"No veo luz". Es la voz de un dirigente territorial socialista que se reconoce de normal optimista pero que ahora, como muchos, no atisba asidero al que agarrarse, ni posibilidad de remontar, ni forma de bracear para alcanzar tierra firme, ni manera humana de levantar un potente cortafuegos. La acumulación de golpes, uno tras otro, con rapidez, está desbordando al partido y deprimiendo el ánimo de sus cuadros en un momento además crítico, en la apertura de un ciclo electoral extremadamente delicado y que el PP está dibujando a conciencia para lesionar lo más posible a Pedro Sánchez. Varios mandos admiten que en los últimos días, desde que se conocieron los nauseabundos casos de supuesto caso sexual de Paco Salazar, y más aún en las últimas horas, se está instalando la "desolación", la profunda "tristeza" en una formación ya muy castigada. Y hacen asomar una expresión demoledora y suficientemente expresiva del trance que atraviesa el PSOE: el temido "fin de ciclo", el pálpito de que ya la ola de la derecha y la ultraderecha es imparable.

PUBLICIDAD

El humor entre los socialistas, siempre se dice y es así, fluye, muda de la depresión a la euforia y a la inversa con cierta agilidad, y se contagia de unos a otros, de bases a cúpulas. Y ahora, sin duda, pasa por uno de sus momentos más bajos. El abatimiento es total. En la mochila, lastran, y mucho, las causas por supuesta corrupción de José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Koldo García. Y a la crisis aún no resuelta por el caso Salazar —no hay todavía un informe de conclusiones del órgano antiacoso—, con el cese aún humeante del que era número dos del exdirigente sevillano, Antonio Hernández Espinal, se sumaron este miércoles otros dos movimientos sísmicos.

José Tomé presenta su dimisión como presidente de la Diputación de Lugo, pero se queda su acta de diputado provincial y de alcalde de Monforte

Por un lado, la denuncia que entró en Ferraz el lunes por la tarde contra el presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, por presunto acoso sexual. Un día después, martes 9, detonó el escándalo el programa de Cuatro Código 10, y a las pocas horas se desencadenaron las decisiones: Tomé, pese a resistirse inicialmente, acabó anunciando su dimisión al frente de la institución provincial, pero se quedó con su acta de diputado provincial —pasó al grupo de no adscritos— y con la alcaldía de Monforte de Lemos, forzando la mudanza de todos los concejales socialistas también al grupo de los no adscritos. Una renuncia, por tanto, solo a medias. Ferraz le suspendió cautelarmente de militancia, adelantó que acepta la petición de montar una comisión gestora en el partido a nivel provincial y exigió a Tomé que entregue sus dos actas, la de diputado provincial y la de edil. El PSOE todavía tiene sangrando un cuarto caso, el del ex secretario general de Torremolinos, Antonio Navarro, denunciado ante la Fiscalía por una edil socialista del municipio. Un me too socialista que podría no haber hecho más que empezar.

Pero el latigazo quizá mayor de este 10 de diciembre, e insospechado, llegó con un nombre ya conocido: Leire Díez. La exmilitante del PSOE, la motejada como fontanera de Cerdán, fue detenida por la Guardia Civil junto al expresidente de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) Vicente Fernández por una causa que se sigue en la Audiencia Nacional, en coordinación con la Fiscalía Anticorrupción, por unos presuntos contratos públicos bajo sospecha. Por ahora, se sabe muy poco de esta segunda investigación que cerca a Díez, y sobre la que pesa secreto de sumario. Se persiguen los delitos de fraude, falsedad documental, malversación, tráfico de influencias y prevaricación.

Todas estas situaciones están acelerando un clima de fin de ciclo. La militancia está desolada. La deriva es ya total", describe un barón regional

"En el PSOE no caben ni babosos, ni machirulos ni machistas, y la respuesta dada al caso Salazar ha sido lamentable. Contra Leire Díez, en mi opinión, debimos querellarnos hace ya tiempo, porque ha utilizado el partido. Todas estas situaciones están acelerando un clima de fin de ciclo. La militancia está desolada. La deriva es ya total", describe un barón regional, muy inquieto, como todos, porque en apenas semana y medio se sumará un seguro mal resultado en Extremadura, "un desastre", y se esperan más que nubarrones en las siguientes convocatorias: probablemente Aragón en febrero, Castilla y León en marzo y Andalucía en junio.

