Compartir frontera con el país convertido en enemigo, Rusia, y su más estrecho aliado, Bielorrusia, proporciona una experiencia valiosa en tiempos de guerra. La que atesora Gintaras Bagdonas, coronel retirado del ejército de Lituania. En su dilatada hoja de servicio, destaca su contribución a la defensa de la Unión Europea y la OTAN, un asunto que la invasión rusa de Ucrania ha situado en el centro del debate.

Bagdonas, que domina el ruso, fue director de inteligencia del personal militar de la UE en su cuartel de Bruselas y director del centro de Centro de Excelencia Seguridad Energética de la OTAN en Vilnius. Curtido en misiones lituanas como la de Afganistán y en la inteligencia militar de su país, Bagdonas observa con sereno optimismo el futuro del conflicto en Ucrania en una coyuntura marcada por las nuevas remesas de armamento hacia Kiev. "Debidamente armadas y preparadas, las fuerzas armadas ucranianas alcanzarán pronto la victoria", desliza el militar en una entrevista con El Independiente.

El precio, no obstante, resulta costoso. El presidente ucraniano Volodimir Zelenski reconoció este miércoles que, con la ofensiva centrada en el este y sur del país, el ejército ucraniano pierde a diario a entre 60 y un centenar de soldados. Otros 500 resultan heridos. "La situación es muy difícil", admitió en mitad de una campaña de presión internacional para obtener nuevo material militar.

Kiev pierde a entre 60 y 100 soldados al día. Otros 500 resultan heridos

Precisamente este miércoles Washington confirmó el envío a Ucrania de sistemas de cohetes de alta movilidad y medio alcance en el marco de un nuevo paquete de ayuda castrense que ha hecho sonar las alarmas en el Kremlin. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, aseguró que el Gobierno ucraniano ha dado "garantías" de que no empleará el nuevo material contra objetivos en territorio ruso.

La remesa, a su juicio, es "lo que necesita Kiev" y reforzará la posición en cualquier negociación futura. "Putin quería menos OTAN y está consiguiendo más OTAN, más tropas y más miembros", esbozó el jefe de la diplomacia estadounidense, quien advirtió de que "quedan muchos meses de conflicto". Alemania, por su parte, anunció la entrega del sistema de defensa aérea IRIS-T, el equipamiento más moderno con el que cuenta el país, y un radar que ayudará al ejército ucraniano a localizar las posiciones de la artillería pesada rusa.

Pregunta.- ¿Puede el ejército ucraniano ganar esta guerra?
Respuesta.- Definitivamente sí. Ucrania puede liberar todos los territorios que se encuentran en estos momentos ocupados por Rusia si los países occidentales proporcionan el armamento y el apoyo adecuados.

P.- Tras el error inicial, la ofensiva rusa está centrada en la región del Donbás, con la localidad de Severodonetsk como uno de los focos de los combates. Parece que el control del Donbás es cuestión de tiempo…
R.- No creo que Rusia puede tener éxito en sus planes de ocupar todos los territorios del Donbás. Podrían lograr algunos éxitos tácticos en la región de Lugansk, incluida la plaza de Severodonetsk, pero no así en el resto del Donbás [un 30 por ciento de su territorio sigue controlado por Kiev].

La economía rusa no podrá sostener la guerra si el período de tiempo se prolonga

P.- ¿Qué necesita el ejército ucraniano para detener el avance enemigo?
R.- Disponer de un suministro adecuado de armamento y equipamiento militar así como recibir una ayuda para el entrenamiento de las tropas, la reserva movilizada. Esos elementos provocarían un "cambio de juego" en la línea del frente. Entonces Ucrania estará en condiciones de liberar sus territorios. En caso de ausencia o apoyo inadecuado de los países occidentales, la guerra se prolongará y se convertirá en una guerra de desgaste. Pero no creo que los ucranianos dejen de luchar contra el agresor en absoluto. La economía rusa no podrá sostener la guerra si el período de tiempo se prolonga. Como consecuencia del impacto de las sanciones ya aplicadas, la industria militar rusa no es capaz de abastecer adecuadamente a sus fuerzas militares.

P.- Precisamente Kiev sigue insistiendo en la urgencia de recibir armamento
R.- Así es. Está solicitando a todos sus socios en todo el mundo, no solo a la OTAN y los estados miembro de la Unión Europea, que proporcionen a sus fuerzas armadas con, en primer lugar, armas pesadas y equipamiento que fortalezca la capacidad del ejército ucraniano para defender a su país y expulsar al agresor de los territorios ocupados. Ucrania necesita hoy sistemas de artillería, tanques, aviones de combate, equipos de guerra electrónica, misiles y sistemas de defensa aérea, medios de vigilancia y reconocimiento, sistemas logísticos y municiones.

Los gobiernos europeos se hallan indecisos y solo están adoptando resoluciones sobre transferencia de armas tras largas deliberaciones internas

P.- El Gobierno ucraniano considera que el envío de material militar es aún insuficiente y demasiado lento. ¿Cuáles son las razones de este ritmo que desespera a Kiev?
R.- En la mayoría de los casos existe una ausencia de liderazgo en Occidente. Muchos de los gobiernos europeos se hallan indecisos y solo están adoptando resoluciones sobre transferencia de armas tras largas deliberaciones internas.

