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Infidelidades e hijos ilegítimos: el secreto a voces de los reyes europeos

La Casa Real belga, la británica o la sueca se han enfrentado a este tipo de indiscreciones que han causado importantes crisis para sus respectivos países

El rey Juan Carlos en una foto de archivo

El rey Juan Carlos en una foto de archivo EUROPA PRESS

La crisis de reputación del rey Juan Carlos ha vivido un nuevo bajo histórico tras la publicación esta semana informaciones de que tenía una hija ilegítima. El emérito se ha enfrentado a esta clase de publicaciones en el pasado, pero en esta ocasión la historia señalaba directamente a un miembro de la aristocracia. Pero no es el único monarca europeo que se ha enfrentado a esa clase de afirmaciones.

Hijos ilegítimos en la Familia Real belga

La Familia Real belga ha tenido más de un escándalo en el último siglo. Primero fue el rey Leopoldo, que tuvo que casarse en segundas nupcias con Lilian Baels tras quedarse ella embarazada. Su matrimonio, obligado por las convenciones de la época y casi en secreto, no favoreció a la reputación de la mujer, que era encima plebeya.

Lilian Baels nunca obtuvo el título de reina consorte, tuvo que conformarse con el de princesa, sus hijos no entraron en la línea sucesoria y nunca consiguió el favor de los belgas. Menos aún cuando comenzaron los rumores de que existía una relación secreta entre ella y su hijastro, el entonces príncipe Balduino, 14 años menor.

Había fotos en las que aparecían juntos, mirándose con cariño, se sabía que viajaban en el mismo compartimento en los trenes… pero el Gobierno evitó que hubiera fuentes fiables confirmando la noticia. Por lo tanto, siguió siendo un secreto a voces hasta que en 2019 se confirmó con la publicación de los diarios del entonces primer ministro, Achille van Acker.

Leopoldo II de los belgas terminó abdicando en su hijo Balduino. Sin haber conseguido recuperar su reputación tras su segundo matrimonio y por su posición imperialista en la Segunda Guerra Mundial. Su paso por el Congo significó la muerte de la mitad de la población.

Tras la muerte del rey Balduino en 1993, como no tenía descendencia, fue su hermano Alberto quien tuvo que heredar el trono. Y le siguieron los escándalos, hasta el punto de que, como hizo su padre, abdicó. En su caso fue en 2013, alegando problemas de salud.

La realidad es que en 1999 había admitido durante un discurso de Navidad el haber tenido una relación extramatrimonial con una aristócrata. El romance habría durado casi dos décadas. Pero no admitió que Délphine Boël era su hija hasta que una prueba de ADN y un juez lo verificaron en 2020. Un año más tarde, la hija ilegítima del rey Alberto II de Bélgica ha podido por fin considerarse princesa pasados los 50.

Las amantes de Suecia

El rey Carlos Gustavo no es ajeno a los rumores. A pesar de que su historia de amor con Silvia de Suecia es de cuento, las especulaciones sobre sus relaciones extramatrimoniales se confirmaron en 2010 con la publicación de una biografía del monarca. En el libro se aseguraba que había tenido un romance con la cantante Camilla Henemark.

“He hablado con mi familia y con la reina. Pasamos página y miramos adelante porque, tal como lo entiendo, estos asuntos ocurrieron hace mucho tiempo”, aseguraba el rey tras la publicación del libro. Con ambigüedad, Carlos Gustavo de Suecia confirmaba los rumores. Más tarde se informó de que había imágenes del monarca en locales de alterne, ante lo que él aseguró que era imposible, aunque admitía haber estado en establecimientos donde las camareras llevaban poca ropa.

“Depende de qué se entienda por esos lugares. Hay algunos restaurantes donde algunas camareras están más o menos vestidas. No están desnudas, es una cuestión de definición”, decía intentando defenderse. Sin embargo, terminó por pedir perdón. Unos años antes del famosos “no volverá a ocurrir” del emérito español.

Un escándalo sexual reconvertido en historia de amor

La más conocida de estas historias es la del entonces príncipe Carlos y Camilla Parker-Bowles. Sus conversaciones telefónicas subidas de tono, conocidas como el “tampongate” o “Camillagate” fueron supuestamente filtradas por un radioaficionado cuando el heredero se había separado de la princesa Diana, pero antes del divorcio.

Aún así, su relación había sido un secreto a voces durante todo el matrimonio de Carlos y Diana. Lo sabían en Palacio y los medios de comunicación, pero fue Lady Di la encargada de darle credibilidad a los rumores en la infame entrevista de Panorama: “Éramos tres en el matrimonio, así que estaba lleno de gente”.

Más de dos décadas después, Camilla ha dejado de ser amante para ser reina consorte con la autorización de la propia Isabel II. Su relación con Carlos III, actual rey de Inglaterra, ha resultado ser más que un capricho.

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