"No sé si vamos a aguantar todo el ciclo electoral —expresa con temor este líder territorial—. Se está jugando a engordar a Vox para agitar ese miedo, y como nos pasemos de frenada, nos quita medio millón de votos en las clases más populares y nos pisan los talones, y después a ver quién levanta la organización. La derechización sociológica es imparable, y eso es tan grave que bien merece para esto a tiempo antes de que sea demasiado tarde. Se respira un fin de ciclo que deprime a las bases y es imposible de remontar ya".

"Nada sale gratis"

El mapa de sentimientos que delinean distintos dirigentes consultados por El Independiente es muy coincidente. No se trata de cuadros alejados de Ferraz. El desánimo inunda la organización. Al menos por ahora, porque es verdad, y pasó en el arranque de curso, el pasado septiembre, que las cosas podrían cambiar. Sánchez lo logró entonces recuperando la iniciativa gracias a que agitó la bandera de Palestina y a que el PP encadenó errores consecutivos. Pero el pesimismo cunde claramente entre los responsables socialistas. Incluso entre los que suelen ver la botella medio llena. "Todo es un poco desalentador. Vamos a ver el efecto de las denuncias [por acoso], que es impredecible. Somos cerca de 200.000 militantes, y miles de cargos, y hay imperfección. Yo confío en que esto se acote, pero van a salir más casos", señala un secretario de Organización autonómico de una federación muy potente y muy alineada con la cúpula de Sánchez. "Nada sale gratis, aunque la diferencia es cómo se actúa", asume un parlamentario y secretario provincial de lealtad inequívoca al presidente.

Está siendo muy duro todo", "desolación, desconcierto y tristeza, no hay cerco", "la sensación es de avalancha y de fuera de control, de que no hay nadie a los mandos", apuntan distintos dirigentes

"Yo llevo desconectado todo el día, y estoy siguiendo la depresión en diferentes grupos de WhatsApp. Pero sí, está siendo muy duro todo", apunta un consejero de un Gobierno autonómico de otro territorio siempre muy fiel a Ferraz. "El ambiente es malo, la verdad. No por Leire, sino por las actitudes machistes. Paco Salazar, el de Lugo... esto toca más la fibra", apunta otro jefe de un aparato regional en sintonía plena con Madrid que, sin embargo, no ve síntomas de fin de ciclo: "Eso llevamos oyéndolo al menos hace cinco años". Una secretaria provincial de un territorio que irá a las urnas muy pronto admite el clima de "desolación, desconcierto y tristeza". Un "desconcierto", sigue, por esa angustia por el cierre del ciclo socialista, "es que tampoco sabemos qué más hay y si van a salir más cosas". "No hay cerco, y eso es complicado de gestionar. No es un buen día, no son buenos días. Pero ya sabes que aquí, como en la vida, un descanso de noticias en las navidades nos repone, aunque veremos", se sincera esta responsable.

Una diputada nacional se confiesa "muy triste". "La verdad es que no sé ni qué decirte —manifiesta, con palpable inquietud—. La sensación es de avalancha y de estar todo fuera de control, de que no hay nadie a los mandos. Es peor que un ambiente de fin de ciclo. Porque esto puede ser una explosión controlada o un derrumbe por desplome, y lo que estamos viviendo es lo segundo. Todos los ciclos se acaban y es lo normal, pero así...".

El clima derrotista que se percibe intramuros contrasta con el balón de oxígeno que probablemente recibirá el Gobierno este jueves, en el último pleno del Congreso de este año, tras el que seguirá un largo periodo de vacaciones parlamentarias, hasta febrero. El Ejecutivo salvará la mayor parte de las votaciones programadas, como la convalidación de varios decretos leyes —entre ellos, el que permitirá utilizar a ayuntamientos y comunidades utilizar el superávit de 2024 para inversiones financieramente sostenibles, ofrecido como guiño a Junts—, aunque perderá de nuevo la senda de estabilidad. Un mensaje en positivo que difícilmente podrá mitigar el pesimismo en las filas socialistas. "Cerramos con la derrota del techo de gasto ya amortizada y... respiro hasta febrero. Pero sí, estamos noqueados", admite un barón provincial y diputado en el Congreso.

