante la alerta mucho más clara".

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero (2d) junto a los periodistas Esther Palomera (i), Lucía Méndez (2i), y Guillermo Lerma, a su llegada al desayuno informativo de este 3 de noviembre de 2025 en el Ateneo de Madrid. | EFE / CHEMA MOYA

A Zapatero se le preguntó si es lobista del Gobierno chino. Él lo negó. Sí tiene una "relación razonable" con él, desde la época en la que él estaba en la Moncloa, y como tienen otros países. "Pero no estoy en el Comité Central del Partido Comunista Chino ni tengo otro cometido —apostilló con ironía—. Defiendo las buenas relaciones con China, como con otros países. Lo he explicado una y mil veces. China es una gran potencia, que defiende el multilateralismo, no trata de hacer política imperial". A España le interesa, esgrimió, potenciar los lazos económicos con China, porque le compra mucho pero en cambio le vende menos. La relación es desigual. "Me invitan y voy, sigo yendo, doy conferencias, pero no trabajo para el Gobierno chino", remachó. Y sobre las supuestas investigaciones que le vinculan con intereses petroleros, exclamó: "Es todo una broma".

Apuesta por duplicar el número de efectivos de la UME, el cuerpo que él creó y que cuenta con más medios para hacer frente a las catástrofes, y "dar una vuelta al modelo", "con sosiego y diálogo"

¿Y sobre el Delcygate? El expresidente sí reconoció tener una "buena" relación con la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez. Pero negó tener relación con lo sucedido en el aeropuerto de Barajas a comienzos de 2020, cuando el entonces ministro José Luis Ábalos negoció con ella y trasladó que no podía entrar a España. "Pasó lo que sabemos. Vino invitada, venía sin ningún fin específico, creo. Lo que pasó es que nadie se apercibió de que eso estaba ahí", de que no podía poner un pie en España porque pesaban sobre ella sanciones europeas. Y cuando el Ejecutivo se dio cuenta es cuando actuó. Eso fue lo que contó Sánchez, sin ir más lejos, en la comparecencia ante el Senado del jueves pasado. "Es mi interpretación y se acerca bastante a la realidad de las cosas". Ocurrió, para el expresidente, lo que sucede en más ocasiones: "Cuenta más el azar en la historia que la conspiración".

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