Es el primer ex presidente de Estados Unidos que afronta cargos federales. También es el primero que acusa a su sucesor de ganar de forma fraudulenta y promete venganza. Después de escuchar los 37 cargos federales a los que hace frente, Donald Trump ha prometido que, si es reelegido, nombrará "un verdadero fiscal especial para que vaya a por el presidente más corrupto de la historia de los Estados Unidos de América Joe Biden".

"Nombraré a un verdadero fiscal especial para que vaya a por el presidente más corrupto de la historia de los Estados Unidos de América Joe Biden", ha dicho ante sus seguidores en su residencia en Bedminster, New Jersey. "Destruiré totalmente el Estado profundo", ha puntualizado en un acto de recogida de fondos, celebrado tras su comparecencia el Tribunal Federal de Miami. Con esta arenga, Trump ha celebrado en las primeras horas de este miércoles su 77 cumpleaños.

Donald Trump aspira a ser candidato de los republicanos en las presidenciales de 2024. El actual presidente Joe Biden busca a su vez la reelección así que hay serias probabilidades de que se repita la contienda de 2020. Trump cuestionó los resultados hasta el punto de que sus seguidores asaltaron el Capitolio el 6 de enero de 2021, cuando los congresistas, encabezados por su vicepresidente Mike Pence, iban a certificar los resultados. Pence es ahora rival de Trump en la carrera republicana.

A pesar de pasar a la historia como el primer ex presidente que afronta cargos federales, con un juicio pendiente por cargos penales, y una investigación en el Congreso, es el favorito en los sondeos. A más de 20 puntos figura el gobernador de Florida, Ron de Santis. No parece que sus rivales vayan a utilizar estos casos para atacar a Trump; al contrario, la mayoría consideran que es objeto de una persecución política. Hay riesgo de que el proceso tenga lugar en plena campaña. Como es un caso insólito, no hay nada que impida que pueda presentarse aunque afronte estos cargos.

Pocas horas antes, ha festejado su aniversario también en el Café Versalles de Miami, donde paró después de su paso por el tribunal. En la llamada pequeña Habana se ha dejado querer por sus fieles. Trump es popular entre la comunidad latina, especialmente entre los cubanos.

También ha arremetido contra el fiscal especial, Jack Smith, que lleva el caso de los documentos clasificados que el ex presidente se llevó a Mar-a-Lago, a quien llamó "trastornado" y "matón".

El ex presidente ha sido acusado formalmente este martes de 37 cargos federales vinculados a la retención de informes clasificados, que se llevó de la Casa Blanca a su residencia de Mar-a-Lago en enero de 2021. Cuando Archivos Nacionales se los reclamó, se hizo el loco y los fue entregando en fases hasta que el FBI irrumpió finalmente en su mansión en agosto de 2022.

Trump habría cometido siete delitos federales, entre ellos, conspiración, obstrucción a la justicia, retención dolosa de documentos de seguridad nacional, falsedad y violación de la ley de espionaje. Tendrá que decidir un gran jurado si es culpable o no. Y en el caso de ser declarado culpable será la juez Cannon quien decida la pena. Solo el cargo de violación de la ley de espionaje tiene una pena de hasta 20 años.

El ex presidente se ha declarado "no culpable" de los 37 cargos. No tuvo que entregar el pasaporte y fue liberado sin medidas cautelares. En apenas cinco minutos escuchó la acusación, muy incómodo, según los escasos testigos que han dado cuenta del momento. La sesión fue a puerta cerrada y no pudo grabarse ni fotografiarse.

El fiscal especial Jack Smith ha pedido que el juicio sea rápido para evitar que interfiera en la campaña electoral pero Trump ya está utilizando el caso para victimizarse. El ex presidente se presenta como víctima de una "caza de brujas". No hay explicaciones sobre por qué se llevó los informes confidenciales y por qué él mismo reconoció que eran secretos algunos a los que hizo referencia con un autor y un editor de un libro sobre su mandato. Son sus propias palabras las que sirven de base a la acusación.

Pero Trump es un experto en "hechos alternativos". Así construirá su campaña, como ha mostrado en Bedminster una vez más. En el acto de recogida de fondos se vendían camisetas con el lema I stand with Trump (apoyo a Trump) por una donación de 47 dólares. El objetivo era recaudar unos dos millones de dólares, según Politico. "Muestra al Estado Profundo y a la izquierda que no hay nada sobre la faz de la tierra que pueda detener este movimiento", dice la campaña de Trump.

Una amplísima mayoría de republicanos cree que los cargos criminales federales contra Trump están motivados políticamente, según una encuesta de Reuters/Ipsos. Sus aspiraciones no parece que vayan a verse afectadas por sus complicaciones con la Justicia. Creen a ciegas en Trump.