El objetivo era Carles Puigemont. La investigación sobre la plataforma Tsunami Democràtic que llevaba más de tres años y media secreta en la Audiencia Nacional está llegando a su final. Los investigadores trataron de conocer si detrás de los disturbios durante los meses de septiembre y octubre en Cataluña en el año 2019 estaba el expresident de la Generalitat, moviendo los hilos desde Waterloo. Así se desprende de los informes de la Guardia Civil y lo confirman fuentes cercanas a las pesquisas que analizaron mensajes en los que se hablaba de 'Krls' y escrutaron la implicación de personas del entorno del expresident como su asesor Josep Lluís Alay.

"Se ha procedido a analizar las evidencias intervenidas a Josep Lluís Alay, se constata que el mismo ha ejercido un papel de enlace entre diferentes estamentos de Tsunami Democràtic y los agentes externos de la organización", concluye uno de los informes de la Jefatura de Información de la Benemérita. Los agentes creen que Alay hizo de "nexo de unión" entre la plataforma enraizada en Cataluña y el expresident del Gobierno catalán que llevaba desde el 30 de octubre de 2017 fugado de la Justicia.

En medio estaba la figura de otro empresario a quien los agentes dan también protagonismo, Jesús Rodríguez Selles. A éste también mantenían al tanto de los actos preparativos y el respaldo que obtuvieran "buscando la aquiescencia de Puigdemont", dicen los documentos a los que ha accedido El Inependiente.

La figura de Alay funcionaba como una suerte de red en la que él como núcleo informaba a los diferentes estamentos. Así lo hacía con el responsable de las cuentas el ingeniero Jaume Cabani Massip. La Guardia Civil intervino teléfonos y puso escuchas en los coches de algunos de los sospechosos. En las conversaciones de los móviles intervenidos, algunos empresarios se muestran dispuestos a hacer una aportación económica para contribuir con la causa. Precisamente es el asesor de Puigdemont el encargado de mantener el contacto previo para que a través de él se canalice la forma de entregar el dinero y la persona de contacto a la que hay que acudir.

La Guardia Civil cree que, aunque la plataforma Tsunami Democràtic se definiera como un movimiento ciudadano espontáneo, detrás había una serie de empresarios y políticos vinculados al independentismo que movían los hilos. Bajo este paraguas organizaron el intento de bloqueo del aeropuerto del Prat, la huelga general del 18 de octubre de 2019, los cortes en la autopista AP-7 o los incidentes durante la celebración del partido de un partido de fútbol en el club del Barcelona.

Muchos de los políticos y empresarios bajo sospecha habían tenido vínculos con la organización del reférendum independentista del 1-0 y, por tanto, eran del entorno de Puigdemont. Por eso, según mencionadas fuentes, las sospechas durante el proceso investigativo giraban en conocer si lo ocurrido en Cataluña se movía desde Europa.

Otro de los "miembros destacados" de la plataforma era el exdiputado del Parlament de Cataluña Xavier Vendrell. Las escuchas en su vehículo delatan cómo bromea sobre alguna de las cosas que han conseguido, como los cortes en la autopista. "Yo también pensaba que era imposible montar un escenario en mitad de la autopista y lo montamos", dijo en octubre de 2019.

Campmajó y una red de colaboradores

Entre los espiados también está el escritor Josep Campmajó Caparrós cuyas labores "estarían encaminadas a la gestión del grupo operativo que actuaba en las acciones". Según lo que consta en el sumario, estuvo detrás de la ubicación de los efectivos para cortar la autopista o el aeropuerto, de la distribución en puntos estratégicos, de la transmisión de información de interés como número de efectivos policiales, cuarteles, vehículos, etc.

Y para ello se valió de una "red de colaboradores" tanto en los cuerpos policiales, como de personal informático. La Guardia Civil ha hallado capturas de pantalla en las que Campmajó pregunta sobre la propiedad de varias placas de matrículas, por ejemplo.

Los informes de la benemérita ponen con nombres y apellidos a dos mossos d'Esquadra y un caporal de la Policía Municipal de Girona que facilitaron asesoramiento policial sobre vigilancias, información confidencial sobre el funcionamiento del espacio Schengen, datos sobre matrículas o, incluso, identificación de otros componentes de la policía vestidos de paisano.

Y para completar la pirámide jerárquica está el fundador del diario Ara Oriol Soler. Este es otro de los personajes que los agentes sitúan en el círculo cercano del expresident catalán y, de hecho, en algunas de las conversaciones intervenidas se entiende que Puigdemont estaba al tanto de las operaciones. "Ya están hechos los twits de 'Krls'". Los agentes ponen una anotación a pie de página explicando que estas letras corresponden a la abreviación de Carles [Puigdemont] y por tanto, creen que "a estrategia comunictaiva cuenta con la connivencia de figuras políticas".

Fuentes de la investigación concretan que los indicios para imputar al expresident no son suficientes, habida cuenta de que, además, Suiza no ha facilitado datos que habían sido requeridos sobre la financiación de la plataforma. Considera que se está persiguiendo un "delito de carácter político" y, por tanto, no los entrega. La Guardia Civil considera que puede tratarse de terrorismo, pero tal y como contó este periódico los investigadores indagan ahora en qué encaje penal pueden tener los hechos después de que se haya eliminado el delito de sedición.