Hay desolación general. Y gran cabreo femenino porque nadie asume responsabilidades. Puede cambiar el clima interno, sí, pero esto es como una termita", valora una veterana responsable

"¿Es que cómo va a estar la gente?", se pregunta una veterana dirigente. "Hay desolación general. Y gran cabreo femenino porque nadie asume responsabilidades. Puede cambiar el clima interno, sí, pero esto es como una termita... Poco a poco, invisible, va comiéndose la silla hasta que se rompe y te das una hostia".

Las "lecciones" del feminismo

El caso Salazar ha hecho estallar las costuras del PSOE. Muchísimo. Por el efecto acumulativo —primero las obscenas conversaciones del exministro Ábalos y su escudero, Koldo García, sobre mujeres prostituidas, luego los fallos en las pulseras antimaltrato—, por el "desastre" de gestión interna, por esos matadores cuatro meses largos sin comunicarse con las víctimas, por la falta de explicaciones "convincentes", por la tardanza en la respuesta. Una concatenación de hechos negativos para un partido con corazón inequívocamente feminista y que necesita el voto femenino, porque fue el que le permitió retener el poder en las generales de julio de 2023. Sánchez ha asumido "en primera persona" el "error" por la lentitud en la tramitación de las dos denuncias contra Salazar, ha insistido en que el feminismo da lecciones "a todos", a él "el primero", pero sus palabras no han servido para calmar las aguas.

En el punto de mira sigue la jefa del aparato, Rebeca Torró, que no ha comparecido en público, pero promete que "no habrá impunidad" y que se seguirá actuando "con contundencia"

En el punto de mira, de hecho, continúa estando la secretaria de Organización, Rebeca Torró, igual que, sobre todo en Andalucía, se señala a la vicepresidenta primera del Gobierno y jefa del PSOE-A, María Jesús Montero. Torró ha estado completamente desaparecida del espacio público en toda la crisis. No ha hecho declaraciones ante los medios, no se ha expuesto. Este miércoles, escribió un post en su cuenta de X para remarcar que la violencia machista "es incompatible" con los valores del PSOE. "Vamos a seguir actuando con contundencia y protegiendo a las víctimas. Ni ha habido ni habrá impunidad", escribió, justo después de que Tomé comunicara su decisión de abandonar la presidencia de la Diputación de Lugo, para lo que le presionaron el PSdeG y Ferraz.

El propio presidente había puesto en valor por la mañana, en la sesión de control en el Congreso, y ante Alberto Núñez Feijóo, que el PSOE responde con rotundidad y agilidad a sus casos de presunta corrupción y acoso, frente a un PP que, por ejemplo, dio carpetazo a un supuesto acoso cometido por el alcalde de Algeciras y senador, José Ignacio Landaluce. El PSOE le llevó a la Fiscalía del Supremo este miércoles y él se dio de baja como militante pero se mantuvo al frente de la ciudad y se quedó con su acta en la Cámara alta.

La federación gallega ha vivido en las últimas horas una intensa agitación por el caso del lucense Tomé. "Hay sensación de final, de muy mal final, horrible", asegura una responsable del PSdeG

"Hay sensación de final. De muy mal final. Horrible", insiste una dirigente gallega, la federación que recibió un zarpazo en las últimas horas por el caso que afecta al hasta ahora presidente de la Diputación de Lugo. Un territorio que se sumió en una intensa agitación y que interpelaba a su líder, José Ramón Gómez Besteiro, un hombre de la total confianza de Sánchez, y que aseguraba no haber tenido constancia de las denuncias contra Tomé. Hay responsables que ni mucho menos dan la crisis por resuelta porque el dirigente lucense se queda como diputado provincial y por tanto "está en sus manos" la elección de su sucesor al frente de la institución, y porque ha arrastrado a los concejales socialistas de Monforte para que le sigan hasta el grupo de los no adscritos.

