El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel Albares, atribuyó este lunes a la falta de infraestructuras en el lado de Gibraltar las colas que se han registrado en las últimas semanas en los accesos al peñón. Un día después, Gibraltar ha anunciado "una importante remodelación de las entradas peatonales y de vehículos a Gibraltar en la frontera terrestre con España" tras acusar a Madrid de ser responsable de las aglomeraciones.

Según el Gobierno de Fabian Picardo, se procederá a la instalación de "una batería de puertas automáticas de control fronterizo en el lado gibraltareño, además de los controles manuales, para permitir un acceso más fluido de personas en caso de que no se negocie el tratado". A su juicio, el uso de estas puertas electrónicas permitirá procesar a más personas al mismo tiempo. Su construcción, que se había retrasado a la espera de la negociación de un tratado con la Unión Europea, ya cuenta con permiso de obras.

Albares: "Gibraltar lo conocía hace bastantes días"

Desde Cádiz, Albares responsabilizó este lunes a la colonia británica de las aglomeraciones registradas después de que España habilitara un carril específico para vehículos de dos ruedas con el objetivo de dar "mayor fluidez" a este paso que une Gibraltar con el Campo de Gibraltar. Según el socialista, Gibraltar "conocía hace bastantes días" que se iba a instalar a partir del pasado lunes este carril "para facilitar el acceso de trabajadores transfronterizos". El hecho de que "por el lado gibraltareño no se han hecho las infraestructuras necesarias" para este tráfico de dos ruedas "es lo que ha producido este embudo", denunció el ministro.

En un segundo comunicado hecho público este martes, las autoridades gibraltareñas cargan contra Madrid. "Los ciudadanos tanto de Gibraltar como de España se han visto sometidos a largas colas en la frontera durante todo el mes de agosto como consecuencia de la actuación de las autoridades españolas", desliza. "Aunque las colas fueron esporádicas, el 24 de agosto se introdujeron nuevas medidas sin previo aviso que implicaron el escaneo de un número significativo de pasaportes, incluidos los de los titulares de la tarjeta roja de residente en Gibraltar y algunos ciudadanos españoles. El Gobierno entiende que también se escanearon algunos documentos de identidad. Estas acciones provocaron rápidamente la acumulación de largas colas que incomodaron a turistas y trabajadores transfronterizos", detalla.

Desde el lado gibraltareño se arguye que los nuevos cambios introducidos por España consiste en separar los vehículos de cuatro ruedas de los de dos, "lo que provocó graves retrasos en hora punta para los trabajadores que cruzan a Gibraltar, la mayoría de nacionalidad española". "Se pidió a Gibraltar que guiara a los vehículos por carriles separados tras la medida española. Esto era físicamente imposible y habría puesto en peligro a los funcionarios de inmigración gibraltareños", alega la nota.

"Gibraltar está dispuesto a adoptar nuevas medidas de flujo de tráfico para separar los vehículos de dos ruedas de los turismos, como ya hace Gibraltar (y ha hecho durante años) en su propia zona de colas (conocida como el bucle). Estos cambios deben ser objeto de consulta y acuerdo transfronterizos, no de imposición. Al actuar de una manera que no perseguía una consulta adecuada, las autoridades españolas competentes actuaron de una manera que causó los problemas experimentados ayer. Gibraltar espera ahora trabajar con las autoridades españolas competentes para establecer un nuevo sistema de flujo de tráfico que sea beneficioso para ambas partes", detalla.

Las negociaciones entre Reino Unido y Bruselas, que arrancaron hace más de dos años y se han visto paralizadas por el adelanto electoral en España, tienen su base en lo acordado entre el Gobierno español y el británico en la Nochevieja de 2020 y que busca la creación de una zona de prosperidad compartida entre el Peñón y el Campo de Gibraltar.

Según ha aclarado el Gobierno gibraltareño, que no ha ofrecido ningún plazo, "la intención es presentar a la Comisión de Desarrollo y Planificación la propuesta de remodelación del vestíbulo de llegadas de peatones y de las zonas exteriores para vehículos" ya que considera que "tendría sentido realizar los dos proyectos al mismo tiempo, en caso de que las puertas electrónicas llegaran a ser necesarias".

Rifirrafe de reproches

El anuncio se ha producido en medio de los reproches entre el Gobierno gibraltareño y el español por los controles que se están llevando a cabo en la frontera, en la que en los últimos días se han producido largas colas de espera.

El pasado 25 de agosto, el Gobierno del Peñón había denunciado un cambio en los controles de pasaportes introducido presuntamente por España y había pedido explicaciones, amenazando con represalias.

Según dijo entonces, los agentes españoles estaban procediendo a escanear "un número significativo de pasaportes, incluidos los de los titulares de la tarjeta roja de residente en Gibraltar e incluso de algunos ciudadanos españoles" provocando largas esperas en la Verja en un periodo especialmente alto de turistas a la colonia británica.

Para Albares, la supuesta falta de infraestructuras como los incidentes registrados durante el mes de agosto en aguas próximas a Gibraltar que España reivindica como propias demuestran "la necesidad de un acuerdo" para la creación de una zona de prosperidad compartida.

"Todas esas circunstancias, como muchas otras a las que hemos asistido a lo largo de este mes de agosto, demuestran todavía más la necesidad de alcanzar un acuerdo entre España y Reino Unido", que determine la situación de Gibraltar tras el Brexit. Para el ministro ese acuerdo debe crear una "zona de prosperidad compartida entre Gibraltar y el Campo de Gibraltar" y "solventar situaciones que son claramente absurdas y que, de ser resueltas, seria mutuamente beneficioso para Gibraltar y para el Campo de Gibraltar y sobre todo, para lo que a mí me guía en todo momento en esta negociación con el Reino Unido, los 270.000 vecinos del Campo de Gibraltar", ha dicho.