P.- A punto de cumplirse 100 días de contienda, ¿hacia dónde se dirige la invasión de Ucrania?
R.- Todas las guerras terminan en paz. Sin embargo, lo más probable es que la paz en Ucrania se consiga en el campo de batalla tras derrotar a Rusia. Solo será posible expulsando a sus soldados del territorio ucraniano, con la voluntad y la determinación de los ucranianos de luchar por su libertad. Resulta imposible evaluar cuándo puede acabar la guerra porque hay demasiados factores. Nadie puede predecir cuánto tiempo durará con todo el curso de las acciones que quedan por delante.

P.- Sobre la mesa está la posibilidad de que Ucrania pueda aceptar concesiones territoriales para lograr el fin del conflicto armado…
R.- La gran mayoría del pueblo ucraniano no está de acuerdo con realizar ninguna concesión. En estos momentos están luchando por su países y por los valores de la democracia y la libertad.

P.- ¿Cuáles son hoy las debilidades y fortalezas de Ucrania?
R.- La mayor fortaleza de Ucrania es que sus fuerzas armadas cuentan con el apoyo y la confianza de la sociedad. Los soldados ucranianos se hallan bien motivados. Ucrania no tiene problemas con la movilización de la reserva. Sería muy probable que Ucrania podría llamar a filas hasta a un millón de reservistas. Sus principales debilidades es que la guerra se desarrolle en el territorio de Ucrania. Toda la sociedad se está viendo afectada por la brutalidad de la agresión militar. La infraestructura civil está resultando devastada. Miles de civiles han muerto, incluyendo cientos de niños.

A diferencia de las fuerzas rusas, las unidades militares ucranianas no pueden retirarse a un territorio absolutamente seguro. Los rusos, en cambio, repliegan sus fuerzas a su propio territorio seguro para descansar o reponerse. Ucrania tiene que mantener, además, su parte de fuerzas a lo largo de la frontera norte con Bielorrusia y el norte de Rusia para evitar una posible intervención allí.

La industria militar rusa está demostrando su incapacidad para suministrar adecuadamente a las fuerzas armadas rusas con equipos y armamento modernos

P.- ¿Y las del ejército ruso?
R.- Rusia tiene superioridad en la fuerza y la defensa aéreas, el poder de fuego (artillería y misiles) y los vehículos blindados y tanques. Rusia tiene pleno control sobre las aguas marítimas territoriales ucranianas, cerrando a Ucrania la entrada a los mares Negro y de Azov. Sin embargo, la superioridad del poder militar de Rusia está disminuyendo gradualmente. La semana pasada observamos que los tanques rusos T62, que fueron producidos en 1970, habían resultado atacados por los militares ucranianos. Algunos equipos militares avanzados rusos se habían desarrollado gracias a las tecnologías occidentales. Rusia, por ejemplo, importaba la electrónica de los países europeos. Todo este aporte ha desaparecido tras la imposición de las sanciones occidentales. La industria militar rusa está demostrando su incapacidad para suministrar adecuadamente a las fuerzas armadas rusas con equipos y armamento modernos.

Putin tiene miedo de los disturbios entre su propia población si declara oficialmente el estado de guerra

P.- Putin no ha declarado oficialmente el estado de guerra…
R.- Y lo más probable es que no lo haga, tampoco la movilización total, al menos a corto plazo. Tiene miedo de los disturbios entre su propia población. La estabilidad interna de Rusia y su propia seguridad, esto es, la del régimen, son la máxima prioridad para Putin y su círculo más cercano.

Las fuerzas rusas ya andan escasas de personal, especialmente de soldados bien preparados. Sus tropas han sufrido la pérdida de oficiales de rango medio y menor. Un hecho que se debe a la ausencia de suboficiales bien entrenados y motivados. El control militar ruso está demasiado centralizado: los sargentos rusos tienen poca autoridad en sus subunidades. Los militares rusos no tienen el concepto de "mando orientado a la misión" que se introduce en la mayoría de nuestros ejércitos de la OTAN.

Como consecuencia, los oficiales militares se ven obligados a luchar en la primera línea de batalla, por lo que hay bastantes bajas entre los oficiales. Uno de los mayores problemas de las fuerzas militares rusas es la baja moral de los soldados y su escasa motivación. La pregunta retórica que uno puede hacerse es por qué lucha un soldado ruso.

P.- ¿Cómo cambiaría el escenario bélico el hecho de que la Unión Europea, Estados Unidos y la OTAN enviaran las armas que reclama Kiev?
R.- Debidamente armadas y preparadas, las fuerzas armadas ucranianas alcanzarán pronto la victoria. No existe la menor duda sobre la victoria de Ucrania, la cuestión es sólo cuándo. La gran mayoría de la población está decidida a luchar por su libertad hasta que los rusos sean expulsados del país.

Ucrania puede movilizar y adiestrar a un número suficiente de fuerzas en cuestión de meses. Lo único que tenemos que hacer es ayudarles a armarse adecuadamente para acabar cuanto antes con la guerra. De lo contrario, habrá una prolongada guerra de desgaste, con miles y miles de bajas y una enorme destrucción. Incluso, en este caso, los ucranianos ganarán la guerra. El coste de la demora en armar y ayudar decididamente a Ucrania es lo que tenemos hoy: los casos de Mariúpol o Bucha y miles de muertes, no sólo de soldados sino también de civiles.