"Nos estamos suicidando"

Para una responsable muy visible de una de las federaciones más grandes, "la gente en el PSOE está desubicada". "Desolada, no ya porque nos crecen los enanos, sino porque no se está haciendo nada —protesta esta misma dirigente—. Como salte algún caso más no vamos a poder pararlo. Es verdad que se percibe que esto no se remonta ya. Pero sobre todo prima la sensación de que nos estamos suicidando. Como que nadie está al volante. Y verás cuando perdamos Extremadura, Aragón, Castilla y León y Andalucía. Y no vale decir que echamos a los corruptos o acosadores y que ya no va con nosotros. Aquí nadie piensa, ese es un hecho. El partido está deprimidísimo".

En el partido temen las derrotas de Extremadura, Aragón, Castilla y León y Andalucía. "Aquí nadie piensa, el partido está deprimidísimo", apunta una cara visible de una federación muy potente

Con angustia lo expresa otro mando territorial, que no ve posible un giro de guion exitoso del presidente: "No veo luz. Es tierra, mar y aire, y todo lo que viene de elecciones, perdiendo. Y los milagros Sánchez... ha habido muchos pero... La estrategia de todo a Sánchez, incluido territorios, con ministros candidatos al frente, es horrible. Dinamita las posibilidades. Y nos faltaba ya tocar nuestra línea de flotación: las mujeres y la horrible gestión en Ferraz. No veo salida, no. El líder quemado y en los huesos, y el partido un apéndice del cuerpo del líder, y todo hemos ido poco a poco consintiéndolo. Yo veo fin de ciclo, pero que irá acelerándose. Va a ser un no parar. Se palpa en todos los niveles. Y el día 21 de diciembre en Extremadura... vamos a llorar". Otra responsable territorial es aún más dura: cree que lo que todos están presenciando es, directamente, la "descomposición total", el síntoma de un cierre de época.

El descalabro el 21-D ya se huele y está digerido —la duda es la dimensión (tal vez 20-21 escaños por los 28 actuales) y si podría dimitir el cabeza de cartel y barón regional, el procesado Miguel Ángel Gallardo—, pero inquieta la prueba no prevista de Aragón. Afalta de que lo confirme el presidente regional, Jorge Azcón, la comunidad parece que irá a las urnas en febrero, y la candidata socialista, la ministra Pilar Alegría, ahora está tocada por su almuerzo con Salazar a primeros de noviembre, que este mismo miércoles volvió a asumir como un "error", un encuentro que "no se tenía que haber producido" porque para entonces él ya había sido acusado de conductas machistas y había sido apartado de sus cargos, aunque no se conocían las demoledoras denuncias de dos mujeres reportadas al PSOE.

Debemos prepararnos para recuperarnos, aprendiendo de los errores y construyendo nuevos horizontes", indica una integrante de la cúpula de Ferraz, que pide a los suyos que no se desmoronen

En Ferraz son conscientes del desasosiego interno, de que el partido está en horas muy bajas. "La gente está hundida, sí. Llevo una semana larga de terapia intensiva", relata una integrante de la ejecutiva de Sánchez que pide a los suyos que no se desmoronen. "Debemos prepararnos para recuperarnos lo mejor posible, aprendiendo de los errores y construyendo nuevos horizontes". Relata esta responsable que no es la primera vez que el PSOE atraviesa un momento de profunda crisis, pero saldrá adelante: "Cada día tiene su afán. Ya hemos vivido varios fin de ciclo y aquí estamos. Ya hay quien no recuerda el tamayazo, la mayoría absoluta de José María Aznar, o aquellos años de tortura entre 1993 y 1996, en el final del felipismo". La dirección pide paciencia, calma, confianza, mirar en positivo, pensar que todo pasa. Un miembro de la cúpula prescribe a sus compañeros las palabras del poeta argentino Jorge Luis Borges: "Toqué tantas veces fondo que, cada vez que bajo, ya sé que mañana subiré".

PUBLICIDAD